Museo Marítimo cumple 110 años dedicado a preservar y difundir el patrimonio marino
HISTORIA. Esa ha sido su tarea desde 1915, cuando comenzó a funcionar a bordo del Huáscar, hasta hoy que tiene su sede en la antigua Escuela Naval.
"Lo más importante es contar siempre con un Museo vivo, que encante y maraville", a la vez que genere "un espacio de conocimiento y reflexión para la mejor valoración de nuestro importante y rico patrimonio marítimo", señala el director del Museo Marítimo Nacional, Andrés Rodrigo Ramírez, a propósito del 110° aniversario de la institución, que se conmemora este miércoles 30.
El Museo funcionó en sus albores a bordo del blindado Huáscar en Talcahuano, y después de ocupar varios edificios, a contar de 1988 se estableció de manera permanente en la ex Escuela Naval, ubicada en el Paseo 21 de Mayo, cerro Artillería de Valparaíso, y ha recibido a la fecha más de dos millones 600 mil visitantes.
Su misión es preservar y difundir el patrimonio marítimo de Chile con el propósito de incrementar la conciencia marítima nacional. Por eso no sólo aborda en sus actividades programáticas las materias referidas al ámbito naval, como los héroes y episodios de la historia nacional e internacional, sino también lo concerniente a puertos y borde costero, vida en el mar y ecosistemas marinos, patrimonio cultural subacuático, oficios en el mar, artes y folclore marítimos, entre otros aspectos.
Recorrido
Las instalaciones del primer piso están dedicadas a la historia naval, y allí destaca la sala Arturo Prat, que resalta el valor y el sacrificio del comandante de la Esmeralda y su dotación. También se puede recorrer el Patio del Ancla, donde se exponen armamento, embarcaciones y la emblemática cápsula utilizada en el rescate de los 33 mineros en octubre de 2010.
Otras salas abordan temáticas referidas a la Antártica, el acorazado Latorre, e incluso niños y jóvenes pueden subir a un barco pirata, Trueno.
Pero el Museo también es un espacio para la discusión académica, de mediación y guías especializadas, de conservación de objetos patrimoniales y para el archivo de invaluables documentos históricos de la Marina, sostiene su director.
"Hoy es el principal referente del país en lo que a historia marítima nacional se relaciona, alberga distintas colecciones museológicas y se distingue por la amplia gama de actividades histórico-culturales que desarrolla", detalla.
Es, además, el representante del país en el campo de la museología marítima ante diversos organismos internacionales de similar naturaleza, así como la Dirección Técnica de todos los museos de la Armada de Chile en las distintas Zonas Navales.
Muestras digitales
Su colección de objetos patrimoniales contiene más de 5.500 piezas, además de poseer más de 5K de archivos documentarios, películas, fotografías, videos, etc. La muestra permanente está compuesta por el 12% de la colección, pero las exhibiciones digitales y muestras itinerantes permiten darle visibilidad a los objetos en depósito, como también lo hace el trabajo con investigadores, talleres y visitas especiales.
Igualmente, durante la pandemia, el Museo Marítimo Nacional desarrolló distintas exhibiciones virtuales que quedaron disponibles a través de esas plataformas y el sitio web institucional. "Actualmente seguimos desarrollando exposiciones virtuales, así como publicando investigaciones patrimoniales, que quedan alojadas en nuestras plataformas digitales", agrega Andrés Rodrigo.
Lo más visitado
La Sala Prat es una de las más concurridas, y dentro de ella captan mayormente la atención de los visitantes el reloj de la Esmeralda, que marca la hora de su hundimiento; el uniforme de Arturo Prat cuando era guardiamarina, la loza extraída desde la corbeta chilena en el fondo marino, así como una de las más grandes obras de Thomas Somerscales, Combate Naval de Iquique.
Otro punto que concita alta concurrencia, refiere Andrés Rodrigo, es la sala de la Hermandad de la Costa, la que cuenta con el buque pirata que permite a jóvenes y niños subir a bordo e imaginarse cómo era la vida en un bajel.
Y entre los objetos más apreciados por los visitantes en el patio del Museo, figura la cápsula Fénix IV, construida por el Astillero y Maestranzas de la Armada en Talcahuano, en el contexto del rescate desde la mina San José en 2010.
Capitán christiansen
El Museo Marítimo Nacional también está participando en el rescate patrimonial de la legendaria embarcación Capitán Christiansen, que lleva el nombre del fundador -en 1925- del Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso, el capitán de altamar de origen danés Oluf Christiansen Lund.
Construido en el Reino Unido, el bote participó en la evacuación de tropas desde Dunkerque en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y tras ser vendido a Chile cumplió una reconocida labor de resguardo de la vida humana en el mar en el puerto de Valparaíso durante 45 años.
La embarcación arribó al Museo en noviembre de 2024, para la restauración que encabeza la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile y que entre otras instituciones cuenta con el apoyo de la Embajada Británica y el aporte financiero de la empresa inglesa Babcock.
"Al Museo le compete desarrollar las acciones de restauración de la embarcación, iniciando inmediatamente un importante proceso de levantamiento de su estado y estabilización estructural, para luego aplicar las acciones necesarias para su recuperación final", detalla el director del MNV a propósito del bote, que tras un complejo operativo de traslado desde el Muelle Barón quedó instalado en su plataforma de exhibición en el frontis del edificio institucional.
Prioridad en siniestro
Todos los museos tienen planes de contingencia para casos de siniestros, como le ocurrió al Museo de Bellas Artes de Viña del Mar, ubicado en la Quinta Vergara, que debió sacar sus obras y trasladarlas a otro lugar ante el avance del devastador incendio forestal del 23 de diciembre de 2022, que afectó a cerca de 300 viviendas.
En caso de emergencia, ¿qué piezas del Museo Marítimo Nacional deberían ponerse a salvo prioritariamente? El director explica que la institución inició hace más de 12 años un programa para enfrentar, junto al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, una contingencia de esta naturaleza.
"A la fecha se han realizado 14 simulacros, lo cual ha permitido determinar, dentro del procedimiento que se ha establecido, que ciertos objetos deban ser retirados antes que otros. Es el caso de la levita de Prat, porque este bien, al ser un textil, tiene una tipología material altamente sensible al fuego, humo, calor, vapores tóxicos de la combustión y en general a condiciones inadecuadas del medio ambiente", indica Andrés Rodrigo.
Significación
Finalmente, el director de la institución plantea que "estos 110 años de vida del Museo Marítimo Nacional significan un especial momento no sólo para mirar atrás sobre la evolución de este importante espacio cultural de la Armada de Chile para el servicio del país".
También lo son "para reflexionar sobre el Museo del futuro, los proyectos de recuperación y modernización de sus espacios que necesariamente deberán abordarse para su mejor sostenibilidad".
"Es el principal referente del país en historia marítima nacional y el representante de Chile en el campo de la museología del área ante diversos organismos internacionales.