Retrato del pionero de la homeopatía y la fitoterapia en las voces de sus dos hijos
Reinaldo Knop Niederhoff sentó las bases del imperio verde que es hoy día Knop Laboratorios. Olga y Osvaldo recuerdan las peculiaridades de su padre, trabajador, visionario y filántropo.
Reinaldo Knop Niederhoff, el pionero de la homeopatía y del tratamiento de enfermedades mediante plantas en Chile, quien sentó las bases del imperio verde que es hoy Knop Laboratorios, desarrolló su vocación más profunda a partir de una vivencia que le ocurrió en la niñez.
"Mi papá estuvo muy enfermo y se sentía pésimo. Entonces el jardinero le preparó unas infusiones de hierbas y eso lo mejoró. De ahí le quedó la idea de que las hierbas sanan. Las estudió y posteriormente aplicó sus conocimientos", relata su hija Olga Knop Valdés.
Ella y su hermano Osvaldo recuerdan al fundador de la compañía, que nació frente a la Plaza Echaurren, cuando se prepara la presentación del libro conmemorativo de los 100 años de aporte de la familia Knop a la industria farmacéutica, el miércoles 14, a las 9.30 horas, en el Museo del Inmigrante, ex Colegio Alemán de Valparaíso, de donde los dos fueron alumnos.
Los comienzos
Los hermanos Laura, Reinaldo y Pablo Knop Niederhoff tenían entre 6 y 9 años en 1908, cuando llegaron a Valparaíso con sus padres, Reinaldo y Laura, a bordo del velero "Potosí", procedente de Hamburgo, luego de dos meses y medio de extenuante navegación.
Reinaldo padre, técnico en el rubro del papel, venía contratado por la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, que estaba en Quillota y que posteriormente se trasladaría a Puente Alto, dos lugares donde vivió la familia.
Reinaldo hijo estudió en el Internado Nacional Barros Arana, en Santiago, y al concluir las Humanidades se matriculó en la Escuela de Farmacia de la Universidad de Chile. Luego de titularse se trasladó a Valparaíso para desempeñarse en la Farmacia Petersen, ubicada en San Martín con Bustamante en el corazón del Barrio Puerto.
Osvaldo Knop Valdés: "Nuestro padre llegó a Valparaíso con 24 años a trabajar en esa farmacia. Al poco tiempo se asoció con el dueño, que posteriormente se la vendió. De esa manera comenzó Farmacia y Droguería Knop. Por el año 30 compró dos farmacias más en el plan de la ciudad, se llamaban Iberia y Londres".
Fue en el segundo piso de la botica de la Plaza Echaurren donde el joven farmaceútico, apasionado por la botánica y la medicina natural, instaló el laboratorio en que comenzó a elaborar sus propias formulaciones a partir de materias primas importadas. Con el tiempo se hizo necesario contar con mayor espacio para sustentar el crecimiento de la actividad.
Del puerto a quilpué
Eso significó el traslado de la producción a un nuevo laboratorio en el año 1951, esta vez ubicado en Quilpué, donde gracias a la incorporación de tecnología europea y a la colaboración de profesionales alemanes, Homeopatía Alemana Knop logró industrializar la fabricación de medicamentos homeopáticos y fitoterápicos, además del desarrollo de materias primas elaboradas en base a plantas autóctonas chilenas.
Para entonces, el pionero de la homeopatía, junto a su esposa, Olga Valdés, y sus hijos, ya vivían en su espaciosa casa de calle Thompson, en Quilpué, desde donde el padre y los niños viajaban todos los días en el tren de las 7.05 a Valparaíso, el primero a encargarse de su farmacia, que nunca dejó de abrir personalmente, y los últimos al Colegio Alemán del cerro Alegre.
Olga y Osvaldo, ambos directores de Knop Laboratorios, cuentan que su papá estaba en la farmacia hasta las 12.45 y llegaba a la Estación Puerto justo para alcanzar el tren de la una e ir a almorzar a Quilpué. "A veces tomaba una micro bien destartalada que lo dejaba en la puerta de la casa, almorzaba rápidamente y a las 2.05 ó 2.10 partía a tomar el tren de vuelta a Valparaíso. A las tres tenía abierto, hasta las ocho de la noche".
Infancia memorable
Los hermanos Knop Valdés vivieron una infancia memorable en la Ciudad del Sol, en un hogar donde se hacía mucha vida de familia, casi nada de vida social, y donde tampoco se aplicaba muy férrea disciplina alemana.
La mamá colaboraba con su esposo en los asuntos de contabilidad, y cuando no estaba en la casa sus hijos se entretenían con algunos juegos temerarios, como las competencias de piqueros en la piscina, que si bien era profunda, la mantenían con el equivalente a dos escalones de agua. "Salíamos con la cabeza llena de chichones", recuerdan, sin explicarse cómo nunca les pasó algún accidente serio.
Además, tenían muchos animales, desde gansos hasta conejos. En un predio cercano a Homeopatía Alemana Knop, que se ubicaba en Naranjal con Subercaseaux -calle esta última que ahora es Reinaldo Knop-, estaban los caballos. Cada hijo tenía uno y salían a montar en el campo. "En ese entonces no era peligroso", comentan.
Salto al futur0
En Quilpué, el laboratorio, que desde 1982 quedó bajo la gerencia de su hermano, el médico Germán Knop Valdés, funcionaba en instalaciones de 550 m2 y generaba 35 mil unidades de productos mensuales. Se hacía necesaria una nueva mudanza, para lo cual la empresa adquirió el actual terreno en el sector industrial de Belloto Norte.
En 1985, a los 86 años, murió el fundador de la compañía. Y una década después, en 1995, se inauguró la nueva planta, una moderna instalación productiva que incorpora tecnología de punta y estrictos controles de calidad, donde opera Knop Laboratorios.
"Pero antes, mi hermano Germán hizo una serie de cambios en Homeopatía Alemana Knop, en cuanto a fabricación, etiquetado, mucha innovación. También aumentó la producción, de modo que el laboratorio necesitaba mucho más espacio para poder expandirse", detalla Osvaldo.
Eso se logró inicialmente en los 5.800 m2 de la nueva planta de Belloto Norte, con más de 150 empleados, donde la producción creció de manera exponencial. De modo que en el año 2005 la empresa adquirió en un remate de Corfo otros 27 mil m2 de terreno, lo que le permite tener actualmente instalaciones del orden de los 13 mil m2, donde operan las plantas farmacéutica, de principios activos, de alimentos y suplementos -correspondientes a Industria procesadora de alimentos Knop Limitada-, así como un centro de innovación, donde trabajan aproximadamente 300 personas.
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl