"EL FES es peor que el CAE y va a causar un daño irreparable al sistema"
El proyecto de Financiamiento de la Educación Superior (FES), que reemplazará al Crédito con Aval del Estado (CAE), ha generado reparos por parte de la Corporación de Universidades Privadas y también por parte de Vertebral, que agrupa a los insitutos profesionales y a los centros de formación técnica, que se quejan porque les quitarán autonomía, opinión que comparte el rector de la Universidad Viña del Mar (UVM), Carlos Isaac.
"La visión mía, y en general de las universidades privadas, es que es un proyecto que es peor que lo que teníamos antes, que es peor que el CAE, y que va a causar un daño irreparable al sistema de educación superior, principalmente al sector privado, que no recibe aportes basales del Estado", advierte Isaac.
- ¿En qué se manifestaría ese daño irreparable?
- Por un lado, para los estudiantes, que es lo más importante, se está creando un impuesto al graduado, es decir, que los estudiantes, una vez que se titulan, van a tener que pagar un impuesto durante 20 años, y finalmente va a terminar siendo, en varios casos, mayor que el costo que tuvieron sus estudios. Por lo tanto, van a pagar más que si tuvieran el crédito anterior del CAE, algunos estudiantes van a terminar pagando tres o cuatro veces lo que costó su carrera durante este periodo que van a pagar impuesto. Eso, sin duda, va a ser perjudicial para los estudiantes, también va a promover la informalidad, porque en el fondo, para evitar el impuesto es mejor no tener un contrato para que no me descuenten el impuesto. Y eso al final se va a traducir en que no está claro si este proyecto de ley, como queda instalado, va a ser sostenible en el tiempo, si realmente se va a poder financiar al cabo de cinco o diez años. Y nosotros tenemos dudas, por supuesto, que son razonables, sobre si los cálculos económicos de este proyecto están bien hechos. No hemos tenido tan buena experiencia en el último tiempo con los cálculos de proyectos de ley.
- ¿Y en el caso de las universidades habría algún daño también? Por ejemplo, el presidente de la Corporación de Universidades Privadas decía que iba a afectar la autonomía...
- Claro, porque pasa lo siguiente: ya la gratuidad afecta la autonomía de las instituciones, porque con los aranceles regulados te bajan los ingresos, y por otro lado, también te limitan el crecimiento. Se empiezan a tomar decisiones centralmente de cómo se desarrolla tu universidad. En el caso del FES hay un perjuicio económico para las instituciones privadas de más de 350.000 millones de pesos al año. Ese perjuicio obviamente va a afectar la calidad de los proyectos educativos, como cada una de las universidades lo tiene definido. Y la idea de un proyecto diverso en educación es que cada universidad tenga su propio proyecto y que lo pueda desarrollar a plenitud, pero con estas limitaciones presupuestarias que no permiten que los estudiantes tengan un copago, como sí lo tiene el CAE hoy día, va a tener esta merma económica importante y, finalmente, las instituciones van a poder llevar a cabo con mucha dificultad sus proyectos educativos, y finalmente, también van a quedar sometidas a aranceles regulados y a crecimiento. Entonces, van a quedar muy limitadas en su desarrollo y en poder proyectar el futuro. Bueno, y esto al final se parece, esto de que no se permita copago, a lo que se hizo con los liceos a nivel nacional, que se eliminó el que las familias puedan aportar al desarrollo, a la educación de sus hijos, y ya sabemos cómo terminó eso ya. Le sacaron los patines a los liceos y ahora, al parecer, le quieren sacar los patines a las universidades.
- La UVM no tiene gratuidad. ¿Aun así se verían afectados por el tema de la autonomía?
- Claro, porque el FES va a reemplazar el CAE, y eso tiene un impacto bastante grande en el financiamiento de los proyectos de la universidad. Las universidades no solamente tienen que formar a los estudiantes, sino que también tienen que investigar, tienen que hacer vinculación con el medio, tienen que hacer creación artística, y sin poder contar con ese financiamiento, todo ese proyecto educativo se ve afectado y, finalmente, no podemos desarrollar el proyecto que nosotros nos hemos propuesto como comunidad.
- O sea, ¿finalmente serían afectados por el tema de los aranceles regulados?
- Claro, los aranceles regulados que van a ser aplicados en el FES, porque si se elimina el CAE y viene el FES, el FES viene con aranceles regulados. El CAE también tenía aranceles regulados, pero permitía que las familias aportaran también, hicieran un copago. El FES no lo permite, y los aranceles regulados vienen a la baja para la educación privada.
- En ese sentido, el ministro de Educación hizo una comparación entre universidades estatales y privadas por el tema de los aranceles regulados. Dijo que a veces obtienen incluso mejores resultados las universidades estatales, que tienen unos aranceles menores, y apuntó a un precio justo de las carreras. ¿Cuál es su visión respecto a aquello?
- Los aranceles regulados de las estatales son mayores, en promedio, porque cada universidad es distinta. Y además, ellos tienen aportes basales, reciben al año cerca de 800 millones de dólares para hacer sus proyectos. Tienen aranceles regulados más altos y hemos visto los problemas económicos, a pesar de todo eso, que han tenido las universidades estatales. Este año, a los aranceles regulados de gratuidad hubo un traspaso de financiamiento, porque finalmente no es transparente como se calculan los aranceles regulados, y hubo un traspaso del sistema privado al estatal, que es bastante oneroso con los aranceles regulados. Solamente moviendo los aranceles regulados se hace un traspaso de plata desde el sector privado al sector estatal. Al final, esto parece que las universidades privadas están financiando la ineficiencia de las universidades estatales.
- ¿Ustedes esperarían algún aporte estatal a las universidades privadas a raíz de esto?
- No, nosotros no quisiéramos tampoco eso, porque nosotros queremos tener la autonomía. El Estado no debería seguir financiando más con aportes a las universidades, simplemente permitir que las familias puedan aportar a la educación de sus hijos, si sabemos que en educación los aportes que se deben hacer es sobre todo a la educación parvularia, primaria y secundaria, y sabemos que invierte mucho más el Estado en un estudiante de nivel de educación superior que de nivel escolar, y eso es lo que está produciendo la inequidad en el sistema chileno.
- ¿Han podido plantear estos reparos en alguna instancia, ya sea en el Ministerio o en el Congreso?
- Sí, por supuesto, lo hemos planteado directamente al ministro, al subsecretario de Educación Superior, en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, todavía no ha llegado al Senado, esperamos que en junio llegue al Senado y ahí poder plantearlo también a la Comisión de Educación del Senado. Pero lo que pasa es que este proyecto tiene otra parte, tiene una segunda parte, hay una parte de financiamiento que reemplaza al CAE, pero otra parte tiene que ver con la condonación del CAE, entonces, y ese es el caballo de Troya que se produce en este proyecto de ley, porque tiene una parte que es muy bien vista, muy positiva, que tiene que ver con la condonación de la deuda de muchas familias chilenas, pero el impacto no va a ser el que se espera, o el que se prometió todos estos años, va a ser mucho menos, porque todos sabemos que los fondos públicos no gozan de muy buena salud. Pero esa parte es la que lee primero el proyecto, la condonación del CAE, pero lo que viene de atrás es el cambio de financiamiento, que es lo que produce todos los daños que hay en el Senado.
- ¿Qué disposición han visto a que sean acogidos todos estos planteamientos?
- Nosotros esperamos que en el Senado sean bien acogidos y que realmente podamos tener una discusión con toda la información a la mano para velar por la calidad de la educación superior. Nosotros hemos hecho informes, hemos entregado minutas, hemos entregado información en todas las instancias, y hasta ahora ha seguido avanzando sin ningún cambio. Pero nosotros creemos que en el Senado va a existir la posibilidad de poder discutir este tema con mayor profundidad.
"Los estudiantes, una vez que se titulan, van a tener que pagar un impuesto durante 20 años y, finalmente, va a terminar siendo, en varios casos, mayor que el costo que tuvieron sus estudios".