LA TRIBUNA DEL LECTOR Las glorias navales en el arte
POR JORGE SALOMÓ FLORES, HISTORIADOR
La exaltación de las figuras heroicas tiene grandes exponentes de la pintura, que plasmaron las circunstancias de los combates de Iquique, Angamos y otros capítulos patrióticos en sus pinturas. Destacamos algunos artistas.
Thomas Somerscales (1842-1927), artista inglés radicado en Chile entre 1869 y 1892, pinta el "Hundimiento de la Esmeralda durante la batalla de Iquique". El notable marinista representa el dramático acontecimiento bélico naval, con el Huáscar a plena potencia ante la embarcación chilena que comienza a escorarse. Otra de sus obras da cuenta de la muerte de Arturo Prat, apoyado en su espada sobre la cubierta del monitor peruano comandado por Miguel Grau.
Somerscales arriba a Valparaíso afectado por las consecuencias de una malaria que pudo ser mortal. El descanso en nuestro puerto ayuda a su recuperación. Meses después se integra a la planta docente del Valparaíso Artizan School y del Colegio Mackay en el cerro Alegre, donde cumple funciones como profesor de dibujo y se inspira en el paisaje de Chile central y los faldeos cordilleranos, y en temas historicistas como los combates navales.
Álvaro Casanova Zenteno (1857-1939), discípulo de Somerscales, aprovecha su experiencia en el campo naval y su paso por Italia para plasmar testimonios de época. En 1882 cumple tareas en Francia, en misión secreta para defender la posición internacional chilena en pleno desarrollo de la guerra, con el ejército nacional instalado en Perú. Corresponde a este exclusivo y reducido núcleo de marinistas en la pintura chilena, que representan motivos historicistas usados ampliamente durante el siglo XX como complementos educativos en los textos históricos que requerían ilustrar los acontecimientos de los principales momentos heroicos de la lucha por la independencia, la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana y algunas instancias de la Guerra del Pacífico. Corresponden a lo que en el género pictórico se denomina alegorías, por el romanticismo que inspira cada tema, alimentados por un sentido patriótico que otorga verosimilitud a los acontecimientos y al liderazgo exaltado de José de San Martín y Bernardo O'Higgins en los combates independentistas de Maipú y Chacabuco, de Ignacio Carrera Pinto en La Concepción y de Arturo Prat en la rada iquiqueña.
Manuel Antonio Caro (1835-1903) y Juan Francisco González (1853-1933) han legado sendos retratos de Arturo Prat Chacón. El billete de $10.000 populariza el rostro del héroe, inspirado en la imagen que Caro entrega en la colección de la Armada de Chile, existente en la comandancia de la Primera Zona Naval en Valparaíso.
Fray Pedro Subercaseaux (1880-1956) nos entrega cuadros simples, ilustrativos, que enfatizan el papel del héroe que entrega la vida por su nación. Su padre, Ramón Subercaseaux Vicuña, forma parte de los pintores diplomáticos junto a Alberto Orrego Luco. Su madre, Amalia Errázuriz, tiene una notable presencia en los salones sociales y culturales de Chile y Europa, llegando a ser retratada en 1880 por el pintor inglés John Singer Sargent. Por ende, Pedro Subercaseaux conoce el mundo artístico de la belle époque europea, especialmente en París, y visita museos con artistas románticos que influyen en su temática historicista, como Théodoro Géricault, Antoine Jean Gros y Eugène Delacroix.
El tema marinista no es habitual en el arte universal. Grandes maestros como Miguel Ángel, Leonardo, Tiziano, Velázquez, Goya, no ofrecen obras que den cuenta de su visión del mar en su época. Rembrandt sólo representa escenas de bahías, como lo hace también el artista francés Claude Lorain. El inglés William Turner pinta escenas de tempestades sin llegar a representaciones históricas.
Por ende, cobra especial significado enfatizar el valor, la importancia y la influencia que tienen en nuestro imaginario las pinturas de la Guerra del Pacífico que podemos observar en la colección de la pinacoteca naval, en el Museo de Historia Naval y Marítima de Valparaíso, reparticiones y dependencias de la Armada -que incluyen cámaras de sus buques- o en el Museo Histórico Nacional. La conmemoración de los acontecimientos del Combate Naval de Iquique, y próximamente del Día de los Patrimonios Culturales, constituye una motivación interesante para visitar nuestros importantes museos porteños y encontrarnos con algunos de los artistas citados, y con el valor que otorgan a nuestros momentos culminantes de la historia nacional, a través de sus alegorías.