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ENTREVISTA. Raúl Zurita, poeta:

"La inteligencia artificial puede ser la máxima creación artística de este tiempo"

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Convencido de que "la poesía es la esperanza de lo que no tiene esperanza", el poeta Raúl Zurita, uno de los mayores autores vivos en castellano, reflexiona sobre el valor y el porvenir de los versos frente a los desafíos que emergen en el "feroz" mundo actual.

"Mientras haya un solo ser que sufre, la poesía seguirá siendo el arte del futuro", dice a Efe Zurita, quien ha podido constatar durante los más de cincuenta años que ha dedicado a la escritura que "la poesía significa el sueño de algo mejor" y que, sin ese sueño, "nadie resiste ni un minuto".

"La poesía no puede parar una dictadura, una guerra, el trabajo esclavo o el narco, pero sin la poesía ningún cambio sería posible", añade, pensando en el sentido de versos en un mundo que, lamenta, "es aterrador, porque te hace escribir sobre cosas que hubiese sido mejor no escribir nunca".

"Escribimos poemas porque no hemos sido felices", admite recordando el régimen de Pinochet, un periodo al que se refiere como "noche" y que marcó la vida del que entonces era un estudiante de ingeniería civil, para quien la poesía se convirtió en una suerte de "autoafirmación" y en "la única manera de pararse frente a lo que estaba pasando".

"Partir del terror"

Siguiendo una "forma de lucha" que buscaba "ponerle al horror toda la violencia que puede tener la belleza", Zurita compuso 'Purgatorio', poemario que inauguró una abundante trayectoria literaria reconocida por premios como el Nacional de Literatura 2000, Pablo Neruda 2016 o Reina Sofía 2020.

"Hay que partir del terror, de las propias carencias y faltas, de todo lo que uno necesita y que no tiene, o todo lo que ve que necesitan otros y no tienen. (Hay que) socavarse, romperse para, desde ahí, empezar a ver de nuevo", explica.

Con esa intención escribió libros como 'Anteparaíso', 'Canto a su amor desaparecido' o 'La vida nueva', obras que repasa desde su casa, su "pequeño oasis de paz" en Santiago, a los 75 años, habiendo llegado al final de su recorrido poético con la calma de pensar que como artista hizo "todo lo que tenía que hacer".

Fascismo e IA

Zurita ya no escribe, pero es consciente de que dio con su pluma una "lucha permanente" que debe seguir "cada segundo, cada día".

"Está emergiendo un mundo muy horrible", advierte señalando el "renacimiento del fascismo", un fenómeno "tremendamente peligroso" del que también es testigo en Chile: "Nunca hemos sido muy solidarios, pero ahora somos tremendamente insolidarios. Nunca hemos sido unos individualistas, pero ahora hay un individualismo extremo. Siempre nos han gustado cosas banales, pero nunca más banales que ahora".

Zurita, sin embargo, reconoce que todavía conserva la esperanza porque "si no, ya habría muerto", y espera que la suma insistente de "pequeñas y pálidas victorias" haga que "esta humanidad sea digna del universo que habita".

Para ello se abre incluso al aporte de la inteligencia artificial (IA): "Mientras tenga una parte que arregle este mundo, está bien".

"Me preocupa si es terrible, pero ¿qué más terrible que nosotros?", reflexiona el autor, quien opina que "la IA puede ser la máxima creación artística de este tiempo" y asegura que, si pudiese "construir los mejores poemas del mundo", le "encantaría" leerlos.

último sueño: la Antártica

La poesía de Zurita ha trascendido más de una vez las páginas de sus libros. En 1982 escribió 'La vida nueva' en el cielo de Nueva York, en 1993 excavó 'Ni pena ni miedo' en el desierto de Atacama, y en 2024 proyectó 'Verás' en los acantilados del norte de Chile.

Ahora, el poeta deja volar de nuevo su imaginación y revela su último sueño: "Quisiera escribir una poesía sobre los paredones de hielo de la Antártica".

"No sé si tendré la fuerza para hacerlo", reconoce, pero tiene claro que, si lo logra, los versos acabarán con el que él bautiza como su "poema final": "Entonces, aplastando la mejilla quemada / contra los ásperos granos de este suelo pedregoso / -como un buen sudamericano- / alzaré por un minuto más mi cara hacia el cielo / hecho un madre llorando / porque yo que creí en la felicidad / habré vuelto a ver de nuevo las radiantes estrellas".

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Chile, con 'La misteriosa mirada del flamenco', gana Gran Premio 'Una cierta mirada' de Cannes

CINE. Diego Céspedes superó a ópera prima de Scarlett Johansson: "Nunca pensé que íbamos a ganar".
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"La misteriosa mirada del flamenco", del chileno Diego Céspedes, se llevó ayer el Gran Premio de Una cierta mirada, la segunda sección en importancia del Festival de Cannes.

"Creo que se abren nuevas puertas y que las nuevas visiones están ahí, está el talento en Chile y desde todas partes lo digo, tenemos que verlo más", afirmó Céspedes a Efe.

Y también es un triunfo para América Latina, "sobre todo para toda la comunidad LGTBI+ en Latinoamérica", agregó.

"Estoy muy contento, nunca pensé estar acá, nunca pensé en que íbamos a ganar el premio principal de Una cierta mirada", continuó y dedicó el premio "a todas nuestras compañeras travestis de Chile, que siguen resistiendo, que las siguen matando, que siguen peleando por sus derechos. Esto es para ellas, están acá, están en Cannes. Y ganaron, ganamos...".

"La misteriosa mirada del flamenco" es la ópera prima de Diego Céspedes y es un western queer atravesado por elementos mágicos que transcurre en un pueblo minero del norte de Chile.

Allí, un grupo de mujeres trans formó una pequeña familia y adoptado a una niña abandonada. Pero la comunidad y los mineros las miran con terror debido a la leyenda de que enamoran a los hombres y les transmiten, simplemente con la mirada, una misteriosa enfermedad.

Entre las películas que competían en esta sección estaban otros dos debuts tras las cámaras: Scarlett Johansson, con "Eleanor, la grande", y Krsiten Stewart, con "The Chronology of Water".