Agencias

El 34° Juzgado del Crimen de Santiago resolvió sobreseer total y definitivamente al actor Cristián Campos, luego de la denuncia por abusos sexuales interpuesta por su hijastra, la psicóloga Raffaella di Girolamo. La resolución fue dictada por el juez Edgardo Gutiérrez, quien sostuvo que, pese a que los hechos denunciados efectivamente ocurrieron, la acción penal se encontraba prescrita, extinguiendo así la responsabilidad legal del reconocido intérprete.

La querella había sido presentada en marzo de 2023 por la Fundación Para la Confianza, representando a Di Girolamo. Los hechos investigados datan de entre 1989 y 1995, cuando la víctima tenía entre 11 y 17 años.

Episodios

El fallo judicial detalló tres episodios específicos, considerados actos de "evidente vulneración sexual": un primer episodio en 1989, cuando la víctima tenía 11 años; otros ocurridos entre 1991 y 1992, durante la adolescencia de la denunciante, bajo la excusa de realizarle masajes para un curso que "supuestamente el imputado estaba realizado"; y un último episodio en 1995, cuando Campos habría dormido desnudo junto a la víctima, quien no se percató de la situación.

El magistrado analizó exhaustivamente los antecedentes reunidos, considerando 12 aspectos que incluyeron "el entorno familiar y el vacío de apego primario", "la progresión de intervenciones físicas normalizadas", las secuelas emocionales, "la sospecha de sedación como expresión extrema de control y sometimiento", "el vínculo relacional entre la víctima y el imputado con posteridad a la separación", y las develaciones hechas por la víctima a su entorno cercano, específicamente a su madre y a sus hermanos.

Según explicó en su resolución, los relatos eran consistentes y coherentes con las demás pruebas incorporadas al proceso, confirmando la existencia de los actos denunciados. Sin embargo, subrayó que el plazo de prescripción de cinco años, según la legislación chilena, se encontraba sobradamente cumplido, por lo que no era posible dictar condena.

Eventual apelación

La defensa de Cristián Campos, encabezada por el abogado penalista Carlos Cortés, sostuvo durante todo el proceso la inocencia del actor y ahora evalúa apelar (ante la Corte de Apelaciones) para modificar los fundamentos del sobreseimiento. Según su postura, no corresponde que el fallo establezca que los hechos existieron, ya que sostienen que nunca ocurrieron.

Sin embargo, el fallo firmado por el juez Gutiérrez Basualto dice que "dicho comportamiento del sujeto activo importa el conocimiento de los elementos del tipo objetivo de la figura penal de abuso deshonesto y la voluntad manifiesta de realización".

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"En Chile hay una enorme cantidad de bandas emergentes que con dificultad se abren espacio y que van quedando en el camino, en nichos, tratando de salvar muros a veces infranqueables", dice el cantautor viñamarino Alejandro Lecaros, quien ha vivido en carne propia las dificultades de hacer carrera en la música nacional.

Pese a dicha adversidad, Lecaros persiste en forjarse un camino en el mundo artístico. Hoy ha optado por el rock alternativo, trabajando actualmente con el productor musical Ricardo Bustos y Sebastián Rehbein.

Después de haber pasado por otros géneros musicales, hoy busca que sus canciones, además de motivar desde el rock, cautiven por letras de corte más bien existencialistas, tal como ocurre con su último tema, "Escarcha sin piedad", buscando conectar lo personal con lo colectivo, lo lírico con lo emocional, con un formato que apela "a una experiencia sensible desde la energía del rock".

Frente a las dificultades de la escena musical, asegura que "aquí no todo lo tiene que hacer el Estado, debe haber un mix, hay responsabilidades compartidas y también generar cambios culturales que apoyen la producción nacional. Mon Laferte y tantos otros triunfaron afuera, no por nada".

¿Cómo seguir y no morir en el intento? "Por el momento, todos los emergentes intentamos buscar espacios a través de Spotify, pero evidentemente faltan lugares para cantar en vivo, para mostrar las producciones nacionales. (...) Es imperioso profesionalizar las bandas y para ello se requiere apoyo, tanto como poder optar a espacios y lugares para tocar".

La exposición itinerante "Forjadoras de Valparaíso", impulsada por el Museo Baburizza y Duoc UC Sede Valparaíso, es un acto de restitución histórica que reivindica a once mujeres cuya visión y trabajo cimentaron el Valparaíso que hoy habitamos. Al llevarse a liceos y colegios de la región, este proyecto es una invitación a las nuevas generaciones para la comprensión del rol histórico de mujeres y su importancia prospectiva en el empoderamiento cultural.

Perpetuar esta iniciativa debiese ser ineludible, en primer lugar por la reparación de omisiones históricas, como las figuras de María Graham o Juana Ross Edwards -que documentaron el devastador terremoto de 1822 y fundaron hospitales tras el sismo de 1906, respectivamente- y que quedaron borradas de los relatos oficiales, pese a sostener la supervivencia comunitaria. La iniciativa también subraya el poder de la educación y la organización con ejemplos como Isabel Caces de Brown y María Franck de MacDougall, quienes financiaron y dirigieron instituciones para la formación secundaria y académica de mujeres. Micaela Cáceres fundó el primer sindicato mutualista de obreras en Sudamérica, demostrando que la sororidad organizada puede transformar condiciones laborales. Otro aspecto relevante del proyecto es el rescate de la creación y la memoria, con ejemplos de Celia Castro, cuya mirada retrató, con melancolía, las "Playeras" y "Uvas", hasta la música de Margot Loyola y Lucy Briceño, guardianas de cuecas y tonadas de nuestra identidad colectiva. El activismo jurídico de Matilde Brandau Galindo anticipó la reforma de 1925 que extendió derechos civiles a las mujeres. El trabajo de Myriam Waisberg sobre patrimonio urbano hizo posible la declaración de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad y la pluma íntima de Sara Vial tradujo en versos la "ciudad indecible", conminándonos a repensar nuestra geografía emocional.

Esperemos que el proyecto "Forjadoras de Valparaíso" continúe su circulación (contribuyamos a ello), pues este plantea el desafío de convertir este homenaje en un punto de partida para que medios, museos y escuelas adopten las memorias de mujeres como elemento estructural de sus narrativas, para hacer del protagonismo femenino parte crucial en el eje de nuestro relato cultural, donde las políticas culturales pueden dejar de ser un marco genérico y transformarse en una real diversidad de "voces" de Valparaíso como territorio de memoria viva y conocimientos polifacéticos.

Samuel Toro Contreras, licenciado en Arte, doctor en Estudios Interdisciplinarios