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PSG o Inter de Milán. Luis Enrique o Lautaro Martínez. Dos estrellas, líderes de dos equipos que persiguen un éxito que merecen: levantar la Champions League. El técnico español visualiza la primera 'orejona' de la historia de su club, mientras el delantero argentino roza el sueño de alzar el gran título a nivel de clubes. Sólo uno de ellos saldrá victorioso hoy en el Allianz Arena de Múnich.

Tras caer ante el Bayern en 2020, los parisinos comparecen con un equipo engrasado, con una armada de 'Lucho' joven y prometedora, que se caracteriza por su asfixiante presión y su desbordante poderío físico. Ninguna pieza le falta al DT español para buscar la primera Champions

"Mi mayor motivación es hacer historia en París. Eso significa dar una alegría inmensa a un club y a una ciudad. El resto forma parte del camino. Soy un afortunado por estar aquí, por jugar este partido. Aceptaré lo que el fútbol depare, aunque lo vamos a dar todo", dijo. "Estamos preparados y no tenemos miedo", agregó

El año pasado se quedó en el escalón previo y ahora, con un equipo más conjuntado que en escasas ocasiones ha lamentado la ausencia de Kylian Mbappé, no se ven fisuras en su plan.

Es un equipo en el que, más allá de la del técnico, no asoma ninguna cabeza, ni siquiera la de su reinventado delantero Ousmane Dembélé, para quien el club no ha hecho campaña por el Balón de Oro.

Ayer, el DT mantuvo una animada charla con él en el entrenamiento previo a la final.

"Siento un gran orgullo por estar aquí. Hemos trabajado mucho. No ha sido fácil, especialmente al inicio. Cambiamos la dinámica y es un placer porque no sabes si vas a volver a vivir este momento. Lo vivimos con seriedad, pero disfrutando. Desde niño sueño con jugar este partido. Son momentos que nunca voy a olvidar", dijo Dembélé.

Sueño del "toro"

Pero "Lucho", Dembelé y compañía tendrán que superar a todo un Inter. Un proyecto que, a diferencia del PSG, no fue concebido para ganar la 'Champions', pese a que en los últimos años se ha granjeado el derecho absoluto a sentirse protagonista en Europa y a soñar con la cuarta 'orejona' de su palmarés, esa que falta desde 2010 y que se le escapó en 2023, cuando perdió ante el Manchester City.

Esa es la gran espina que tiene clavada el combinado de Simone Inzaghi, un equipo creado a su imagen y semejanza. Compacto atrás. Vertiginoso en ataque. Con calidad en el centro del campo. Y con una idea de juego muy clara, conocida por todo un vestuario que rema en la misma dirección, que repite casi en su totalidad la experiencia de vivir una final de este nivel.

El líder, claro, es Lautaro. El de Bahía Blanca, capitán 'nerazzurro' desde hace dos temporadas, tiene una espina clavada en su carrera. Ha ganado casi todo lo que un futbolista puede ganar. El Mundial, la Copa América y la Finalísima con Argentina; la Serie A, la Copa Italia y la Supercopa italiana con el Inter.

Le falta sólo triunfar a nivel continental con el club que lidera. Perdió la final de la Europa League 2019-2020, ante el Sevilla (3-2); y la final de la misma Champions League 2023, ante el City (1-0). Es su gran sueño. Y no está dispuesto a dejarlo escapar.

Llega en su mejor momento. Es historia viva del club al ser el máximo goleador del Inter en Liga de Campeones con 21 dianas y máximo goleador extranjero de la historia del club con otras 151.

Confiados en el repunte anímico y futbolístico que han mostrado en las últimas semanas, lo que les permitió golear a la Unión Española en Santa Laura y rescatar una agónico punto ante Cobresal, se presentará esta noche el elenco de Everton en Sausalito, cuando, a partir de las 20.00 horas, reciba al líder exclusivo de la Liga de Primera, el sorprendente Audax Italiano.

Con sólo 10 unidades en la tabla de posiciones (contra los 25 que suman los itálicos), en el interior de Everton están conscientes de que su principal objetivo, de momento, sigue siendo el zafar de una zona de descenso en donde -hoy en día- sólo superan a los colistas Unión Española (6) y Deportes Iquique (5), elencos que al dejar de participar en la Copa Sudamericana, podrán abocarse de lleno a salir del fondo de la tabla.

En relación a lo que será el pleito de esta noche ante Audax Italiano -rival que no contará con su máxima figura, Leonardo Valencia (suspendido por amarillas)- el volante de Everton, Benjamín Berríos, señaló que "la motivación, obviamente está, pero más que por enfrentar al puntero, es por nosotros y por mostrar un buen juego, ya que nuestro mayor interés pasa por encontrar una identidad de equipo que nos permita salir de los puestos de abajo".

Cabe recordar que los últimos 4 pleitos entre itálicos y viñamarinos (en Sausalito y La Florida) los ganó Everton.

Una mala noticia llegó ayer desde Avellaneda para Ricardo Gareca. El volante creativo Luciano Cabral sufrió una lesión y lo más probable es que no esté en condiciones para ser parte de la doble fecha clasificatoria que arranca la próxima semana, cuando la Selección Chilena se enfrentará ante Argentina en el Estadio Nacional y luego ante Bolivia en El Alto.

El jugador fue titular en el 7-0 con que su club, Independiente, venció el miércoles a Nacional de Potosí por la Copa Sudamericana. Cuando salió, el nieto de un chileno fue recubierto con una vistosa venda de hielo. Ayer, el club emitió el diagnóstico en sus redes sociales.

"El jugador sufrió una distensión en el ligamento colateral interno de la rodilla derecha y ya se encuentra haciendo reposo deportivo", informó la institución.

Hasta el cierre de esta edición, desde la ANFP no informaba sobre un posible reemplazante. En Juan Pinto Durán los seleccionados mantuvieron ayer sus rutinas de entrenamiento para los duelos.

En el grupo hay varios con destino incierto para la próxima temporada. Ayer, por ejemplo, La Tercera aseguró que Francisco Sierralta dejará el Watford, de la segunda división inglesa, para recalar en el Auxerre, en la Ligue 1 de Francia, traspaso que se concretará a cambio de 3,4 millones de dólares por cinco años.

Desde Argentina, en tanto, TyC afirmó que River Plate volverá a la carga para convencer a Gabriel Suazo, que terminó su contrato en el Toulouse francés.