Correo
Problema moral
El caso de las licencias fraudulentas que ha remecido al país en los últimos días, ha destapado una falencia que arrastramos desde hace años: un problema moral. Chile atraviesa un período en el que la cultura predominante es "la del más vivo", y lo podemos observar en los miles de funcionarios que han renunciado antes de ser sumariados, con el fin de poder volver a trabajar en la administración pública en el futuro. Pero no ocurre sólo entre compatriotas, pues a la lista se suman los 41 médicos extranjeros que, en conjunto, recetaron 98 mil días de reposo, para posteriormente salir del país antes de ser debidamente investigados.
Ante esta hipocresía podemos deducir que la solución jamás fue contratar a 120.843 funcionarios públicos adicionales (hasta el momento), como lo hizo este Gobierno, sino aumentar las fiscalizaciones a los funcionarios ya existentes y por sobre todo impulsar un cambio cultural hacia una sociedad más honesta.
Tomás Ojeda Aravena Fundación para el Progreso
Mayor fiscalización
Han salido a la luz múltiples casos de funcionarios públicos que viajaron al extranjero con licencias médicas. Esto evidencia los nulos controles internos que existen dentro de las instituciones, así como la falta de ética y profesionalismo de los funcionarios involucrados. Por ello es necesario fiscalizar rigurosamente, realizar sumarios y no aceptar las renuncias antes de que estos procesos concluyan, ya que, de lo contrario, todo quedará en nada.
No basta con aumentar las sanciones, también es primordial prevenir estas situaciones fortaleciendo los controles hacia los funcionarios que solicitan la licencia y los profesionales que las emiten.
Martín Álvarez
Natalidad en caída
La reciente cifra entregada por el INE -una tasa global de fecundidad de 1,03 hijos por mujer a nivel nacional, y de apenas 0,92 en Santiago- encenderá nuevamente las alarmas sobre el dramático descenso de la natalidad en Chile. No faltarán quienes, con justa preocupación, exijan respuestas urgentes y propongan importar políticas públicas aplicadas en otros países donde se ha intentado revertir esta tendencia.
Sin embargo, suponer que recetas que pueden haber tenido éxito en otros lugares pueden aplicarse sin más a nuestra realidad es un error. Las decisiones reproductivas están profundamente arraigadas en contextos culturales, económicos, sociales y emocionales específicos. Lo que se necesita, y con urgencia, es un diagnóstico serio, sistemático y científicamente fundado que delinee nítidamente lo que ocurre en el país. Responder qué motiva a las pocas parejas que aún desean tener dos o más hijos o qué barreras enfrentan quienes querrían hacerlo pero no pueden, son insumos claves que el mundo académico debe entregar al político para establecer qué haremos en Chile.
Sólo comprendiendo con profundidad las razones detrás de nuestras cifras podremos diseñar políticas públicas eficaces y pertinentes. Sin ellas, toda medida será, en el mejor de los casos, una apuesta.
Sebastián Illanes López Profesor titular, Facultad de Medicina, Universidad de los Andes, Visiting Professor, Yong Loo Lin School of Medicine, National University of Singapore
Pilar solidario
Nuestro sistema de capitalización individual, desde sus inicios en el año 1981, siempre contó con el pilar solidario, por lo que es un error sostener que este se creó en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, con la reforma previsional del año 2007.
Durante más de 25 años existieron las recordadas "pensiones asistenciales", las cuales tenían una cobertura muy baja, cerca del 20%, y montos de pensión muy menores. También el pilar solidario consideraba las pensiones mínimas garantizadas para quienes tuvieran al menos 20 años de cotización, que entregaba una pensión mínima, independiente de los ahorros de los trabajadores, financiada por el Estado.
El perfeccionamiento del pilar solidario en la reforma previsional del año 2007 fue un tremendo avance en materia previsional. Esta y el posterior fortalecimiento con la pensión garantizada universal del año 2022 han sido un apoyo esencial y valorado por nuestros pensionados, pues se aumentó considerablemente la cobertura de beneficiados y el monto de la pensión.
Eduardo Jerez Sanhueza
Compromiso colectivo
Mayo, el mes del reciclaje, nos ha invitado a reflexionar sobre nuestra relación con los residuos en Chile, un tema abordado en diferentes instancias y espacios que no parecen ser suficientes. Pese a los avances de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) -cuyo Decreto de Envases y Embalajes comenzó a implementarse hace 19 meses-, la participación ciudadana sigue siendo insuficiente.
La encuesta "Reciclando Ando 2024" revela que el cuidado ambiental es sólo la décima prioridad para los chilenos, y apenas un 16% de los encuestados está familiarizado con la Ley REP y lo que esta requiere de parte de la ciudadanía. Este desinterés y desinformación son preocupantes en un país como el nuestro, donde la correcta gestión de residuos es fundamental para el cuidado de ecosistemas tan ricos y diversos como el desierto de Atacama o los hielos patagónicos.
Mirando la experiencia de países como España, Bélgica o Alemania, que nos llevan varias décadas de ventaja, no hay duda de que la Ley REP es una herramienta clave para avanzar hacia una economía circular y, aunque en estos meses ha enfrentado desafíos, como la baja recolección de residuos desde los hogares y la falta de incentivos para reciclar, parte importante del cambio depende de todos nosotros: limpiar, aplastar y entregar nuestros residuos reciclables en puntos limpios es un esfuerzo ciudadano esencial para que el proceso de reciclaje funcione.
La Ley REP impulsa la gestión de residuos, pero requiere de un compromiso colectivo para evitar que estos terminen en vertederos. Desde Asipla hacemos un llamado a generar el hábito cotidiano de reciclar y a tomar conciencia del impacto que tiene la generación de residuos que, en el caso de Chile, corresponde a 1,2 kg de residuos sólidos diarios por persona. Es por eso que, por la conservación de nuestras ciudades, nuestros mares, nuestros desiertos y el Chile que queremos heredar, el cambio empieza en casa y por cada uno de nosotros.
Magdalena Balcells Gerenta general Asociación Gremial de Industriales del Plástico (Asipla)