"Idealmente, en unos dos años más, el proyecto debería ya entrar a evaluación ambiental"
Vizcachitas es uno de los proyectos greenfield más importantes de la minería en Chile, por la cantidad y calidad del mineral que se encuentra en el yacimiento. Su desarrollo contempla una inversión de US$ 2.400 millones y producirá cobre, molibdeno y plata durante una vida útil de al menos 26 años, proyectando un aumento del 3% en el PIB de la Región de Valparaíso.
Estará ubicado a 46 kilómetros de Putaendo, en el sector cordillerano, cerca de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Según se estima, producirá 180.000 toneladas de cobre fino en los primeros ocho años y después una cantidad de 150.000 en promedio, siendo un poco más pequeño que Andina, pero igualmente clasificado como una iniciativa de la gran minería.
Desde que se inició su desarrollo, la iniciativa también ha sido objeto de observaciones y reclamaciones por parte de vecinos y también del municipio local por diversas razones, entre ellas, el impacto que podría tener en el ecosistema local y, particularmente, en el recurso agua.
Prefactibilidad
El proyecto de la canadiense Andes Cooper fue presentado recientemente en el Concejo Municipal de Putaendo por el CEO de Vizcachitas Holding, Santiago Montt.
"Esta fue la primera vez que fuimos a contar lo que significa tener un proyecto de explotación minera, lo que significa la creación de trabajo, el comercio, todo lo que se llama el multiplicador minero con el encadenamiento productivo que genera para el Estado, pero sobre todo para la comuna. (...) Este es un diálogo que comienza, y lo acompaña un trabajo comunitario muy grande que hemos hecho en los últimos años y que vamos a seguir haciendo. Necesitamos contar qué significa para un territorio, contar con un proyecto serio y responsable como Vizcachitas", dijo.
- ¿Cómo ve el proyecto ahora respecto a unos años atrás?
- Hemos hecho un esfuerzo muy grande por llevar nuestro mensaje de la minería como motor de desarrollo sostenible. Hemos tenido más de 500 reuniones con organizaciones sociales, tenemos programas, puerta a puerta, en fin. Creo que hoy el país está con una mirada más de largo plazo; y en esa línea, pienso que hay consenso en que se necesita volver a crecer y que los proyectos de inversión, incluyendo los mineros, impulsan el desarrollo.
- ¿Cuáles advierte usted que son las principales complejidades que tiene el proyecto para su desarrollo?
- Diría que la gran complejidad es que en Putaendo no hay historia de gran minería hacia atrás. Entonces, no es lo mismo que llegar a una comuna que conoce este sector y sus virtudes. Tienes que convencerlos de que ese modelo mixto de agricultura y minería, donde la minería no desplaza la agricultura, sino que se apalancan, es virtuoso. Y la buena noticia es que existe la experiencia de comunas como Los Andes y Rancagua, donde este modelo funciona y no genera ninguno de los apocalipsis que algunas visiones tratan de plantear. (...) La minería hoy se puede hacer de manera responsable y sostenible.
- En este tipo de proyectos, una de las principales inquietudes es el agua, más aún en una zona donde la agricultura es una actividad básica. ¿Cómo lo van a resolver?
- En una comunidad que hoy es básicamente agrícola con un poco de pequeña minería, la preocupación por el agua es completamente fundamental. No vamos a consumir durante el proyecto de explotación agua continental, sino que será desalada. Luego, vamos a ser muy eficientes en su uso. (...) También tenemos en nuestro proyecto un túnel de desvío que tampoco supone un impacto ni en cantidad ni calidad del agua del río Rocín.
- El proyecto es compatible con otro modelo de desarrollo como el turístico o el mismo tema agrícola o ganadero.
- Exactamente. Yo diría que ese fue de los puntos más importantes que conversamos. La minería tiene este efecto multiplicador, con un encadenamiento productivo por un lado que tú puedes darle mucho dinamismo al comercio, a los servicios, hotelería, en fin, distintos rubros. Estos se van a ver directamente amplificados, dinamizados, y también en otros ámbitos que son muy importantes para Putaendo, como es, por ejemplo, el patrimonio.
- De todas maneras, hay que hacer un estudio de impacto ambiental que puede definir varias cosas.
- Nuestro proyecto necesita de todas maneras un estudio de impacto ambiental. Eso está fuera de toda duda. Estamos hablando de 180.000 toneladas anuales de cobre fino en los primeros ocho años y después 150.000 en promedio. Es un poco más pequeño que Andina. Este es un proyecto que definitivamente requiere de un buen estudio. Es una iniciativa grande y que tiene que dar todas las tranquilidades a la comunidad. Que se conozcan bien las líneas bases, los impactos, que ellos estén bien mitigados y, en último grado, también con las medidas de compensación que corresponden.
Plazos
- ¿Qué plazo estimado manejan ustedes para la concreción del proyecto?
- La minería es un proceso largo. Estos procesos de inversión de capital son extensos. Nuestro proyecto involucra una inversión inicial de 2.400 millones de dólares. Entonces, tomar la decisión de invertir o no esa cantidad de dinero toma bastantes etapas. (...) Este es un proyecto que tiene que seguir hacia adelante a lo que se llama la fase de factibilidad. Y ahí, con esos antecedentes ya se puede tener un estudio de impacto ambiental. Idealmente, este proyecto quisiera estar en esa etapa en unos 2 años a contar de ahora. Idealmente, estamos hablando de poder entrar con ese estudio hacia el 2027.
- O sea, estamos hablando de su eventual materialización entre 2030 y 2040.
- Exactamente, eso definitivamente. Este es un proyecto para los inicios de la próxima década. Por eso yo insisto mucho, y lo mencioné en el Concejo, respecto a que nosotros no estamos apurados, no estamos corriendo por un plazo. Al revés, estamos haciendo lo que recomiendan hacer las mejores prácticas, que es relacionarse con la comunidad, con los stakeholders, como se dice, conocernos, intercambiar ideas, tomar las opiniones que nos dan.
Compromisos
- En materia ambiental, ¿qué compromisos están dispuestos a asumir ustedes como empresa?
- El primero es el compromiso en cantidad y calidad de agua, que debe mantenerse. Pero más allá de eso, es el compromiso de llevar a cabo una operación responsable y sostenible, una operación que tiene pensada y que actúa con responsabilidad hacia su comunidad. En términos ambientales, el uso de agua desalada y sobre todo también una operación que se realice conforme a los estándares de la gran minería que están hoy en funcionamiento y que dicen relación con la compensación y la conservación ambiental.
- ¿Qué cifras económicas proyecta esta iniciativa en particular?
- Eso es interesante, porque la ley del royalty dio un primer avance bien importante en materia de descentralización fiscal. Haciendo unos cálculos muy genéricos, porque no es posible dar con los números exactos, uno podría esperar que, por ejemplo, el presupuesto municipal aumentaría más del 10% si Vizcachitas estuviera en este momento en operación. Después, en puestos laborales, en fase de operación, son 1.200 trabajos directos, más o menos 3.000 indirectos, y a eso hay que sumarle el multiplicador económico que tiene la minería en base al encadenamiento productivo que genera.
" En una comunidad que hoy es básicamente agrícola, con un poco de pequeña minería, la preocupación por el agua es completamente fundamental".
Santiago Montt CEO de Vizcachitas Holding
"Estamos hablando de 180.000 toneladas anuales de cobre fino en los primeros 8 años y después 150.000 en promedio. Es un poco más pequeño que Andina".