"No tenemos responsabilidad en los hechos ocurridos el 21 y 23 de agosto"
Loreto Silva
Presidenta del directorio de Enap
"La Casa Italia está destruida completamente, está desmantelada"
Emilia Toro
Investigador del Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar
En sus 191 años de historia, que se cumplen nada menos que hoy, El Mercurio de Valparaíso ha intentado navegar por las aguas de la historia de Chile desde los albores de la Independencia de la República hasta nuestros días con todos los riesgos, aciertos, errores y omisiones que ello supone. Quizás no sean los mejores tiempos -en términos de mercado, claro está- para un medio de comunicación escrito. Sin embargo, sí estamos seguros de que es el minuto adecuado para sostener la bandera de la libertad de prensa e informativa a la hora de las vociferantes redes sociales, plagadas de iracundia, intolerancia y posverdad.
Por lo mismo, El Mercurio de Valparaíso, el mismo de Sarmiento, Mitre y Darío, renueva hoy -como lo hiciera 190 veces antes- su compromiso con la verdad, la justicia y el desarrollo del país y, especialmente y por sobre todas las cosas, de la Región de Valparaíso.
Los tiempos que vienen, ya muy distintos de los tiempos que son, también valen para nuestras ciudades, inmersas hoy en un esperanzador proceso de descentralización que permitirá en 2020 la elección democrática de las autoridades regionales, lo que debiera redundar necesariamente en un mejor direccionamiento de los recursos y las soluciones, hasta hoy dictadas sin ningún contrapeso desde el poder central.
Entretanto, la historia continúa. Y así como tantos han pasado por la dirección de este casi bicentenario medio -hablamos de los Jorge Délano, Joaquín Lepeley, Francisco Le Dantec (cuyos hijos y nietos se reunieron este año en el edificio de Esmeralda 1002), Alex Varela; Leopoldo Tassara, Enrique Schröder, Carlos Schaerer (Hoy director de El Mercurio en Santiago), Marco Antonio Pinto, Juan Pablo Toro, Pedro Urzúa y muchos otros-, tenemos también la seguridad de que tantos más vendran en su relevo para mantener a esta casa editorial como algo más que el diario de mayor antigüedad de habla hispana en circulación a nivel mundial.
¿Qué vendrá después? Por lo pronto, lo más prudente es volver a establecer -casi a modo de renovación de votos- nuestra más profunda comunión con el periodismo bien hecho, el que no suele inclinarse ante las presiones y que, como bien dijo alguien que aún no ha podido ser identificado, aun cuando se le atribuye la frase a una veintena de nombres, desde George Orwell a William Randolph Hearst: Una noticia es aquello que alguien no quiere que se publique. Todo lo demás son relaciones públicas.
Feliz aniversario a todo aquel patrimonio emocional compuesto por lectores, periodistas, fotógrafos, gerentes, vendedores, administrativos y directores que nos acompañan sin descanso en esta ya larga cruzada.
Suena paradójico, pero somos un país joven que tiene cada día más personas mayores. Así lo han reflejado numerosas encuestas e informes que señalan que la esperanza de vida en Chile se eleva por sobre los 80,5 años. Una realidad que se hace más notoria en la Región de Valparaíso, donde el porcentaje de personas mayores supera el promedio nacional, alcanzando un 20,6% según la Encuesta Casen 2015, contra un 17,5% en el resto del país. Pero vivir más años -lamentablemente- no es sinónimo de vivir mejor, ya que hay múltiples situaciones que terminan provocando que esta etapa de la vida esté marcada por la pobreza, la enfermedad, la dependencia de otros y el abandono, entre otros problemas.
Vivir en un país más "viejo", entonces, supone una serie de desafíos en materia de políticas públicas y en la manera en que como sociedad nos relacionamos con las personas mayores.
Con esta realidad a la vista, Santo Tomás escogió precisamente ese grupo etario como protagonista de su nuevo foco estratégico de Vinculación con el Medio: la innovación social. Bajo el lema "Transformar para impactar", la institución impulsará en todo el país el desarrollo de iniciativas sociales que generen un impacto positivo en este segmento de la población, el que se escogió por sobre otras opciones a través de un proceso que consideró la opinión de nuestros académicos de diferentes sedes.
La innovación social, en todo caso, no es algo nuevo para Santo Tomás. De hecho, el trabajo con nuestro entorno, con las comunidades más cercanas, ha sido desde siempre parte del sello de Santo Tomás. Hoy, lo que estamos haciendo es sistematizarlo a través de una línea de desarrollo que nos permitirá no sólo atender y proponer soluciones a los problemas de un grupo vulnerable, sino que les entregará una experiencia mayor de aprendizaje a nuestros alumnos. "Aprendizaje inolvidable" es el concepto que adoptamos para esta nueva mirada que posibilitará a los jóvenes desarrollar su capacidad de diagnóstico, reconocer los problemas de su entorno y utilizar toda su creatividad e imaginación en el diseño de soluciones.
Anuncios de esta naturaleza suelen quedar en declaraciones de buenas intenciones que pocas veces llegan a concretarse. Por lo mismo, nuestro primer desafío en esta materia es llevar a la práctica este foco estratégico. Queremos posicionarnos como la institución de educación superior líder en materia de innovación social en nuestro país y para eso ya hemos preparado algunas iniciativas que sentarán las bases de nuestro trabajo de Vinculación con el Medio.
A través de asignaturas transversales, concursos de innovación social y un verdadero compromiso institucional, buscaremos que nuestros alumnos -sea cual sea la carrera que estudien- se transformen efectivamente en agentes de cambio y líderes de sus comunidades. Asumimos sin miedos el desafío de trabajar con los grupos vulnerables, sabiendo que sólo así contribuiremos al desarrollo sustentable de nuestro país.
José Weinborn del Villar
Rector Santo Tomás Viña del Mar
Amenazados estuvieron ayer vecinos cercanos a esteros de la población en Valparaíso, porque los cauces no podían contener la cantidad de agua que causaron las intensas lluvias. En la tarde, en el estero de Jaime, y en particular en el estero de las Delicias, hubo inminente amenaza de inundación del que salvaron apenas.
Ayer el Ministro de Marina, don Víctor Robles, telegrafió a la Dirección de la Armada para suspender el permiso a la balsa de 2.500 toneladas que se iba a instalar en la bahía para reparaciones de lanchas, remolcadores y otras embarcaciones de menor tonelaje. El tema es el reducido espacio para el movimiento marítimo.