Claudio Ramírez
El acuerdo alcanzado entre la Empresa Portuaria de Valparaíso y el Terminal Pacífico Sur (TPS) luego de años de conflicto por las cargas limpias sigue generando reacciones.
Desde la estatal han manifestado que la medida de permitir los aforos en los terminales portuarios se sostiene en el propósito de mejorar la competitividad del puerto con la idea también de reducir ciertos costos que podrían encarecer las operaciones de importación y buscando, de esta forma, promover un mayor movimiento de mercancías para los terminales. Esto tomando en consideración que, por ejemplo, la carga transferida por el puerto de Valparaíso había bajado cerca de un 2,5% - al mes de septiembre- en comparación al año anterior.
Gremios como la Cámara Aduanera han manifestado que la medida podría contribuir a bajar los costos del comercio exterior, mientras que la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL) -otro de los concesionarios del puerto de Valparaíso- , a través de su gerente general, manifestó sus reparos a una decisión que tomó por sorpresa a la firma de capitales españoles. También los funcionarios aduaneros salieron ayer a rechazar la medida (ver recuadro).
Desde la academia, el director de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad de Valparaíso, Sergio Bidart, analizó el nuevo escenario, advirtiendo que la decisión no es la más acertada. "En teoría, todo este tipo de procedimientos se deberían hacer en la ZEAL, porque abrir contenedores en el puerto no tiene sentido y para eso está precisamente esa zona", remarcó el académico, enfatizando que se corren riesgos.
"La mercancía está de tránsito en el puerto y no debe hacer ningún tipo de taco o de estorbo porque eso produce finalmente que se acumulen contenedores, por lo tanto todo eso debiera hacerse en la ZEAL", comentó el ingeniero civil industrial que también señaló que hay que tomar en cuenta el factor económico.
"Ahora, como por hacer ese servicio se paga, entonces todos querían de alguna u otra forma participar en esto y entonces se llegó a un acuerdo, pero si uno lo mira desde un punto de vista racional, todo lo que sea inspección de cargas limpias, todo lo que sea aforo y todo lo que tiene que ver con abrir contenedores tiene que hacerse en la ZEAL", insistió.
Esto, recalca el académico, porque en la parte alta de Valparaíso se dispone de la infraestructura y de los espacios, evitando además que se produzcan "cuellos de botella" en el puerto.
En esa línea, estima que no se debe dejar de considerar la presión ejercida por los trabajadores. "Claramente hay un tema económico, porque los estibadores quieren generar ingresos realizando esta labor y eso también influyó. Pero es más un acuerdo político y no racional".
En cuanto a las consecuencias que ello puede tener, advierte que hay que tener cuidado pues los obstáculos pueden ser mayores que los beneficios. "Baja la operatividad y la eficiencia porque si tu tienes un contenedor en el puerto a la espera para hacer aforo, sacas la carga y la vuelves a meter adentro no tiene sentido, si todo el modelo estaba hecho para que se hiciera en la ZEAL donde está el espacio y toda la infraestructura diseñada para efectuar esa labor", advierte el profesional, recordando que a diferencia de otros puertos Valparaíso no cuenta con grandes áreas de acopio.
"Hay poco lugar abajo para áreas de respaldo dado lo estrecho del espacio en que funcionan los terminales. Bueno y para eso se hizo la ZEAL, el camino La Pólvora y para eso se hizo el modelo logístico. En el fondo acá se está tratando de llegar a un acuerdo político que responde al deseo de los estibadores de aforar en el puerto para tener un ingreso (...) pienso que en el fondo habría sido una mejor solución subirle los sueldos a los trabajadores", sostuvo el académico de la UV.
En cuanto a las cuestiones operativas que esto va a generar en términos de servicios públicos señala que ello está claro. "Las instalaciones de Aduana y del SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) están en la ZEAL. Y ahora va a tener que bajar gente de la Aduana al puerto, lo que también implica costos porque es personal que está instalado allá y que va a tener que trasladarse a los terminales", concluye el académico, enfatizando que "finalmente son negociaciones que se hacen para lograr solucionar temas pendientes".