A la espera de que el Instituto de Salud Pública (ISP) confirme si se trata de un nuevo caso de contagiado por sarampión, se encuentra internado en el hospital San Martín de Quillota un paciente de 57 años, el cual el fin de semana pasado levantó las sospechas de la autoridad sanitaria.
El paciente de sexo masculino está radicado en la comuna de Hijuelas y se encuentra aislado, en observación y estable dentro de su cuadro clínico en el centro hospitalario quillotano, tal como lo señalara el fin de semana la propia secretaria regional ministerial (seremi) de Salud, María Graciela Astudillo.
Pese a que no hay reporte de nuevos casos confirmados por parte del Ministerio de Salud, de dar positivo los exámenes se trataría del sexto contagiado a nivel nacional; sin embargo, sería el primer reporte de un caso fuera de la Región Metropolitana.
TRATAMIENTO DE RIGOR
Tal como ocurrió en los casos detectados en la capital, la autoridad sanitaria aplicó las primeras medidas que implica un tratamiento de rigor al círculo cercano de los pacientes, puntualmente la vacunación a quienes componen el entorno directo del contagiado.
En el caso del paciente que se encuentra hospitalizado en observación en Quillota, sus familiares y cercanos fueron considerados en el tratamiento; no obstante, se descartó que hubiese alguno de ellos bajo observación o en aislamiento.
En un viaje a Santiago efectuado en mayo por el paciente, se cree que pudo haber tomado contacto con una de las cinco personas que hoy están bajo tratamiento por sarampión. Tal como lo establece la sintomatología de la enfermedad viral, comenzó a evidenciar características atribuibles al sarampión, las que mantuvo por cerca de cinco días al momento de ser atendido por un médico.
Desde entonces, además de las muestras que fueron tomadas y derivadas al Instituto de Salud Pública para descartar o confirmar el caso, se dispuso su aislamiento y observación, junto con el inicio de una investigación epidemiológica, que incluyó el tratamiento a los cercanos al paciente.
CAMPAÑA
Las sospechas del nuevo contagio se dan en el contexto de un brote reconocido de la enfermedad infecciosa, que de acuerdo al subsecretario subrogante del Ministerio de Salud, Bernardo Martorell, mantienen un mismo genotipo, ya que obedecen a una misma cadena de contagio reconocida.
Se da, también, en el contexto de crecientes críticas al Gobierno por no haber adelantado la campaña de vacunación que habitualmente se realiza en octubre.
En respuesta, el Ministerio de Salud, a través de la propia ministra Carmen Castillo, llamó a la calma y consideró poco aconsejable adelantar la medida. Aseguró que mantienen una "vigilancia activa" sobre los casos sospechosos que se han ido conociendo en los últimos días.
Facultativos como el exseremi de Salud, Aníbal Vivaceta, se mostraron partidarios de esperar la confirmación del ISP antes de informarlo a la población. Eso sí, reconoció que de confirmarse el caso en la Región de Valparaíso, el escenario se complicaría para las autoridades del ramo, pues implicaría un nuevo flanco que abordar clínicamente.
Preocupación que comparte el presidente regional del Colegio Médico, Juan Eurolo, para quien lo que dejó al descubierto el brote actual es una mala decisión tomada hace más de 30 años cuando, al parecer por decisiones económica, se decidió prescindir de la segunda dosis de la vacuna contra el sarampión.
Pese a que el grupo de riesgo lo conforman menores entre los 6 meses y un año de vida, la preocupación apunta a los nacidos entre 1971 y 1981, pues se trata de personas que no recibieron la segunda dosis de vacunación. El Ministerio insiste en que solo por ahora las personas nacidas entre dichos años que viajen a zonas donde la enfermedad no esté bajo control, deben inocularse.
Ernesto Curti