Un duro emplazamiento a las autoridades locales que están a cargo de manejar el nuevo derrame en la bahía de Quintero realizó ayer Cristóbal Galbán, académico de la Facultad de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad Andrés Bello (UNAB), quien criticó la escasa preparación que se ha ejercido para prevenir y atacar el tema, situación que, según su opinión, ha convertido a Quintero en una zona de sacrificio ambiental altamente contaminada.
"Cuando se aumenta el número de tráfico de grandes barcos, la zona es más peligrosa desde el punto de vista de la contaminación ambiental y de los posibles efectos que puede tener en la fauna", declaró Galbán.
- ¿Qué proceso realiza el combustible una vez que cae al mar?
- En primer lugar, el petróleo se empieza a estirar a lo largo de la superficie, es por eso que la primera medida que se toma es retenerlo con boyas y paños. En la siguiente fase, el combustible se empieza a estirar en columna hacia el fondo del mar. Luego los compuestos más volátiles se evaporan rápidamente, fotodegradándose, para luego entrar en acción la biodegradación, que es la actividad de las bacterias. Estas son las importantes, porque por regla general los hidrocarburos son una fuente de alimentación relativamente buena, agilizando el proceso de limpieza. Ahora, lo más importante es que el petróleo no llegue a las rocas, porque ahí se deben utilizar otras técnicas de limpieza.
- ¿Qué responsabilidades tienen las autoridades en este tema?
- No ha habido una buena gestión por parte de las autoridades, porque es un tema difícil, donde hace falta dinero y recursos para los estudios, porque yo sé que la voluntad de las autoridades está, eso me consta, pero están las negociaciones con los pescadores, que también es un tema complicado, porque muchas veces se dejan influenciar por asesores que tienen pocos conocimiento sobre el tema, privilegiando lo monetario.
- ¿Qué medidas deben tomar las autoridades de forma permanente en una bahía como Quintero?
- Las autoridades deberían tener una unidad especial que manejara este tipo de casos y accidentes, esa es una enseñanza que debió haber dejado el último derrame, la cual se debe preocupar de las medidas dispersantes y principalmente en la actuación rápida en coordinación con las empresas, porque al final todo queda en quien tiene la culpa, y eso no debe ser así, pues lo que debe primar es una actuación rápida para minimizar el daño. Eso fue precisamente lo que faltó en el primer derrame, donde las cosas indudablemente se debieron hacer de manera mucho más eficaz.
"Las autoridades deberían tener una unidad especial que manejara este tipo de accidentes, esa una enseñanza que debió haber dejado el último derrame"