Fallece Carmen Balcells, la emperatriz de la literatura hispanoamericana
GENTE. La agente, considerada una de las artífices del "boom latinoamericano", murió el domingo a los 85 años.
No fue novelista, dramaturga ni poetisa. Sin embargo, el nombre de Carmen Balcells se inscribió en la historia de la literatura hispana al representar a grandes figuras como Pablo Neruda, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. "La noticia me ha caído como un rayo", escribió este último en un artículo para "El País" tras saber que la agente falleció el domingo a los 85 años.
"Hace tres días estuve despachando, comiendo, cenando con ella y todo el tiempo tuve el siniestro presentimiento de que sería la última vez que la vería", afirmó el premio Nobel, destacando que si bien estaba lúcida "su físico estaba realmente en ruinas y era imposible no preguntarse cuánto tiempo más esa ruina física seguiría sosteniendo a esa maravillosa cabeza".
Por su parte, la escritora chilena Isabel Allende dijo en un comunicado estar "devastada", ya que sin ella "me siento perdida". "Le debo mi carrera", agregó, ya que gracias a Balcells publicó su primera novela, "La casa de los espíritus".
Artífice del boom
En el seno de una familia de propietarios rurales nació Carmen Balcells un 9 de agosto de 1930 en Santa Fe de Dalt, un pueblo de la provincia de Lérida (Cataluña). Estudió en un colegio de monjas teresianas y más tarde se graduó en Comercio, aunque nunca fue a la universidad.
Tenía 24 años cuando llegó a Barcelona, donde empezó a trabajar de secretaria en una oficina que no tenía relación con la literatura. Su salto a esta área fue en los 50, cuando entró a la ACER, propiedad del escritor rumano exiliado Vintila Horia y que representaba a autores extranjeros en España. Cuando este decidió trasladarse a París, Balcells se estableció por su cuenta.
Fue en ese momento que comenzó a construir su imperio. La clave de su trabajo fue acabar con la cesión a los editores de derechos universales y vitalicios, en cualquier lengua y en cualquier país, y fijó las bases de una segmentación de esos derechos que resultó fundamental para la prosperidad y estabilidad económica de sus autores.
Su primer gran éxito fue "Cien años de soledad", de Gabriel García Márquez. Detrás del autor colombiano, Mario Vargas Llosa, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, José Donoso y Alfredo Bryce Echenique firmaron con ella. De allí que se la identifique como una de las grandes artífices del "boom latinoamericano".
Según Xavi Ayen, autor de "Aquellos años del boom", Balcells fue quien "profesionalizó" a los escritores. "No es un genio de la literatura, pero sí lo es de la logística y de la estructura y de la estrategia, ya que los hace ricos. Eso no se olvida: ella es la que los hace ricos. Ella es la que va a imponerles nuevas condiciones en los contratos, la que pide los albaranes a los editores para ver si son verdad las liquidaciones que les están haciendo, y ella es la que les dice que no se dediquen a nada más sino a escribir. Por eso se los trae a vivir cerca de ella a Barcelona para que estén aislados y solo se tengan que preocupar por la novela en la que están", dijo al periódico "Arcadia" en enero de este año.
Solo clientes
García Márques la llamaba "Mamá grande", ya que muchas veces actuó como amiga, compañera, confesora y psicóloga de sus representados. Vargas Llosa, en la citada columna, dice que "fue mucho más que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella. Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño en todo lo que hacíamos, no solo en aquello que escribíamos". Isabel Allende comparte su opinión: "Por 34 años la llamé 'madraza'. Era magnífica, abundante, sentimental y generosa. Me tomó bajo su ala cuando yo era una aspirante a escritora desconocida que venía del fin del mundo".
Sin embargo, la misma agente confesó en alguna oportunidad que "no siento amor maternal por ellos. Tengo relaciones excelentes con la mayoría y los ayudo y cuido de sus intereses, de su carrera e incluso a veces de sus fantasías, pero siempre teniendo claro que esto es un trabajo", recalcando siempre que "yo no tengo amigos, tengo intereses". A pesar de ello, era adorada por sus "clientes".
La agente, que recibió varios reconocimientos a su labor, dijo al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma de Barcelona que "mi carrera fue privilegiada porque me permitió conocer tres generaciones de escritores, sus inicios, su consolidación, en algunos casos su triunfo y en otros su olvido".
Las causas de su fallecimiento no fueron informadas y hoy se conocerían detalles sobre su funeral.
mil contratos y poco más llegó a gestionar Carmen Balcells durante su carrera.
escritores y más manejó su agencia. Entre ellos seis premios Nobel como José Cela y Miguel Ángel Asturias.
vendió su codiciado archivo -con correspondencia privada, borradores y otro- al Estado español.
firmó el acuerdo para fusionarse con Andrew Wylie, popular agente del mundo anglosajón.
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