La baja en el presupuesto regional no se debe considerar una novedad: es el reflejo de la política de austeridad que propicia el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. La inversión pública para 2016 caerá en un 2,4%, lo cual se deja de manifiesto en el proyecto de ley correspondiente enviado al Congreso. Así, el presupuesto inicial del Gobierno Regional será de $ 63.625 millones, cifra levemente inferior a los $ 64 mil millones asignados a comienzo de este año.
Esta cantidad se podría aumentar a través de recursos del Fondo de Desarrollo Regional del Ministerio del Interior, que para todo el país contempla $ 1.178.735 millones de pesos, de los cuales, también para todo el país, se consignan $ 472.553 millones para proyectos definidos directamente por cada gobierno regional. Punto importante, pues cada región debe plantear ante el organismo central sus demandas más relevantes, las que, en teoría, reciben recursos en su mérito, recursos que, expresó el seremi de Economía, Omar Morales, "hay que negociar con la Subdere (Subsecretaría de Desarrollo Regional)".
Por su parte, el economista Alejandro Maureira, en declaraciones a este Diario, expresó que "el Ministerio de Hacienda envió un presupuesto abusivo para las regiones", agregando que ante esa situación "los representantes de regiones deberán demostrar si su compromiso es con los partidos o coaliciones o con las regiones que dicen representar". Con todo, se debe considerar que a los recursos destinados al Gobierno Regional se suman las partidas sectoriales de cada ministerio. Destaca en ese aspecto el presupuesto del Serviu, que entrega para Valparaíso $ 149.276 millones.
Un punto importante que toca a amplios sectores de la población regional, al igual que en todo el país, es el relativo a salud. Al respecto, el senador Francisco Chahuán planteó dudas ante los avances de cuatro proyectos hospitalarios de la zona, indicando que "hay incompetencia en la ejecución presupuestaria", la cual, sostiene, solo ha llegado a un 18%, tema crucial que debe resolverse en el próximo presupuesto, que presenta un aumento del 5,1% en materia de Salud.
El presupuesto tanto en plano regional como en el nacional debe ser un instrumento al servicio de las personas y del crecimiento. A la vez, la ejecución misma del presupuesto debe ser una herramienta para rescatar ese valor que es la confianza perdida. Un 68,8% del presupuesto corresponde a gasto social en diversos aspectos, con recursos que van desde educación hasta salud, pasando, entre otros aspectos, por vivienda. Fundamental es que realmente esos recursos lleguen, con eficiencia y eficacia, a las personas, a las familias y se refleje en la calidad de vida de la sociedad en general.