Todo puerto tiene dos frentes: el marítimo y el terrestre. Estos deben ser complementarios de tal modo de asegurar fluidez en la transferencia de carga. Estas observaciones son de manual, pero es fundamental tenerlas presente pues cuando por un lado se expande el frente marítimo, por otro lado es necesario expandir, en consonancia, el frente terrestre.
Y cuando se habla de frente terrestre, nos referimos a los accesos al terminal que permiten la salida e ingreso de la carga y también su acopio. Así lo reconoce el ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga al destacar la importancia de la infraestructura que asegure el funcionamiento del puerto de Valparaíso.
Actualmente están en marcha la extensión del Sitio 3 del Terminal Uno, operado por TPS, y el desarrollo del Terminal Dos, a cargo de TCVAL, con una inversión cercana a los US$ 400 millones. "Esto va a significar un aumento de carga casi al doble de lo que hoy transfiere el puerto", sostiene el secretario de Estado.
Así, la accesibilidad y las instalaciones complementarias deben estar en consonancia con ese aumento del movimiento. Se anuncia el mejoramiento del Camino de Pólvora, que enlaza el Acceso Sur con el puerto canalizando flujos de la Ruta 68, de la zona norte y también los correspondientes a la República Argentina que utilizan al paso Libertadores. En la ciudad misma es importante el soterramiento del paso de camiones y eventualmente de ferrocarriles en el sector Muelle Prat, evitando riesgos que existen en la actualidad especialmente para los turistas que llegan al borde costero.
Dentro de las necesidades de accesibilidad al puerto es ineludible avanzar en el proyecto Cabritería asociado a la expansión en el sector Yolanda.
En lo general, y mirando más al futuro, no se puede dejar de lado un incremento del sistema ferroviario dentro del esquema de accesibilidad al puerto, hoy de baja ocupación. Hay que tener presente la gran capacidad de carga de los convoyes y también que utilizan vías propias contribuyendo así al despeje de calles y caminos que necesariamente se verán recargados con el aumento del movimiento asociado a la transferencia de carga en el puerto.
Y en cuanto al tema internacional, el esperado mejoramiento de las condiciones económicas argentinas con mayor apertura a la inversión, hacen posible, con optimismo, pensar en la modernización de la ruta cordillerana con un túnel de baja altura que incentivaría el movimiento de carga trasandina a través del terminal marítimo de Valparaíso.
Este cuadro obliga a seguir trabajando en el tema de la accesibilidad portuaria buscando que las importantes inversiones en marcha en el frente marítimo tengan el respaldo una conexión terrestre de alcances nacionales e internacionales.