"La lección jurídica de este fallo es que en el diseño de políticas públicas debe haber más prolijidad", sentencia Arturo Fermandois. "No es de buenos perdedores atacar al Tribunal Constitucional cuando un fallo es adverso"
Arturo Fermandois defendió, ante los diez ministros del Tribunal Constitucional, el argumento de los 31 parlamentarios de oposición de que el mecanismo empleado por el Gobierno para financiar la gratuidad en 2016 era inconstitucional: "A toda inconstitucionalidad le llega su hora...y a esta práctica de sobrecargar la Ley de Presupuesto con contenidos sustantivos de reformas importantes, so pretexto de ser glosa presupuestaria, le llegó su hora".
Conocida la decisión del organismo que efectivamente declaró la glosa como discriminatoria, el abogado repasa a algunos aspectos del proceso.
-En la oposición celebran y el gobierno mastican la derrota. ¿Cuál es la lectura que hace de la decisión del Tribunal Constitucional de considerar discriminatoria la glosa de gratuidad?
-Esta no es una derrota de nadie. Aquí lo que hay es un criterio del máximo tribunal que custodia la Constitución rescatando el derecho de los estudiantes a no ser discriminados arbitrariamente cuando reciben beneficios del Estado para estudiar. No conocemos el detalle de los criterios que entregará el Tribunal para sostener esta decisión, pero lo que sí está claro es que confirma lo señalado en el requerimiento en el cual fuimos muy claros en respaldar los fondos que se aprobaron en la ley, estos 540 mil millones de pesos, pero impugnar los requisitos que la glosa traía y que generaban como resultados que a estudiantes igualmente vulnerables se les iba a dar tratamientos distintos permitiendo que unos obtuvieran al financiamiento completo de su educación, y a otros se le excluyera por completo. Por lo tanto, el fallo solo es una voz de rescate de derecho constitucional. La interpretación política de esto o cómo se va a resolver en el futuro, pertenecen al mundo de la política y de la legislación.
-De acuerdo a lo que se puede inferir del fallo implicaría que este monto aprobado en la glosa, 540 mil millones de pesos, debieran repartirse no en los 200 mil alumnos que inicialmente contemplaba la propuesta del gobierno ¿sino que en 500 mil?
-Estos montos hay que distribuirlos apuntando a factores que den un resultado equivalente y equitativo aún si trata de una política progresiva y gradual. Me explico: la glosa 05 de la Ley de Presupuesto en el programa respectivo jugaba con dos elementos: la vulnerabilidad y supuestamente la calidad, pero imponía requisitos que desdibujaban el resultado o cómo exigir transformaciones de la estructura jurídica de instituciones aplicando, con efecto retroactivo para Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica este requisito, y exigiendo representaciones en órganos de decisión, que son aspiraciones muy legítimas pero en la práctica producía las exclusiones de muchos estudiantes. Entonces para el futuro lo que tendrán que hacer los órganos del Gobierno, el Congreso, los ministros, la Presidenta, es que el primer paso de la gratuitad deberá diseñarse con más equidad para que los recursos que existan sean distribuidos con un resultado parejo y equitativo y no con el que se estaba produciendo con esta glosa impugnada por el Tribunal. No se trata, ni el fallo ni el tribunal podían hacerlo, de obligar al Gobierno a destinar más recursos de los que ya existen. Eso no se pidió, no lo ha hecho el tribunal ni podría hacerlo. Se trata de que los recursos que ya existen se distribuyan equitativamente.
-Bueno, justamente la abogada del Gobierno, la exministra de la Segpres, Paulina Veloso, advirtió que el Tribunal Constitucional no puede pedir un aumento o modificación de la cifra aprobada en la glosa presupuestaria.
-Ese es un error de la abogada Veloso y que lo hicimos ver en el alegato. Al TC no se le pidió que aumentara los gastos y cualquier constitucionalista sabe que el Tribunal no podría hacerlo. Solo se le pidió que controlara que los requisitos de distribución no infringieran el derecho constitucional a la igualdad.
-Al escuchar a la oposición, que usted representó ante el TC, da la sensación de que ahora se cuestiona la inequidad y la discriminación de la gratuidad, pero no que la gratuidad sea para todos por igual. ¿Al final Chile Vamos se convenció de la gratuidad como un derecho universal, o sea gratuidad para todos?
-No soy quien para interpretar si el fallo va a producir un cambio o moderación del discurso. Sí, todos los sectores políticos van a tener que tomar nota y a la hora de diseñar políticas públicas, que consiste en la distribución de cuantiosísimos recursos de todos los chilenos, deben legislarse con más cuidado, más calma y con más prolijidad. Esa es la única lección jurídica que me atrevería a confirmar que este fallo trae.
-En el tema de los requisitos la contraparte del Ejecutivo argumentó que ya han estado incluidos en los presupuestos de años anteriores, incluso de la época de Piñera.
-Jamás ha habido requisitos como cambiar la naturaleza jurídica de un CFT o IP. Jamás ha existido un requisito como la representación triestamental. Estos son requisitos de fondo que traía una simple glosa presupuestaria que cambia el marco regulatorio de la educación superior y que por lo tanto, el argumento histórico, del cual el Gobierno hizo mucha gala, no se aplica porque en los casos anteriores, o sea en presupuestos anteriores, no existían esta clase de requisitos reordenadores del sistema de educación superior. Por eso la glosa no era el vehículo para introducirlos que en definitiva no fue el argumento que persuadió a más ministros del TC sino que el de la discriminación en los requisitos para la asignación.
-Tras el fallo se reactivaron las críticas al Tribunal Constitucional como una "tercera cámara" en las sombras como también la necesidad de modificar la Constitución para poner fin a los enclaves de la dictadura. ¿Usted qué opina?
-La verdad es que es muy curioso ese reclamo porque cuando un sector, en este caso el Presidente de la República, obtiene un triunfo en el Tribunal, el comentario es "dejemos que las instituciones funcionen" y cuando obtienen una derrota el comentario es "vamos a analizar las atribuciones del Tribunal". No nos parece leal, no nos parece de buenos perdedores atacar al tribunal cuando un fallo es adverso. Si queremos discutir el rol de un TC, institución que existe en casi todas las democracias del mundo, discutámoslo pero no al calor del dolor de una derrota. Discutámoslo en la neutralidad y serenidad de un debate alejado de las pasiones momentáneas.
"No se trata, ni el fallo ni el tribunal podían hacerlo, de obligar al Gobierno a destinar más recursos de los que ya existen. Eso no se pidió, ni podría hacerlo el tribunal" "Si queremos discutir el rol del TC, institución que existe en casi todas las democracias del mundo, no lo hagamos al calor de una derrota"
entrevista. Arturo Fermandois, abogado que defendió el requerimiento de la oposición en contra de la glosa de gratuidad: