Cómo la luz determina nuestra cultura
La ONU señaló 2015 como el Año Internacional de la Luz, para "destacar la importancia de las tecnologías basadas en la luz que pueden promover el desarrollo sostenible y ofrecer soluciones a los problemas mundiales sobre energía, educación, agricultura y salud". A raíz de ello, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso realizó un "Coloquio sobre la Luz", donde fueron convocados especialistas de diferentes áreas para intentar ir un poco más allá de lo que captamos con la mirada.
Allí, la psicóloga Paula Ascorra habló sobre el "Aspecto sociocultural en la percepción de la Luz", ya que está comprobado por la neurociencia que los colores conllevan una emoción, "por ejemplo, el verde es tranquilidad y naturaleza, por eso se pintaban así los hospitales antiguos con tal de calmar al paciente", pero este parámetro no es un estándar debido a las diferencias culturales, "sería muy aburrido porque así estaríamos enfrentándonos a un hombre predecible", continuó la terapeuta.
"La luz no es algo que venga de afuera y nos provoque algo, sino que nos muestra el mundo en que vivimos. (...) Cuando cambiaron las luces en Valparaíso, a pesar de estar la ciudad más iluminada, la gente sintió más miedo por el cambio de mundo, se desconocieron".
Citando al filósofo galo Jacques Lacan, Ascorra afirmó que "la vida no es simbolizable, las palabras no se acercan al amor, al sexo, si le han dicho qué es la vida, solo le han dado un guión", razón por la cual "la realidad no está dada, sino por descubrir, los aparatos con que medimos las intensidades son solo aparatos".