"No se puede recuperar el dinero a costa de quebrar un club"
La crisis que vive Santiago Wanderers a partir de la decisión del empresario Nicolás Ibáñez, máximo accionista del Decano, de dejar de aportar económicamente a la institución y cobrar mil millones de pesos por un supuesto préstamo al club, a más tardar el próximo 1 de julio de este año, llegó al Congreso Nacional. Y en particular a la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, entidad que el próximo jueves recibirá a un representante de la Superintendencia de Valores y Seguros para que explique lo que está aconteciendo con los caturros y si su realidad puede verse replicada en otros clubes del fútbol chileno.
El diputado Tucapel Jiménez (PPD), presidente de dicha instancia en la Cámara Baja, admite que hasta el momento no sabe si algún miembro del directorio de la sociedad anónima que concesiona al Decano aceptará la invitación para estar en la cita, aunque asume que "no los podemos obligar, pero sería muy importante para aclarar algunas situaciones".
- A la luz de los hechos, y no sólo en Santiago Wanderers, el rol de las sociedades anónimas deportivas no está cumpliendo con las expectativas.
- Desde un inicio siempre hubo voces muy críticas y tienen razón, la verdad es que en varios casos no se ha cumplido el objetivo de mejorar la actividad. Yo sé, y todos sabemos que detrás de todo esto hay un negocio, pero a mí también me importa el tema deportivo y que el fútbol se mantenga como una actividad sana... acá hay mucho más que un negocio. Es una pena, pero las sociedades anónimas deportivas no han funcionado como algunos pensaban que iba a funcionar.
- En el caso de Wanderers, si Nicolás Ibáñez no aporta o recupera el préstamo de mil millones, la quiebra asoma como inminente.
- Así de simple. Todos hemos quedado asombrados con las palabras de Nicolás Ibáñez. y es que él debe resguardar su inversión, pero no se puede recuperar el dinero a costa de quebrar un club. Atrás quedarían el proyecto deportivo y social iniciado, las expectativas, el amor y el compromiso de los hinchas. Se pasan a llevar muchos sentimientos y eso no es aceptable. No puede ser que alguien llegue, quien sea, y diga me enojé y haga quebrar al club. Eso me suena demasiado fuerte.
- Lo que Nicolás Ibáñez reclama es un préstamo. El controlador accionario del club entrega dinero a la institución y ahora lo quiere de regreso.
Por eso es importante escuchar a la Superintendencia. Me imagino que si hay un préstamo de por medio habrá un contrato que avale las condiciones de pago, porque si no lo hay, me parecería demasiado poco serio.