Amelia Carvallo
El 19 de noviembre próximo aterrizará en Chile Black Sabbath, la banda británica que inventó el sonido heavy metal en el rock, fundada a finales de los años 60 en la industrial ciudad de Birmingham, Inglaterra.
Con "The End", nombre de la gira, se presentarán para decir adiós en el Estadio Nacional tres de los cuatro miembros fundadores: su vocalista Ozzy Osbourne, el guitarrista Tony Iommi y el bajista Geezer Butler; junto a ellos estará el baterista Tommy Clufetos y en los teclados Adam Wakeman, hijo del conocido Rick Wakeman que también acompañó a la banda en sus comienzos.
Las entradas salieron a la venta el lunes pasado por Punto Ticket y ese mismo día se despacharon 20 mil, casi la mitad de la capacidad total del coliseo deportivo de la capital.
Los británicos, que ya habían estado en Chile en octubre de 2013 cuando atronaron el Estadio Monumental ante más de 45 mil personas, comenzaron esta última gira en enero de este año y ya han recorrido una parte de Estados Unidos y Oceanía, quedando Europa y Sudamérica.
La banda que los acompaña durante toda esta gira son los californianos de Rival Sons, formados en el año 2009 y con tintes bluseros.
NUEVO SONIDOAmigos desde la adolescencia, tomaron el nombre de Black Sabbath de una película de terror de 1963 protagonizada por Boris Karloff y dirigida por Mario Bava. Desde ese imaginario sombrío surgió un sonido que no encajaba con nada de lo hasta entonces se escuchaba.
Sello de la banda fue el sonido de tres a cuatro tonos en guitarra que bautizaron como "el intervalo del demonio" y que pusieron junto a sonidos de campanas, lluvia y truenos en su disco debut, "Black Sabbath" (1970). El siguiente álbum, "Paranoid", salió siete meses más tarde y puso a la banda en los rankings ingleses y estadounidenses con singles como "War pigs" en contra de la guerra en Vietnam e "Iron man".
Su tercer trabajo, "Master of reality", consagró al grupo con "Into the void" y fue el trampolín a una fama que se consolidó con el siguiente disco "Vol. 4" grabado en una casa veraniega en Bel Air, bajo una fuerte dependencia a la cocaína y el alcohol. En 1973, el riff principal de "Sabbath, Bloody Sabbath", single y nombre de su quinto álbum, azota los parlantes con esta canción creada en los sombríos calabozos del castillo Clearwell en Inglaterra.
Rupturas
El sexto trabajo de estudio (1975) tuvo como hit "Sabotage" pero a esa altura la banda ya estaba extenuada por los excesos. A fines de la década, Osbourne fue despedido por Iommi y luego el baterista dejó el grupo en medio de una gira.
Durante los '80 la banda, bajo el control de Iommi, deambuló entre vocalistas y bateristas. En 1985 volvieron a reunirse para el concierto Live Aid que organizó Bob Geldof en Filadelfia junto a otras bandas disueltas como The Who y Led Zeppelin. Ozzy había, en tanto, había iniciado una carrera como solista, hasta que en 1992 anunció que se retiraba de la música e invitó a la banda a su show de despedida.
El vocalista de ese entonces, Ronnie James Dio, renunció molesto ante esto. Solo la voluntad de Iommi mantuvo unido a Black Sabbath que en 1994 obtiene cierto éxito con el álbum "Cross purposes". Al año siguiente, tuvieron una nueva pausa hasta la reunión oficial de 1997 cuando los cuatro miembros originales grabaron el disco doble "Reunion" cuyo single "Iron man" les valió su primer Grammy.
SOBREVIVENCIAEn la primavera de 2001 se propusieron grabar nuevamente, pero las obligaciones de la carrera solista de Ozzy lo impiden, y ya en 2002 el reality show "The Osbournes" de MTV gozaba de inmensa popularidad en todo el mundo.
En mayo de 2009 Iommi fue demandado por Osbourne por el uso ilegal del nombre de la banda, asunto que se zanjó un año después sin saberse los términos del acuerdo.
En su biografía de 2010, "I Am Ozzy", Osbourne puso en duda una posible reunión de los miembros originales, sin embargo, en noviembre de 2011 anunciaron un regreso para grabar un álbum y luego hacer una gira mundial. Pero a Iommi le diagnosticaron un linfoma a comienzos de ese año y el disco nuevo llegó en junio de 2013 bajo el nombre de "13". Black Sabbath volvió a refulgir con el single "God is dead?" que ganó un Grammy en 2014.
Aunque se ha especulado respecto a la posibilidad de que sacaran una nueva placa, la número 20 de su discografía, Ozzy ha dicho que no será así. Sin embargo, en el tour que llegará a Chile se vende "The End", un CD de ocho temas que incluye presentaciones en vivo y material desechado de las sesiones de "13".
Las entradas para el concierto oscilan entre $28.000 y $112.000, considerando cargo por servicio.