"La producción acá bajó en un 80%, casi todos los productos que estamos vendiendo ahora vienen del norte", se lamenta María Núñez, vendedora de pescados y mariscos en el sector de "El Túnel", en Caleta Portales, quien junto a los pescadores ha sufrido los embates de una crisis que tiene al 72% de las especies que pueblan el mar chileno en calidad de sobreexplotadas o colapsadas, según el último informe dado a conocer por la Subsecretaría de Pesca.
A juicio de Núñez, "la veda no sirve, porque dura muy poco, la merluza no alcanza a crecer en un mes. Nos llegaban algunas machas de Quintero, y ahora con el último derrame, más encima, no se van a poder consumir; las pocas jaibas que había también se contaminaron con aceite. La reineta, que la mayor cantidad venía de Lebu, ahora tampoco llega".
La comerciante agregó que la escasez ha provocado un alza en los precios, por ejemplo, "el ostión, que viene de Tongoy, también está con poca producción, porque los temporales dañaron los criaderos, entonces, la docena, que llegaba a $2.500, empezó a llegar a $3.000 y ahora ya está en $4.000. Pasamos el verano sufriendo con la escasez de productos, y ahora con la marea roja y lo de las salmoneras, ya ni el salmón llega, lo que hay es puro salmón de río".
Núñez no dudó en afirmar que "la pesca de arrastre nos mata a todos, porque si los pescadores de acá no vuelven con pescado, nosotros no podemos comprarles para echarle al mesón. La gente lo que más consume es la merluza, la reineta, el congrio, machas, almejas, choritos, ostiones, pero no hay ni caracoles, ni siquiera lapas. Si salen diez botes, dos traen dos docenas de pescados, entonces la gente ya no halla qué hacer".
Por su parte, el secretario del Sindicato de Caleta Portales, Eduardo Quiroz, fue enfático en señalar que esperan que en el Mensaje del 21 de mayo la Presidenta Bachelet se pronuncie sobre la pesca de arrastre, que a su juicio es la principal causante de la crisis que vive el sector artesanal.
Reorientarse a la jibia
A raíz de la crisis, los pescadores han debido apuntar hacia la extracción de un producto que no es de los preferidos por la población, y en este sentido, el seremi de Economía, Aland Tapia, destacó que el sector artesanal de la región ha reorientado sus labores hacia la extracción de la jibia, "por eso que nosotros estamos apoyándolos en la construcción de una planta de proceso, que es lo que ellos nos han pedido, y hemos estado en la caleta, trabajando en conjunto en un plan de diversificación, porque sabemos que los otros productos están a la baja".
En este sentido, Tapia expuso que "el 73% del desembarque de la región, que son más de 100 mil toneladas, es asociado a la jibia. Ellos tienen un proyecto de más de 300 millones que les ha entregado el Gobierno, para trabajar en el producto de la jibia, ese es su trabajo principal. Ellos están preparando ese proyecto, acaban de entregar una propuesta de cronograma y tienen proyectado de aquí a diciembre tener el trabajo completo".
La inversión contemplada para dicho proyecto es de 2.500 millones de pesos, que vienen del Gobierno Regional, del Fondo de Administración Pesquera y el Fondo de Fomento, y se estima que en tres años estaría operativa la planta procesadora de jibia, según adelantó Tapia.
Señales de luto y banderas bolivianas
"Estamos con banderas negras, globos negros y banderas de Bolivia para manifestar nuestro malestar y dar cuenta de nuestra realidad. Las últimas leyes de pesca nos han llevado a este colapso", explicó el presidente del Sindicato de Caleta Portales, Manuel Pérez, agregando que el mar ya no pertenece a todos los chilenos, pues la última ley de pesca lo dejó en manos de siete familias, y que incluso si se les cediera una franja de territorio marítimo a Bolivia nos les haría daño, como sí lo hizo la "Ley Longueira".