"Fue triste que allanaran casas de la expresidenta, pero en su administración sí hubo corrupción"
"Como decía Perón, la única verdad es la realidad", sentencia el presidente provisional del Senado de Argentina, Federico Pinedo, al explicar la decisión del gobierno de Mauricio Macri de sincerar las cifras y dejar de pagar subvenciones a los servicios básicos. El senador, quien visitó ayer el Congreso en Valparaíso, donde se rindió un homenaje al Bicentenario de la independencia de Argentina, resaltó también la importancia de la integración con nuestro país.
-¿Por qué?
-El objetivo al que hay que tender es dejar de pensarnos como entidades separadas y antagónicas, a veces, para poder pensarnos como parte de lo mismo. Somos parte del conosur de América del Sur y para tener un camino común tenemos que tener acciones en común, pensar las cosas en común, tener políticas comunes e ir juntos a instalarnos frente al resto de las naciones. La integración no es una frase política. Son hechos y actos concretos en la Antártica, en la energía, en la complementación productiva, los corredores bioceánicos para tener salida a los océanos de ambos países. Y bueno, en materia de educación, de ciencia y tecnología.
-¿Cómo evalúa el escenario que se vive hoy en Argentina?
-Desde el punto de vista internacional, el Presidente Macri ha abandonado la concepción de creer que el mundo es una amenaza para la Argentina y cree que el mundo es una oportunidad para la Argentina y para la región. Por eso una de las primeras medidas que tomó fue incorporar al país como observador de la Alianza del Pacífico - un acuerdo que une a Chile, Perú, Colombia y México y que está basado en acciones conjuntas para aumentar el comercio, las inversiones y todo lo positivo que uno le puede aportar al otro- y vincularlo al Mercosur, que es la organización comercial de la que forma parte la Argentina. Tenemos que trabajar junto con Brasil y con otros países que se han ido integrando con menor intensidad como Bolivia y Venezuela, para que la región tenga una unidad conceptual de verdad.
-Y a nivel interno ¿cómo ha impactado el nuevo tarifario? ¿El gobierno de Macri va a pagar un costo político?
-Sin duda. Cuando uno tiene un problema y dice la verdad para empezar a solucionar el problema paga el precio de decir la verdad. Muchas veces para no sentir el dolor te mentís, que era lo que venía haciendo la Argentina y el problema en lugar de desaparecer crecía. El Presidente Macri dijo "yo vine aquí a decir la verdad" . Un país que tenía tarifas congeladas en pesos con una inflación del 700% no era sostenible. Se habían destruido las reservas. Lo que tenemos que hacer en Argentina es decir la verdad y creo que la enorme mayoría de los argentinos lo entiende.
-¿No hay temor de que se produzca un estallido social? Al final los argentinos estaban acostumbrados a que les bonificaran las tarifas.
-Por eso el Presidente ha tomado algunas medidas en beneficio de los que menos tienen. El 30% de los consumidores de gas tiene tarifa social, que es extremadamente baja y la diferencia de consumo entre los que menos consumen, que son los más pobres y los más ricos, es 20 veces. O sea que los que tienen que bajar su consumo, porque la Argentina no tiene gas, son los que más tienen. Y claro, se quejan pero de vuelta, como decía Perón , "la única verdad es la realidad".
-A propósito de la energía, usted criticó la frase de Macri, quien dijo que quienes estaban en su casa en remera y short estaba gastando demás.
-Dije que quizás era una frase desatinada porque se estaba refiriendo a personas que estaban en su casa. Pero es quizás la manera de que los argentinos entiendan dos cosas: que nos estamos quedando sin gas y que si seguimos gastando gas como lo estamos gastando -el doble por persona que los chilenos- vamos a tener que cortar el suministro a las industrias. Los argentinos se tienen que dar cuenta de eso.
-Parece complejo...
-Tenemos la dura tarea de bajar la inflación y sincerar las tarifas. Desde que asumió Macri la inflación creció 12%: 8% por el aumento de tarifa y 4% por el aumento del dólar que estaba artificialmente bajo y no se podía comprar ni vender. Pensamos que el 2017 vamos a estar bajando de una inflación que llegó al 40% anual a una de alrededor del 15%.
-¿Cuál es el desafío que tiene Macri?
-Generar confianza y transmitir el optimismo que tenemos sobre el futuro inmediato. Si logramos hacer eso el futuro es enorme.
-¿Y cuál es el rol del Parlamento argentino en este escenario?
-El Parlamento está dando muestra de madurez y responsabilidad. En el Senado que yo presido la oposición peronista tiene 43 senadores y el oficialismo 15. Sin embargo, hemos aprobado proyectos trascendentes como el que arregla la deuda del país o el que permitió el blanqueo y repatriación de los fondos no declarados por los argentinos que va a cambiar radicalmente la situación económica argentina y va a bajar las tasas de interés. Y hemos designado, con dos tercios del Senado, dos ministros de la Corte Suprema para garantizar que habrá jueces de la ley y no jueces del poder. Así que el Parlamento argentino está dando muestras de madurez.
-¿Desde su país cómo ven a Chile, donde se ha generado una gran crisis de confianza en la política?
-No voy a opinar sobre los temas internos de Chile, pero en general Chile ha sido un modelo para la política latinomericana porque ha compartido política de Estado. Entonces, tienen que rescatar lo bueno que han hecho: han compartido una visión democrática y una visión de una economía productiva y competitiva en favor de los consumidores. Esos logros los tienen que cuidar y buscar nuevos logros compartidos como los que tienen que ver, por ejemplo, con la inclusión social.
-Se están impulsando reformas profundas, para muchos refundacionales. ¿Cómo se observa este proceso desde el otro lado de Los Andes?
-Lo importante es que se trate de buscar acuerdos. Destaco mucho eso en la Argentina, que estamos pasando de una cultura de 12 años de conflicto a una cultura de la colaboración. Lo que une es el diálogo, y no quiere decir conversar, sino que razonar en común. Es muy bueno para el pueblo cuando sus representantes razonan en común.
Kirchnerismo en crisis
-¿Le afectó que a la exmandataria Cristina Fernández le allanaron 12 propiedades?
-Es triste, pero había sistemas de corrupción muy fuerte en la anterior administración. Ahora no sé cuál es la responsabilidad de la expresidenta porque eso lo va a determinar la justicia, pero de los momentos tristes es donde más se aprende.
-Cristina sale a hacer sus descargos subida a una camioneta. ¿No temen que esta suerte de victimización la ayudará a volver al gobierno?
-Desde el oficialismo no queremos que ella sea víctima. Sabemos que es una dirigenta política importante. Se ha retirado del poder con un apoyo popular importante, que ahora ha disminuido, pero sigue siendo importante. Así que respetamos su acción política. Ahora en Argentina hay reelección y nosotros aspiramos a gobernar dos periodos.
-¿Cómo ve al kirchnerismo?
-Tomó una postura de extrema oposición a cualquier cosa que haga el Presidente Macri y eso lo ha ido desplazando hacia una posición más extrema del espectro político, más en los bordes y cuando uno se va del centro del sistema político, uno pierde el poder porque la mayor parte de la población no es extremista. Y en la medida de que el Kirchnerismo tome un rol de oposición extrema, se va a minimizar como alternativa política.
-Entonces ¿no es un peligro latente?
-No. El Kirchnerismo no es un peligro latente. Lo que vemos en Argentina es un Peronismo responsable y mayoritario.
"Desde el oficialismo no queremos que Cristina Fernández sea víctima. Se ha retirado del poder con un apoyo popular importante, ahora disminuido, pero importante. Así que respetamos su acción política".
"El kirchnerismo tomó una postura de extrema oposición a cualquier cosa que haga el Presidente Macri y eso lo ha ido desplazando hacia una posición más extrema y cuando uno se va del centro pierde el poder".