"Se da a la fuga, huye del lugar y a la altura de la Villa Aeropuerto llama a Carabineros y se entrega"
Coronel Carlos González
Prefecto de Viña del Mar por accidente que provocó la muerte de una joven funcionaria de la Armada
"La medida permite fortalecer la imagen de Valparaíso"
Alcalde Jorge Sharp
Comisión aprueba cambio de fecha para la Cuenta Pública a la Nación
En la Cumbre de NN. UU para el Cambio Climático (COP22), realizada en Marruecos, en noviembre pasado, hubo buenas intenciones y palabras grandilocuentes, pero poca acción. Se acordó elaborar una agenda de trabajo para aplicar el Acuerdo de París (COP21), la que deberá estar lista el 2018. Hasta entonces difícilmente habrá novedades.
En París, 195 países se comprometieron a que la temperatura del planeta no supere los 2ºC por sobre lo existente en la era preindustrial (fines del s. XIX). Cada país se autoimpuso metas de reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) a contar del 2020, con evaluaciones cada cinco años. La principal preocupación fue reducir las emisiones de CO2, producto de la combustión de los derivados del petróleo y carbón. Este Acuerdo rige desde noviembre de este año, al haber sido ratificado por más de 90 países que, en conjunto, superan el 55% del total de las emisiones globales exigidas para su vigencia.
En el intertanto, el 2016 ha sido uno de los años más calurosos de los que se tiene registro, y la temperatura del planeta ya acumula 1,2º por sobre el nivel preindustrial. Con este ritmo, el 2050 se habrá superado con creces el límite de 2ºC, lo que obligaría a tomar medidas más urgentes que las acordadas en Marruecos. Pero, como ocurre en todos los organismos internacionales, es difícil pasar de las intenciones a la acción. No todos los países perciben esta amenaza como inminente, y otros sienten que la responsabilidad es de los más industrializados. Incluso el electo presidente de EE. UU., Donald Trump, manifestó su escepticismo sobre el calentamiento global y el consiguiente cambio climático, que califica como "cuento chino".
Chile, según la organización alemana Germanwarch, está dentro de los diez países más afectados por el calentamiento global. Sus efectos están a la vista: sequías y precipitaciones inusuales, marejadas recurrentes, intensa marea roja, varazones masivas de cetáceos, etc. Hay conciencia de esta vulnerabilidad. Así, pese a ser responsables sólo del 0,2% de las emisiones de CO2 del planeta, nos hemos comprometido a reducirlas en 30% al 2030, tomando como base lo existente el 2007. Además, existe un Plan de Adaptación al Cambio Climático, que habrá que actualizar y concretar en planes sectoriales. Con todo, pasar a la acción no será simple, porque conlleva recursos públicos y privados vía impuestos, para complejas transformaciones en infraestructura y hábitos. Ni siquiera hemos ratificado el Acuerdo de París.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Presidente Liga Marítima
En las primeras horas de esta madrugada se produjo un incendio en la calle del Cabo, en la casa martillo de los Señores Wiedmann y Compañía. Vecinos y bomberos actuaron con rapidez y sofocaron el fuego originado en el almacén. Se notificó la multa a los martilleros por el incendio y por su presencia en el local amagado.
Se han trasladado a Viña del Mar los omnibuses que durante un tiempo recorrieron las calles de Valparaíso. Allí los utiliza el público para ir y venir de las playas. Se los ve a todas horas recorriendo el hermoso balneario, llenos de pasajeros y con pintorescos avisos. Ellos reemplazan a los viejos carromatos y son mucho más cómodos.
Inició su regreso a Valparaíso desde Orange, Texas, la escampavía "Yelcho" de la Armada Nacional, que viajó con la misión de traer a remolque al país dos de los 4 nuevos buques tipo A. P. D. con que contará la marina chilena. La Navidad sorprenderá en alta mar a la dotación, tal vez cerca de Balboa, si hay buenas condiciones de navegación.
No cabe duda que el paso dado el miércoles de esta semana, con la aprobación en el Congreso Nacional de la elección directa de los gobernadores regionales, es importante y clave para alcanzar una mayor descentralización en el país. Sin embargo, y pese a la alegría que mostraban los rostros de las autoridades y parlamentarios esa tarde en la Cámara de Diputados, de nada sirve este avance si no se logra tramitar antes de abril el proyecto de Fortalecimiento de la Regionalización que establece las competencias de estas nuevas autoridades y la Ley Orgánica Constitucional para regular este proceso eleccionario.
En otras palabras, de no ocurrir lo anterior no habrá elección de gobernadores regionales a fines del 2017, tal como se comprometió este gobierno, y se tendría que esperar hasta el 2021. En este sentido, la diputada Daniella Cicardini (PS) señaló que "si no se tramita la Ley Orgánica y el traspaso de competencia, la aprobación de la elección de intendentes puede ser letra muerta".
En respuesta a esta situación, el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, aseguró que las instancias que están pendientes tendrán las urgencias necesarias de parte del Ejecutivo, de manera de lograr su aprobación en el menor tiempo posible.
Claramente, esta "letra chica" de lo aprobado esta semana busca evitar que los nuevos gobernadores regionales -que vendrían a reemplazar a los actuales intendentes, pero que mantendría un delegado presidencial en cada una de las quince regiones- asuman sus funciones sin tener la total claridad de qué podrán y qué no podrán hacer en sus cargos. Algo tan básico, pero que ya ocurrió con la elección de los consejeros regionales, donde hasta el día de hoy no se establecen sus nuevas competencias, pese a que ya son elegidos democráticamente.
Así las cosas, queda esperar ver qué propondrá el Gobierno central respecto a las competencias y qué atribuciones cederá para que esas decisiones recaigan en un ciento por ciento en las autoridad regional electa. Un tema no menor, considerando recursos, trabajo con las secretarías regionales ministeriales, disposición de los distintos servicios (Corfo, Sercotec, Inia, Servicios de Salud, etc.), selección de equipos de trabajo y coordinación con los llamados delegados presidenciales, entre otros.
La apuesta hoy está dada en que todo quede aprobado en abril para tener así elecciones el próximo año; sin embargo, existen algunas corrientes que buscarán aplazar en cuatro años esta decisión. El gobierno tiene la palabra para saber si cumplirá o no con este compromiso de campaña.