Fundación Buen Vivir: jóvenes profesionales rescatan el patrimonio
VALPARAÍSO. Desde hace un año trabajan con vecinos aportando con sus conocimientos al crecimiento social.
Hace aproximadamente un año, un pequeño grupo de jóvenes profesionales porteños comenzó a trabajar con los vecinos del cerro Barón. Con distintas profesiones, todos tenían en común una voluntad común para generar un cambio en la sociedad por medio de sus disciplinas.
A la fecha, ya han trabajado con vecinos de los cerros Barón y Florida y aunque los problemas inmobiliarios son los más mediáticos y donde han estado más presentes, no son los únicos importantes de abordar, sino que buscan, en palabras de su presidente, Andrés Díaz, "pensar el desarrollo de manera holística, reuniendo a las disciplinas, y plantear una mirada distinta, donde el desarrollo de la ciudad sea armónico con la naturaleza y con sus habitantes".
No sólo apoyan jurídica y socialmente la defensa de territorios, sino ir más allá. La encargada del departamento de Investigación de la fundación, Victoria Soto, afirma que "con el trabajo que hacemos intentamos romper la lógica asistencialista que tienen muchas instituciones. Por eso la metodología incluye, por ejemplo, la resolución del problema en el caso de lo jurídico, pero también incentivar la organización, que puedan recomponer ellos el tejido social más próximo que tienen: que se vuelvan a coordinar clubes deportivos, juntas de vecinos o centros culturales".
Y agrega que la sociedad en este aspecto cumple el rol principal. "Es de cómo nos hacemos cargo de nuestros espacios, lo territorial es fundamental. Lo que se genera a partir de su experiencia local y la historia barrial, de la micro historia que se conforma en su espacio y que, a partir de ahí, ellos generen alternativas y propuestas de qué es lo que quieren".
Díaz asegura que "no es solo resistencia de un barrio o territorio a determinado proyecto, sino que, más bien, es la propuesta que puedan usar los vecinos respecto al barrio, cómo quieren el crecimiento de este y de la ciudad". Por lo mismo, trabajan mezclando las áreas profesionales de los miembros de la organización, para que así se considere la historia, sociología, arquitectura y también, el ámbito legal.
A su vez, hacen hincapié en que quieren recuperar el concepto de patrimonio de Valparaíso, repensar la ciudad desde los barrios, ya que creen que cada espacio responde a sus lógicas propias.
Actualmente, Buen Vivir cuenta con nueve miembros socios y 20 activos. Su presidente comenta que "si bien la fundación es dirigida por profesionales jóvenes, agranda su círculo y participan no profesionales, vecinos, gente que cultiva oficios, lo que hace que la mitad de la fundación sea completa y transversal".
En el futuro, no descartan trabajar en otras comunas de la región y ya se encuentran implementando el plan piloto de cortafuegos junto a la UV.
"Con el trabajo que hacemos intentamos romper la lógica asistencialista que tienen muchas instituciones"
Victoria Soto, Encargada Departamento de, Investigación, Buen Vivir"
Plan piloto de cortafuegos
La fundación Buen Vivir, en conjunto con la facultad de ingeniería de la Universidad de Valparaíso, ejecutan un plan piloto en la prevención de incendios. El presidente de Buen Vivir explica que se desarrolló un plan ciudadano que consideró la participación activa de vecinos, que contemplan diferentes etapas, siendo la principal el diagnóstico que hace la comunidad respecto a su sector. Dicho diagnóstico se ejecuta en la población Vista al Mar, del cerro Placeres, además en compañía de la Junta de Vecinos del cerro Florida.