Brasil: personal policial ignora un acuerdo y mantiene huelga
PARO. La crisis de seguridad pública en el estado de Espírito Santo desató una ola de violencia con al menos 121 muertos.
Los policías militarizados del suroriental estado brasileño de Espírito Santo ignoraron ayer un acuerdo firmado la noche del viernes con el Gobierno regional, que facilitaba el fin de una huelga que completó una semana, y permanecieron acuartelados.
El acuerdo tenía previsto que los policías, que reclaman reivindicaciones salariales, volviesen a las calles ayer a partir de las 7.00 hora local (9.00 GMT), pero los agentes no cumplieron con lo dispuesto entre representantes de las asociaciones de la Policía Militarizada y el Gobierno de Espírito Santo.
La crisis de seguridad pública, por falta de efectivos en las calles, desató una ola de violencia con al menos 121 muertos, principalmente en Vitoria, la capital regional, en la que muchos locales comerciales, agencias bancarias y oficinas públicas permanecen cerradas.
El servicio de autobuses, que fue varias veces suspendido por temores a robos de los vehículos, fue retomado gradualmente ayer en Vitoria, donde unos dos mil efectivos del Ejército y de la Fuerza Nacional de Seguridad (un grupo policial especializado) patrullan las calles ante la falta de policías.
El secretario de Derechos Humanos de Espírito Santo, Julio César Pompeu, anunció la noche del viernes el acuerdo en una rueda de prensa, y aseguró que los agentes que secundaron el paro "no sufrirán sanciones disciplinarias", pero advirtió que será la justicia la que determine si da continuidad a los cargos presentados contra ellos.
La declaración del Gobierno regional secundó las palabras del Presidente de Brasil, Michel Temer, que se pronunció el viernes por primera vez sobre la crisis en Espírito Santo, la que era hasta entonces una de las regiones con menor tasa de homicidios del país. El Mandatario expresó su "condena" a la "paralización ilegal".