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EDUCACIÓN. Los problemas se deben a la falta de claridad sobre el comienzo de las obras de mejoramiento, así como al monto del arriendo de las dependencias de la Escuela Italiana.
Construida en 1924 por el arquitecto portugués, Alfredo Azancot, la escuela Ramón Barros Luco fue declarada Monumento Nacional en 2003 debido al interés histórico y artístico que el inmueble presentaba por esa fecha, siendo su antigüedad uno de los factores claves para recibir tal distinción.
Escenario que en la actualidad ha sufrido un cambio rotundo. Luego del terremoto del 2010, el establecimiento educacional cerró sus puertas al no presentar las condiciones adecuadas para realizar actividades escolares.
Tras un par de años sin funcionar, en el 2012 el Ministerio de Educación adjudicó los recursos a la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval) para poder realizar una completa renovación del recinto, determinando el segundo semestre del 2013 como la fecha de apertura a la comunidad estudiantil. Expectativas que finalmente no se cumplieron, pues la empresa Veisa, a cargo del proyecto, después de tres meses de trabajo se declaró en quiebra, provocando un retraso en la restauración que dura hasta el día de hoy.
Complejo escenario
El abandono del Monumento Nacional ha convertido a la escuela en un verdadero centro de delincuencia y de protección para las bandas delictuales que operan en las calles Morris y Uruguay. Pero ése no es el único inconveniente que deberá afrontar la comunidad de la escuela Ramón Barros Luco, pues según dijo el concejal Carlos Bannen, presidente de la comisión de educación del municipio, la idea de la Cormuval es trasladar a las 600 alumnas del plantel que actualmente utilizan las dependencias de la Escuela Italiana hacia el Liceo Bicentenario.
"En cuanto al funcionamiento propiamente tal de la escuela Ramón Barros Luco, existe un problema con el pago del arriendo de $14 millones mensuales que el Ministerio de Educación, a través de la Cormuval, realiza a la Escuela Italiana, y en base a estos antecedentes se buscaría modificar el lugar en donde funciona la escuela, trasladando a los alumnos al Liceo Bicentenario", expresó Bannen.
En este punto, el edil porteño agregó que "yo creo que vamos a caer en el mismo problema que tenemos hoy si se cambia la escuela Ramón Barros Luco al Liceo Bicentenario, porque se va a sobrepasar la cantidad de estudiantes, con una menor cantidad de metros cuadrados por alumno y con la necesidad de construir una mayor cantidad de baños, y eso no se va a cumplir".
Opinión que compartió Mario Díaz, presidente del Colegio de Profesores de Valparaíso, quien sostuvo que "las conversaciones sobre la escuela Ramón Barros Luco se ha llevado a nivel central en la Secretaria Ministerial, y por ende, no hemos tenido ningún tipo de injerencia".
Al respecto, Díaz afirmó que "nosotros siempre vamos a exigir que las condiciones en las cuales están los estudiantes y profesores sean las óptimas, pero también entendemos y siempre se lo hemos dicho a las anteriores administraciones, que nosotros estamos en función de no mantener el sistema como está hoy en día, sino que mejorarlo, para no llegar a ser como la orquesta del 'Titanic' y que nos hundamos con todos. Con eso me refiero a la importante suma que se estaba gastando en el arriendo de la Escuela Italiana, habiendo espacio ocioso dentro del sistema de los establecimientos municipales, en donde se puede albergar a los estudiantes sin tener ese gasto".
Inicio de año escolar
Ante este complejo escenario, y tomando en cuenta el poco tiempo que resta para el inicio del año escolar 2017, Gloria Tapia, directora de la escuela Ramón Barros Luco, entregó algunas definiciones sobre cuándo se iniciarían los trabajos de renovación.
"La gente del Ministerio de Educación ha mantenido reuniones informativas con nosotros, y ellos nos dijeron que durante el segundo semestre del 2017 iba a empezar nuevamente la licitación del proyecto, para así de una vez por todas iniciar las obras definitivas", manifestó Tapia.
En este sentido, y tras ser consultada sobre un posible traslado de la comunidad educacional al Liceo Bicentenario, la directora de la escuela Ramón Barros Luco puntualizó que "el gerente de la Cormuval ya me confirmó que nos quedaremos en la Escuela Italiana durante todo el año académico 2017, y eso obviamente nos da una seguridad, porque estamos tranquilos utilizando las dependencias de ese establecimiento".
"En este punto, nosotros le comentamos a las autoridades que nuestras expectativas son cambiarnos una sola vez más, pero a nuestro establecimiento definitivo, el cual actualmente se encuentra en un estado total de abandono, afectando al sector, y opacando la calidad de Monumento Nacional que hoy en día ostenta", concluyó Gloria Tapia.
El 2010, y a raíz del terremoto que afectó la zona centro-sur de nuestro país, la escuela Ramón Barros Luco cerró sus puertas.
En el 2012, la empresa Veisa ganó la licitación para restaurar el recinto, situación que no ocurrió pues se declaró en quiebra.
Hoy en día, la comunidad de la escuela Ramón Barros Luco sigue a la espera del inicio de obras para la renovación del Monumento Nacional.
El escenario que rodea el inicio del año en la escuela Ramón Barros Luco
"Existe un problema con el pago del arriendo de $14 millones mensuales que el Ministerio de Educación, a través de la Cormuval, realiza a la Escuela Italiana"
Carlos Bannen Concejal (UDI) de Valparaíso"
"Como Colegio de Profesores siempre vamos a exigir que las condiciones en las cuales están los estudiantes y profesores sean las óptimas"
Mario Díaz, Presidente del Colegio de, Profesores de Valparaíso"