El secretario de Seguridad Interior de EE.UU. descarta deportaciones masivas
CRISIS. John Kelly viajó a México y quiso dar tranquilidad, mientras, Trump hablaba de una "operación militar".
Mientras el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, definía las condiciones bajo las cuales iba a reunirse con los dos emisarios estadounidenses que llegaron ayer a México, John Kelly, el secretario de Seguridad Interior de la adminsitración Trump ofrecía una conferencia de prensa conjunta con el canciller anfitrión, Luis Videgaray, en plena tensión por las políticas migratorias impulsadas por Estados Unidos.
"Quiero dejar muy claro que no habrá deportaciones masivas. Repito, no habrá deportaciones masivas. Todas las deportaciones se harán conforme a nuestro marco legal. Las deportaciones se focalizarán sobre personas con antecedentes criminales y se hará como siempre, con estrecha colaboración con el gobierno de México. La amistad de nuestra frontera es importante", declaró John Kelly.
A la misma hora, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump advertía que "por primera vez estamos expulsando a pandilleros, a señores de la droga, a tipos realmente malos, a una velocidad nunca vista, como una operación militar".
Bastaron esas palabras para alarmar la conferencia en Ciudad de México, donde Kelly aseguró al instante que "no se hará uso de la fuerza militar". Las deportaciones "se harán de manera que se respete la dignidad humana. Es así como opera el ejército mexicano y el ejército de Estados Unidos y nuestro marco legal, nuestras instituciones de procuración de justicia".
Luis Videgaray se reunió antes de la declaración con Kelly y con Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano, y estuvo acompañado por el secretario mexicano de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y de Hacienda, José Antonio Meade.
"Hemos expresado nuestra preocupación por el respeto a los derechos de los mexicanos en Estados Unidos. Hablamos de la imposibilidad jurídica de que un gobierno tome decisiones que afecten a otro de forma unilateral. (...) Para superar los agravios y los sentimientos negativos, más que las palabras, lo que habrá de importar son los hechos", dijo Videgaray al término de la cita, en la cual también habló del sentimiento de "irritación" de los mexicanos.
Después de almorzar en la Cancillería, los enviados estadounidenses llegaron hasta la residencia presidencial de Los Pinos, donde Peña Nieto finalmente los recibió en forma privada durante 40 minutos, en una visita que fue catalogada como "de cortesía". A esa reunión se sumó Videgaray y la embajadora estadounidense en México, Roberta Jacobson.
En la Casa Blanca, Donald Trump reconoció que sus secretarios de Estado tendrían un "viaje duro, porque tenemos que ser tratados de manera justa por México".
Cómo México "pagaría" el muro
Cuando Donald Trump se refería a que México iba a pagar el muro que levantará en la frontera, nunca quedó muy claro cómo haría para que lo pagara México. The New York Times publicó ayer de dónde podría salir el financiamiento. "Por ejemplo, de la revisión de la ayuda al Plan Mérida", una iniciativa que comenzó el 2007 y a la que se asignaron mil millones de dólares para combatir el crimen orzanizado. Otros programas apoyados por el Congreso de EE.UU. para la sociedad civil también podrían ser recortados, mientras que el mayor temor es qué pasará con las remesas de mexicanos establecidos en Estados Unidos, que anualmente envían US$ 25 mil millones.