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Comunidad de galería y edificio "El Escorial" en picada contra músicos y ruidos molestos

VIÑA DEL MAR. Abogado interpuso recurso de protección contra alcaldesa, municipio, seremis de Salud y Medio Ambiente y Superintendencia. Vecinos y locatarios piden al municipio horarios y ordenamiento.
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Pamela Boltei

Aburridos de los constantes ruidos que, argumentan, no los dejan desempeñarse en sus labores normalmente en horarios de trabajo, la comunidad del edificio y la galería "El Escorial" de Viña del Mar, ubicada frente a la plaza José Francisco Vergara, entre la calle Valparaíso y Arlegui, hicieron un llamado a las autoridades a ordenar y solucionar el problema que hace años viene creciendo en el centro de la ciudad.

A tanto ha llegado el problema, que incluso un abogado que tiene oficina en el octavo piso del edificio, decidió tomar cartas en el asunto e ingresó un recurso de protección constitucional para buscar soluciones concretas frente al tema en la Corte de Apelaciones de Valparaíso, la que declaró el recurso inadmisible. El mismo jurista apeló ante la Corte Suprema, la que tiene que resolver en la Tercera Sala su admisibilidad. La acción judicial está dirigida contra la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, la municipalidad de Viña, Carabineros de Chile, la Seremi de Salud, la Seremi de Medio Ambiente y la Superintendencia de Medio Ambiente, por los sonidos y ruidos molestos que a diario escuchan.

En concreto, el abogado Héctor Cifuentes, manifestó en su escrito que "las voces, cantos, música, prédicas, sonidos de instrumentos a todo volumen, durante todo el día, sin tregua, no permiten el desarrollo de la vida con razonable normalidad. Quien quiera se instala en la vía pública y la transforma en su auditorio o salón personal mediante parlantes electrónicos que sin misericordia alguna nos revientan los oídos, aturden los sentidos, provocan jaquecas y vómitos. Estas personas nos destruyen la vida y hacen que las propiedades aledañas se hagan invivibles con el consiguiente deterioro de su valor. No hay forma de concentrase en el trabajo diario, leyendo o escuchar humanamente al cliente frente a uno. Para qué pensar en la vida de familia. El ruido es enloquecedor".

Luego, agregó: "Parte temprano, ocupan veredas y plazas como si fueren propias, conectan sus parlantes y a todo volumen empieza uno con cantos, música estridente, siguen otros con bombos, no falta el que ameniza con trompetas para que le escuchen en algún país vecino. No es uno, son varios a la vez, sólo distanciados por unos escasos metros, y así hasta la noche, en la que se agregan las prédicas religiosas. Escucho y me digo: ¡Por favor, no me amenace más con el infierno! Vivo en él".

Aclaró que "no tengo nada contra la música, los cantos, sus instrumentos, las prédicas y mucho menos contra la libre expresión de las ideas y el talento. Por supuesto, tampoco contra el hecho que las personas ganen su sustento con el duro esfuerzo de cada día, por eso mis vecinos y yo queremos -y creemos tener derecho a ello- lo mismo para nosotros: Simplemente que todos podamos desarrollar nuestra vida con normalidad, sin aturdir ni enfermar a los demás el día entero".

Felipe Díaz, dueño de la clínica dental "Plaza Vergara", coincide con esto, pues advierte que lleva años con los ruidos, pero que hace dos o tres ha aumentado, principalmente en verano. "El ruido sube al edificio, aumenta y es casi imposible trabajar, es muy molesto, los pacientes tienen que aumentar la voz", y manifestó que "tampoco queremos que se quite esa fuente de trabajo a esas persona, sino que se organice. Esto tendría que hacerlo el municipio".

Jésica Barra, locataria de "Producto Exclusivo" contó que "el espacio de afuera se ha mal ocupado con personajes religiosos, transformistas, que si bien se respeta su labor, es demasiado el desorden. Cada día está peor, no dejan trabajar porque no se escucha, además es un foco de delincuencia. Uno acá está pagando el local para poder trabajar tranquilos. Las autoridades deberían poner reglas para ellos y para los vendedores ambulantes".

Yolanda Castillo, de la relojería Crisna, advirtió que "es espantoso, todo el día hay bombos en la esquina, el organillero, después hay unos travestis que hacen un show, la música a todo volumen... uno está con clientes acá y no se escucha nada. Esto ha ido en aumento, en los veranos es horrible. Yo llego con dolor de cabeza a mi casa. Es súper complicado trabajar así. El centro de Viña está asqueroso, acá hay que ordenar, todos necesitamos trabajar tranquilos".

La concejala Macarena Urenda dijo al respecto que sólo hay autorizaciones de parte del Departamento de Rentas para música en la plaza María Luisa Bombal (Villanelo), que el Departamento de Seguridad Ciudadana pasa partes y luego el Juzgado de Policía Local solicita pruebas de sonómetro, que el Departamento de Ambiente puede realizar sólo "cuando hay denuncias. "Lo que está sucediendo en ese sector está fuera de la ley y más que demandar a la municipalidad tienen que hacer las denuncias correspondientes" a otros organismos.

Laura Giannici comentó que "debe ser tremendo vivir todos los días con eso. Deberíamos armar una mesa de diálogo con ellos para establecer una reglamentación con horarios y días. No podemos impedirles lo que hacen, pero sí ordenarlos y buscar un espacio para ellos".

Rodrigo Kopaitic dijo que "una nueva y moderna ordenanza de utilización de los bienes nacionales de uso público, junto con la manifestación de voluntad de todos los organismos vinculados al tema, es una prioridad".

Sandro Puebla sostuvo que "no estoy en contra del arte, tenemos que crear espacios para ello, y tenemos que trabajar una política correcta para el próximo año de ruidos molestos en el centro y el comercio ambulante".

Municipio incluirá regulación a artistas

El municipio advirtió al respecto que está aplicando desde el 2015 un plan de Ordenamiento Integral y Fiscalización en la comuna, el cual "incluye un robustecimiento de las ordenanzas municipales". Agregó que "hemos comenzado tratando el tema del comercio ambulante y vamos a incluir también, en este ordenamiento, la proliferación de artistas callejeros. Sin embargo, queremos dejar claro que al igual que en el comercio ilegal, existen diversas instituciones públicas que tienen que ver con su fiscalización. Por lo tanto, urge tener un criterio común para resolver esta situación".

"En el verano tocan todo el día los bochincheros, de 2 a 8 y media, y molesta. Las batucadas también todo el día. Nos tienen la cabeza cuadrada"

Nicolás Basaure, Locatario joyería "Daplazuli""

"En el verano es terrible, es todo el día, no sólo un ratito. Es insoportable y nadie hace nada. Son ciertos decibeles para escuchar, pero nadie hace nada"

Loreto Gárate, Locataria "Sabor Café""