Cristián Rojas M.

En prisión preventiva por los seis meses fijados para la investigación quedó Cristian Muñoz (21), formalizado ayer por homicidio en el Juzgado de Garantía de San Felipe, donde llegó en calidad de imputado por el asesinato de Susana Sanhueza, la joven de 22 años que el 8 de marzo fue encontrada sin vida dentro del archivo municipal de la ciudad, con su cuerpo envuelto en bolsas plásticas, aunque la data de muerte se estableció de siete días antes, coincidiendo con la fecha de su desaparición, el 28 de febrero.

El comisario Gino Gutiérrez, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Andes, aclaró que el imputado, si bien no trabajaba en la municipalidad de San Felipe, tuvo acceso a las llaves del archivo municipal tiempo atrás, cuando junto a la víctima participaban "en un grupo animalista no vinculado a la municipalidad, pero autorizado en su momento".

Por su parte, el fiscal de San Felipe, Eduardo Fajardo, detalló que en la audiencia de formalización se expusieron "diversos antecedentes que dan cuenta y acreditaban la participación del imputado, entre ellos la declaración de testigos, particularmente la madre del imputado, la polola, quienes señalaban que, efectivamente, el imputado, el día de los hechos habría llegado con una mochila de una mujer, con elementos en su interior que daban cuenta de las especies que la víctima mantenía, y son las mismas con las que sale de su casa el día de los hechos".

Fajardo precisó que Muñoz prestó declaración el jueves, tras ser ubicado producto de diversas diligencias en coordinación con la PDI, "una de ellas fue la clonación de la tarjeta simcard del teléfono de la víctima", lo que permitió rescatar los últimos mensajes "y de esa forma se pudo probar que el último contacto que tuvo la víctima, el día 28 de febrero, fue con el teléfono del imputado, que en su perfil WhatsApp aparecía como Cris".

Luego de ello, la PDI revisó "el detalle de los miembros del grupo animalista, aparecía un Cristian Muñoz, que por la foto se logra establecer que sería el imputado. Al entrevistársele, él declara que fue él que, efectivamente, estuvo con la víctima el día de los hechos (...), evade un poco su participación y reconoce que la víctima tuvo un ataque o crisis de convulsiones, botó espuma por la boca, y que verificó que estaba muerta y por eso la cubre con bolsas, en cabeza y cuerpo", detalló Fajardo.

Sin embargo, agregó el fiscal, "la causa de muerte es asfixia por sofocación, lo que da cuenta de que el imputado en definitiva la mata al colocar la bolsa plástica en la cabeza, y eso quedó acreditado por la misma dinámica del sitio del suceso y a través de los testigos".

El persecutor precisó que Muñoz, "tras matar a la víctima, procedió a tomar fotos del cuerpo de ella cuando se encontraba ésta con bolsas plásticas y se las envió a la polola por vía WhatsApp. Las fotos establecen la hora, el lugar y el día. La polola justamente declara en esos mismos términos, verifica que se trata de una mujer, ve la manos, las uñas, y eso fue el día 28 de febrero".

A ello se suma la recopilación de imágenes captadas por las cámaras de seguridad, tras lo cual, precisó Fajardo, "se logra establecer que la víctima, junto a una persona cuya silueta asemeja la del imputado -quien, dicho sea de paso, reconoce que era él-, ingresa en el día y la hora señalada al archivo municipal, estableciendo la hora de llegada".

de febrero es la fecha en que desapareció la víctima, día que coincide con su encuentro con el imputado. 28

Eran las tres de la tarde del jueves. La asesora del hogar de una vivienda ubicada en la calle Las Elenas, de Concón, estaba en la cocina del inmueble cuando escuchó pasos dentro de la casa. Pensó, según su relato, que eran los moradores de la vivienda; sin embargo, se encontró con dos sujetos desconocidos que la agredieron inmediatamente.

De acuerdo a lo relatado por la víctima, quien no se quiso identificar por miedo a las represalias, los delincuentes de 18 a 25 años - entre ellos una mujer-, la golpearon en la cabeza, la maniataron y amordazaron para robar diferentes artículos electrónicos y dinero del lugar.

"El primer golpe que recibí fue de ella, que me pegó en la frente, debe haber sido un combo, después me llevaron al pasillo y siguieron pidiéndome la plata, yo les decía que no sabía de plata y empezaron a registrar todo, sacaron cámaras fotográficas, notebook y mi celular que fue lo primero que ella se echó al bolsillo", relató la víctima quien está con licencia y quedó con dos puntos en la cabeza producto de la agresión.

La mujer, quien tiene diferentes moretones en su cuerpo, afirmó que "me amarraron las dos manos con pita o cuerda que sacaron de la misma casa. Otro sujeto me pegó muy fuerte en la cabeza y quedé media mareada, sangró mucho. Fueron los 15 minutos más largos de mi vida. No podía hacer nada porque siempre estaban amenazándome".

La propietaria de la casa se enteró de lo ocurrido minutos después que la asesora del hogar logró pedir ayuda. Su asombro y desesperación fue mayor cuando vio a la mujer con múltiples heridas, la auxilió y se percató que de la vivienda habían sacado diversos objetos que fueron avaluados en más de un millón de pesos.

Tras el hecho, Carabineros llegó al lugar y se inició una investigación para dar con el paradero de los delincuentes. Además se dispuso refuerzo de seguridad en el sector.