Cristián Rojas M.
Este lunes se dio a conocer que dos universidades privadas, la U. Diego Portales y la U. Alberto Hurtado, no seguirán adscritas a la gratuidad. Y si bien el sistema ha provocado un déficit en las arcas de la Universidad Técnica Federico Santa María, su rector, Darcy Fuenzalida, aclara en su calidad de vicepresidente del G9 que dicha agrupación no ha pensado en aunar posturas con los planteles fuera del Consejo de Rectores (CRUCh).
"A mí no se han acercado y, que yo sepa, al G9 tampoco. Dentro del G9 en ningún momento hemos analizado la posibilidad de hacer causa común con otras instituciones, no está dentro de mis planes tampoco. Nosotros tenemos una postura clara y nuestra organización como G9 está dentro del CRUCh, nos reunimos con el objetivo de poder analizar el devenir del Consejo de Rectores desde la mirada de las universidades no estatales, pero en ningún caso el propósito de esto es buscar alianzas con organismos o instituciones ajenas al CRUCh. Esa decisión, a mi juicio, si es que se tomara, debiera ser del CRUCh", enfatizó.
- En principio, el G9 iba a ser homologado a las universidades privadas creadas desde 1981, pero al parecer ya no será así...
- Sí, ese fue un error mayúsculo que tiene la reforma que ingresó al Congreso; sin embargo, en la reciente reunión con la Presidenta y con la ministra nos señalaron categóricamente que esa situación iba a ser corregida a través de una indicación, y que por lo tanto, las universidades públicas no estatales iban a ser tratadas de una forma especial, como ha sido históricamente en Chile, o sea, nosotros no estamos pidiendo nada diferente al trato que hemos recibido durante 85 años en este país. Estamos pidiendo que en esta reforma se nos reconozca el carácter público de nuestras instituciones.
- Otro cambio que anunció la ministra es que se desecha la creación de una subsecretaría de educación superior, pese a que la nueva institucionalidad era lo que generaba mayor apoyo. ¿Qué le parece esa medida?
- Eso es una noticia que no es buena. Uno de los principales problemas que tiene la educación superior en Chile es la falta de institucionalidad justamente, porque la División de Educación Superior, que es una jefatura, tiene que manejar las casi 60 universidades que hay en el país, más los IP y CFT; por lo tanto, eso es complejo. Ahí se requiere mayor reforzamiento que asegure un seguimiento del actuar de las universidades, especialmente aquellas que están pasando por situaciones de crisis, a objeto de poder tomar decisiones oportunamente, con información correcta, y eso requiere mayor institucionalidad. Lo mismo pasa con temas de lucro.
- Precisamente otro anuncio es que el lucro se tipificará como delito y será sancionado penalmente...
- Esa es una buena noticia, porque si la ley señala que las universidades no pueden lucrar porque son instituciones con objetivos sociales, eso debería cumplirse, y por lo tanto, si alguna institución no lo está cumpliendo, eso indudablemente que debería constituirse en un delito, por lo tanto, que se tipifique de esa manera es complementar en la dirección correcta la legislación.
- La ministra Delpiano puso como plazo abril para aprobar la idea de legislar. ¿Qué proyección tiene usted sobre lo que alcance a aprobarse de la reforma en lo que queda de mandato?
- Yo creo que queda bastante poco tiempo, por lo tanto, es un tema que se debería resolver rápidamente, y yo creo que hay que partir por conocer las indicaciones, o sea, una de las cosas que le ha hecho mal al sistema de educación superior es que las propuestas de reforma al respecto no han sido conocidas por los actores fundamentales, y especialmente el CRUCh, que por ley tiene la misión de asesorar a la ministra en políticas públicas, o sea, si una reforma educacional no es una política pública, entonces ¿qué es lo que es? Por lo tanto, que el Consejo de Rectores no haya conocido el texto de ley hasta después que éste fue entregado y no haya participado en su desarrollo, fue uno de los errores que creo que no permitió visualizar los aspectos negativos de la propuesta que se hizo y que podrían haber sido resueltos anticipadamente a que hubiéramos conocido ese texto. Lo que yo espero es que en esta oportunidad ese debate, ese conocimiento al CRUCh si se dé oportunamente, antes que se hagan públicas las indicaciones a la reforma.
- ¿Hay incertidumbre respecto de lo que pueda ocurrir con la reforma en el próximo gobierno? Por ejemplo, Piñera ya anunció que no profundizará en la gratuidad, sino que en el sistema de becas...
- Yo creo que la gratuidad ya está instalada en el país en los primeros cinco deciles y eso veo muy difícil que se pueda eliminar, por lo tanto, lo más probable es que de aquí en adelante haya un perfeccionamiento de este sistema, y bueno, ya veremos qué propuestas hay para el sexto y para los deciles siguientes, pero dificulto que se pueda eliminar. Lo que corresponde ahí es formalizar la ley, porque lo que no le hace bien al país es que la gratuidad esté legislada por glosa presupuestaria.
- Aunque todo indica que este año será de esa forma nuevamente...
- Yo espero que por lo menos el aspecto de la gratuidad quede reflejado en una ley corta.
- La ministra afirmó que evalúan dividir el proyecto en dos. ¿Espera entonces que una de esas dos partes sea el financiamiento?
- Eso es lo que yo esperaría, yo creo que lo que corresponde ahora es asegurar que la gratuidad quede bien normada y en forma estable, porque a través de una glosa presupuestaria requiere una discusión año a año y eso le genera inestabilidad al sistema de gratuidad, a los estudiantes y a las universidades, entonces ahí hay una deuda pendiente y espero que eso sea una ley que se tramite con la debida rapidez, pero que se pueda establecer que la gratuidad quede como una política pública de largo plazo.
"Creo que lo que corresponde ahora es asegurar que la gratuidad quede bien normada y en forma estable, porque a través de una glosa presupuestaria requiere una discusión año a año""
"Creemos que la gratuidad es una política beneficiosa que aporta a los alumnos la tranquilidad de poder estudiar sin la presión de estar sujeto a un crédito o a becas que se reanudan año a año""