"La verdad es que no sabemos cuál es la política de la Presidenta en materia de aguas"
La guerra del agua está más cerca de lo que pensamos. Esa es la premisa desde la que parte la diputada Cristina Girardi, presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara Baja, quien culpa al Gobierno de no incluir este tema como una prioridad nacional. Desde la instancia legislativa, la parlamentaria PPD quiere reimpulsar el proyecto que busca utilizar las aguas grises para el riego de áreas verdes -lo que requiere instalar un sistema para separarlas del resto de las aguas servidas- y, segundo, volver a vincular el agua a la tierra, que hoy está separado.
Pero lo más importante: quiere que el agua sea un bien nacional de uso público y que los derechos de agua no sean una propiedad a perpetuidad como lo es ahora. "El Estado permite que estos se transen en el mercado. La Presidenta presentó en el periodo anterior una propuesta de modificación constitucional respecto de esto y creo que debiera hacer el esfuerzo para que más allá de reformar toda la Constitución, se pueda reformar esta parte de la Constitución que está atentando a que haya un equilibrio respecto de la distribución de este recurso", subraya.
- ¿Y lo ve probable?
- En pedir no hay engaño. Vamos a solicitar su reingreso y para eso vamos a trabajar con la comunidad y con Adriana Muñoz, presidenta de la Comisión de Recursos Hídricos del Senado.
- ¿Por qué hay que cuidar el agua?
- Es un tema tan relevante que no está puesto en la agenda, porque si bien la Presidenta nombró a un delegado de aguas en algún minuto, ese delegado así como apareció, desapareció. Y la verdad es que no sabemos cuál es la política que le interesa a la Presidenta en materia de aguas.
- O sea, ¿el Gobierno está en deuda?
- Es que han sido muy erráticos con un tema que se ve en todos los países. Este tema no está radicado en el norte de Santiago, está en todo Chile.
- ¿Por qué no está en la agenda?
- Porque el Gobierno tiene terror de asumir que el agua está en manos de privados y que parte de la solución pasa por cambiar esa situación. Y creo que al Gobierno no le interesa asumir ese problema porque implica irse contra el sector que hoy son los dueños del agua. En definitiva, el poder económico en Chile lo tienen los dueños del agua. Todos los derechos del agua están en manos de los grandes grupos de las hidroeléctricas y, por lo tanto, claramente esto es enemistarse con un sector económico importante; y bajo esta lógica de que Chile tiene que crecer, entonces vamos depredando.
- ¿Cuál será su estrategia?
- Pretendo convocar a la comunidad y en conjunto mostrarle a la Presidenta la inmensa comunidad afectada por este tema. El Estado de Chile no puede seguir protegiendo los derechos de los privados, menos cuando se trata de un recurso que es necesario para la vida.
- ¿Cuál es el escenario?
- El planeta está en una etapa de tomar conciencia de lo que significa el cambio climático. Obviamente que los defensores a ultranza de la producción y el progreso están ligados a esta lógica de crecimiento ilimitado en un mundo que tiene límites. Y uno de los límites es el cambio climático por la acción de los seres humanos. Porque si bien han habido cambios climáticos a lo largo de la vida del planeta, éste se ha ido acelerando por la acción de los seres humanos y lo vemos en los fenómenos violentos, como son los aluviones, en la baja del nivel de los lagos, en la disminución del nivel de precipitaciones en forma dramática, y eso va a seguir ocurriendo. Porque esta no es la sequía de antes que era cíclica; hoy la sequía llegó para instalarse porque el cambio climático no tiene retroceso. A lo más podemos mitigar algunos efectos del cambio climático si tomamos acciones ahora.
- ¿Cómo?
- Uno tiene que ver con el tema de las emisiones y el efecto invernadero y lo otro tiene que ver con cuidar el agua. El año pasado aprobamos un proyecto de acuerdo donde pedíamos acciones y respuestas a través de una campaña a nivel nacional de sensibilización para cuidar el recurso. Todavía hay gente que riega la vereda, los jardines y lava el auto con agua potable. Había un proyecto que fue aprobado en el Senado para que las aguas grises -que son las que se ocupan en la ducha- se utilicen para regar áreas verdes. Y ese proyecto lleva un año durmiendo en la comisión de Obras de la Cámara y no lo quieren tramitar porque eso va afectar a un sector económico, como son las sanitarias, que hoy lucran con esas aguas. El Gobierno no le ha puesto urgencia y nosotros hemos pedido en dos ocasiones que la Sala apruebe que pase a la Comisión de Recursos Hídricos para acelerar su tramitación, pero como se requiere unanimidad, siempre alguien se opone y sigue durmiendo. Entonces, hay situaciones que son inentendibles.
- ¿El pronóstico es reservado?
- El racionamiento va a ocurrir más temprano que tarde. En el norte ya hay sectores que viven con racionamiento y lo claro es que el desierto viene avanzando. Todos los expertos ponen las alertas, pero el Gobierno no reacciona. Hay otros Estados donde el agua es pública; nosotros modificamos el Código de Aguas para que el Estado pueda priorizar los usos de agua. Bueno, el proyecto está tramitándose en el Senado y han sido los propios agricultores los que han criticado el proyecto. Porque cuando el Estado prioriza si tienes 500 litros por segundo, te van a quitar una parte para redistribuir el agua en sectores que lo necesitan. Y para priorizar lo primero es que debe haber agua. Por eso desarrollamos el concepto, porque el Estado debe velar porque se mantengan los caudales ecológicos, pero se modificó en Agricultura y es sólo cuando hay sequía. La acción preventiva no se entiende y el agua no es un recurso renovable porque se agota. Y el agua se va acabar. Y lo que no hagamos hoy día lo van a pagar no nuestros nietos, sino que nuestros hijos.
- ¿Cuáles son las proyecciones?
- Cincuenta años en el escenario más optimista, pero otros hablan de 20 años o incluso 10 años.
- Otro tema preocupante son los glaciares. ¿Cuánto les queda?
- Nosotros presentamos una moción para resguardar todos los glaciares, pero el Gobierno decidió resguardar sólo algunos. Y los glaciares son la gran reserva, porque en los ríos casi no hay agua. Y los glaciares son una reserva estratégica que puede durar mucho sólo si cautelas esa reserva.
"Es un tema tan relevante que no está puesto en la agenda, porque si bien la Presidenta nombró a un delegado de aguas en algún minuto, ese delegado así como apareció, desapareció""
"(¿Cuánto va a durar el agua?) Cincuenta años en el escenario más optimista, pero otros hablan de 20 años o incluso 10. Lo que no hagamos hoy, lo van a pagar no nuestros nietos, sino que nuestros hijos""