Los puertos, en general, y Valparaíso, en particular, no han estado exentos del cambio de mirada respecto a cómo una actividad productiva relevante en un determinado territorio debe hoy vincularse efectivamente con ese entorno, y -más aún- aportar en su desarrollo a través de la creación de valor compartido para quienes lo habitan.
La "nueva ciudadanía", de la que dan cuenta numerosos fenómenos sociales en el último lustro, ha encontrado en nuestra querida Ciudad Puerto un terreno fértil, dada su particular condición de ciudad de innovación, cuna de inmigrantes, capital patrimonial y sede del conocimiento, vocaciones que mucho le deben a su nacimiento como puerto principal de Chile hace casi 500 años.
Ya hemos planteado antes, a través de esta tribuna, los desafíos que tiene Valparaíso, siendo el primordial el poder articular una nueva forma de vincular al puerto con su entorno, identificando en el Plan de Desarrollo de EPV y sus iniciativas de corto y mediano plazo una buena oportunidad para consensuar un acuerdo de futuro con los habitantes porteños, creando valor compartido mediante la participación, el diálogo y una visión mutuamente enriquecida, que puede consolidarse como la nueva doctrina para el desarrollo portuario en Chile.
Y hacemos hincapié en esto último, porque creemos que Valparaíso -que resume en un solo caso varias de las complejidades que el sector experimenta a lo largo y ancho de Chile- puede constituirse nuevamente en un ejemplo, una vez que nuestras autoridades nacionales consoliden una propuesta de trabajo en la materia. Hablamos de una política, de un esfuerzo país, que posibilite transitar desde la trinchera que algunos sectores involucrados en este debate parecen ocupar, hacia un diálogo fructífero que permita consensuar una fórmula y establecer los mínimos desde donde profundizar el aporte de los puertos en el progreso armónico y el bienestar de los territorios en que se insertan.
Aunque la experiencia de Valparaíso en la creación de instancias de información, participación y diálogo es exitosa y larga (destacando casos como FOLOVAP, Valparaíso Puerto Plus, el Plan de Participación Ciudadana o la Alianza Ciudad Puerto), creemos necesario avanzar más allá de esfuerzos aislados. Debe haber, a nuestro juicio, una decisión de país que refleje la voluntad de armonizar el progreso portuario con el de las ciudades.
Una línea a seguir lo constituyen los Consejos Ciudad-Puerto, en cuya definición inicial hemos venido participando junto al Ministerio de Transportes desde hace varios años, y que creemos puede constituir un avance significativo en la consolidación de una relación natural, cotidiana y fructífera que insistimos, al menos en el caso de Valparaíso, ha existido desde siempre. Como EPV estaremos atentos y comprometidos para que esta gran iniciativa prospere.
Raúl Urzúa Marambio
Presidente Empresa Portuaria Valparaíso