Miradas amplias para la gestión patrimonial aparecen en la Municipalidad con la llegada de la arquitecta María José Larrondo, a cargo de la Dirección de la unidad encargada del tema.
La profesional, formada en la Universidad de Valparaíso, fue coordinadora de la Oficina Regional del Consejo de Monumentos Nacionales y, en consecuencia, conoce del tema. Se muestra partidaria de un trabajo integrador, tanto con la ciudad como al interior de la Municipalidad.
En declaraciones de este diario expresa que "será clave crear una alianza equitativa con el puerto para discutir sobre la ciudad, porque todo lo que se haga en el borde costero interviene en la ciudad y mientras no exista el diálogo y solamente la discusión externa, no creo que logremos avanzar".
Tiene toda la razón. La discusión con posiciones cerradas y con descalificación de los diversos actores es paralizante. El puerto es la ciudad y la condición patrimonial de Valparaíso nace, precisamente, de su condición portuaria. Por eso un diálogo de sordos no es el camino.
El tema del patrimonio, además, debe ser convocante con la presencia de las universidades locales, algunas de las cuales entregan grado de magister sobre el rubro, y con los centros de formación técnica que capacitan personal en la especialidad. A esa masa crítica se deben sumar organizaciones sociales y privadas.
La calidad patrimonial de Valparaíso, si bien definida para sectores, debe cubrir el sentir de toda la ciudad para actuar en consecuencia y así lo entiende la nueva directora de la Oficina de Gestión.
Aludiendo a la realidad, María José Larrondo expresa que "Valparaíso es una ciudad empobrecida y que tiene muchos edificios desocupados". Ese es un activo sobre el cual hay que trabajar y que supone la suma de voluntades de propietarios con una tarea proactiva de la autoridad, que puede llegar a normas legales que estimulen el aprovechamiento de esos espacios y la inversión, que la hay, y se manifiesta, por ejemplo, en edificación en altura no siempre bienvenida.
Dentro de un esquema participativo la nueva directora apoya la idea de crear una corporación abierta, iniciativa que nace en la administración anterior, como una instancia para "ayudar en la generación de proyectos, en pensar la ciudad de mejor manera y vincularla con otras instituciones", sostiene.
Estas miradas renovadas al tema patrimonial son positivas, especialmente cuando reflejan un espíritu de apertura y diálogo, sin condenas anticipadas a propuestas como las portuarias, que son de proyección nacional y se pueden canalizar como un aporte a la "ciudad empobrecida" que debe mirar al futuro sin sepultar el pasado.