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"Quisiera aportar con este libro a conocer más de la música chilena"

LITERATURA. El periodista viñamarino Mauricio Jürgensen lanzó "Dulce patria", que retrata lo que significa ser músico en Chile.
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Flor Arbulú

El periodista Mauricio Jürgensen (Viña del Mar, 1974) llevaba cerca de un año y medio al frente del programa "Dulce patria" de radio Cooperativa cuando "me di cuenta de que llevaba como 150 entrevistados y tuve la sensación que muchas de las cosas entretenidas que habíamos conversado, las anécdotas que me habían contado y las historias que habíamos dado vuelta, más allá de los motivos por lo que los había invitado, se perdían", comenta al teléfono.

"Tuve como la urgencia, la necesidad, la inquietud de poder rescatar muchas de esas voces, muchos de esos testimonios en algo, en un libro pensé", acota, añadiendo que en un principio pensó en hacerlo sólo de entrevistas.

Tras tener una reunión con la gente de Ediciones B salió a la luz un texto que mezcla géneros como la entrevista, la crónica y la opinión, el cual fue lanzado la semana pasada bajo el título "Dulce patria".

Una gran mezcla

Jürgensen cuenta que si bien hubo cambios en la forma de abordarlo, "tuve muy claro desde el comienzo que el libro nunca pretendió ser como un acercamiento cronológico o académico de la música popular chilena, sino que en el fondo pretendía ser una inducción emotiva a los personajes y a lo que significa ser músico en Chile".

Es así como aparecen voces tan disímiles como pueden ser Alberto Plaza, Palmenia Pizarro, Américo, Manuel García, Francisco Sazo, Joe Vasconcellos, Pedro Foncea, Amaro Labra, Javiera Mena, Francisca Valenzuela y Mauricio Redolés, por nombrar sólo algunos de los 60 artistas que emergen en las páginas del libro.

"Los personajes que escogí fue deliberado", reconoce el periodista. "De algún modo quería reflejar el tono editorial del programa de la radio que en el fondo es súper generalista, pues la radio Cooperativa la escucha alguien de 20 y alguien de 70", explica.

Y añade: "Ser música popular en Chile es todo. Desde Palmenia (Pizarro) hasta los Fiskales (Ad-Hok), que por eso están en el libro. Entonces, por un lado, quise hablar de una amplitud de estilos, de nombres que fueran muy distintos en género e historias", pero que además "me permitieran ir como desde fines de los '60 hasta ahora".

"Llegué a 60 y podrían haber sido muchos más. Me quedé con un montón de historias bajo el brazo..."

-Para una segunda parte.

-Claro. De hecho ya me lo han preguntado y me tiene entusiasmado, porque siento que hay un montón de personajes que podrían ingresar ahí.

Aporte al conocimiento

Una de las particularidades que tiene el libro es que los capítulos se pueden leer en forma independiente. Desde las penurias -con sabor gracioso- de lo que significó para el grupo Congreso grabar sus discos (ver nota relacionada), hasta conocer aquellas voces de los '80 que pasaron un poco desapercibidas, así como la reivindicación de la llamada "música cebolla".

"En el momento que decidí hacer el libro entraron las inquietudes que siempre tuve sobre ciertos temas que a mí, en lo particular, me agradan o me interesan", comenta el periodista que lleva 19 años trabajando en el ámbito musical, ya sea haciendo entrevistas, reportajes, crónicas o reseñas de discos en medios escritos o radios.

"A mí el tema de las otras voces de los '80 siempre me interesó y siempre lo conversé en distintos momentos de estos años, con distintos exponentes o gente ligada a esa época. Era una conversación que me salía natural", pero que por el mismo trabajo en medios "quedaban ahí postergadas. Yo quise que esas conversaciones fueran el corazón de este libro".

Respecto a lo de la música cebolla así como a la tropical y la balada, Mauricio Jürgensen dice que "siempre me rebelé -por así decirlo- al prejuicio que existía con lo que era muy popular", que son géneros mayormente ninguneados.

-Como cuando alguien dice que sólo escucha anglo.

-Lo que es una tontera. De algún modo explica, creo yo, el desconocimiento de la música chilena. Yo, humildemente, quisiera aportar con este libro a conocer más de la música chilena y a mirarla como un todo, como un continuo, y no como en parcela, no como un género que es lo que se ha hecho hasta ahora: la nueva canción, el nuevo pop, el rock en Chile o el hip hop. Todo como separado, como si no hubiera lugar común, cuando yo siento que lo hay.

"Evidentemente que la historia de vida del Pollo Fuentes no es la misma historia de vida que la de un rapero, son épocas súper distintas, pero son testimonios de hombres que nacen en esta tierra y que han sido populares o que han logrado construir una carrera en este país", agrega el periodista.

"Eso para mí es suficiente como para hablar de una geografía humana, musical del país a través de nombres tan distintos. Así que ese fue como el criterio: pensar también en reivindicar ciertos géneros y también abrir el debate, quizás, respecto de porqué a veces miramos en menos cosas que son tan populares o creemos que es más valioso mirar la historia oficial, y no lo que le gusta a todo el mundo", finaliza.

"El libro nunca pretendió ser como un acercamiento cronológico o académico de la música popular chilena, sino que en el fondo pretendía ser una inducción emotiva a los personajes y a lo que significa ser músico en Chile""


Pancho Sazo: la voz secreta del himno no oficial de Everton

Para cualquier viñamarino o porteño hay un pasaje del libro "Dulce patria" que llama especialmente la atención: la confirmación de que Francisco Sazo -voz histórica del grupo de Congreso-, aparece en la versión original del himno no oficial de Everton ("ever for ever en el corazón").

"Esa historia para mí era un mito urbano. Como que lo había escuchado, no me lo creía, no sé. Finalmente los tuve acá y dije ya, llegó el momento de la verdad", comenta Mauricio Jürgensen cuando les preguntó sobre la veracidad del antecedente. "Como que se rieron, pero finalmente me la terminaron contando".

"Las anécdotas de Congreso que están en el libro son súper buenas", continúa. Sobre todo porque siente, y eso reconoce que no lo corrige en el libro, que todavía "hay una deuda muy grande con Congreso, uno de los grupos más importantes de la música chilena y creo que su historia a nivel bibliográfico ha sido contada de manera muy mezquina".

A su vez, la del tema de Everton y el intercambio que hizo Congreso de grabar un disco tropical para obtener horas de estudio para su propio trabajo, "habla de un país de fondo. A mí me gustaría pensar que muchas de estas historias de algún modo dejan ver como una escena, un momento de Chile".