Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Clasificados
  • Vida Social
  • Espectáculos
  • Deportes

Agua, paradoja y tareas pendientes

Llueve, pero el beneficio que llega del cielo deja sin el vital líquido a miles de consumidores, causando quejas y molestia. Faltan embalses; hay proyectos regionales largamente dilatados que se ahogan entre falta de recursos y discusiones. Mientras, el agua se sigue perdiendo y se acentúa el problema de abastecimiento.
E-mail Compartir

La noticia y la paradoja de estos días es el agua. Llueve, cae mucha agua en campos y ciudades. La caprichosa isoterma cero está sobre los tres mil metros y lo que debía ser nieve es agua que escurre por la pendiente de los cerros. Se forman torrentes que arrastran sedimentos, piedra y rocas. Lo que llega a los sistemas de captación para el consumo de la población es barroso y no se puede inyectar a las redes de agua potable. Hay que cortar el suministro hasta que el líquido se decante y logre circular sin problemas por las cañerías que llegan hasta las viviendas.

En Santiago el problema afecta a cientos de miles de viviendas, en Valparaíso a unas 38 mil. Molestia, quejas, acusaciones de imprevisión…Bueno, lo de siempre.

Pero el tema de fondo, paradoja nuevamente, es la falta de lluvias y lo peor, es que lo escaso que cae del cielo poco de aprovecha y va a parar al mar.

Faltan embalses, hay proyectos regionales largamente dilatados y se ahogan entre falta de recursos y discusiones sobre ubicación. Entretanto, el agua se sigue perdiendo y el problema de abastecimiento urbano y rural se acentúa. En medio de este cuadro inquietante una buena noticia: en el litoral de la provincia de Petorca se instalarán dos plantas desalinizadoras destinadas a resolver el problema de suministro de agua potable a la población del sector.

La solución no es fácil, pues hay estudios que demorarán un año, tras lo cual vendrían definiciones precisas de ubicación de las instalaciones. Los estudios cuestan unos mil millones de pesos y las plantas mismas unos 70 millones de dólares.

El recurso de convertir agua de mar en agua para el consumo o la industria no es nuevo. Se conoce en el país desde el siglo XIX, cuando se comienza a utilizar en puertos salitreros del norte. Los sistemas se han perfeccionado y se aplican con éxito en Israel, Italia, España y en países árabes.

Así hay experiencias a mano y tecnología disponible. Lo que se requiere, como en muchas innovaciones, es voluntad política y recursos para abordar la solución a un problema que se agrava con el aumento de la población y emprendimientos que requieren del vital elemento.

Entretanto, hay que insistir en el aprovechamiento del recurso hídrico existente, que derrochamos constantemente desde la eterna gotera de la llave doméstica hasta aquellos cursos de agua que lentamente corren por quebradas, vertientes, esteros y ríos y se pierde, inútilmente, en la inmensidad del océano. En suma, varias tareas pendientes.

El VIH-Sida es y seguirá siendo peligroso

E-mail Compartir

Hace un par de semanas el Instituto de Salud Pública (ISP) reveló que los casos confirmados de VIH Sida en Chile aumentaron en un 45% entre 2010 y 2015.

Tras conocer los datos, algunos especialistas afirmaron que lo anterior es resultado de la expansión del universo de personas contagiadas y del incremento de pacientes que se realizan el test de diagnóstico. Sin embargo, cada vez parece existir un mayor consenso respecto a que el alza en los contagios se explica más por un cambio en la percepción de la gravedad de esta enfermedad. Gracias al desarrollo de mejores fármacos y tratamientos, las personas -y sobre todo los adolescentes- hoy no la ven como un mal peligroso y se confían en la baja letalidad del virus.

Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) no deja de advertir que el VIH-Sida sigue siendo uno de los problemas de salud pública más importantes a nivel global, lo que se ve reflejado en que a noviembre de 2016 habían fallecido 35 millones de personas desde que se inició la pandemia. Ya a finales del año 2015, 36.7 millones de personas estaban diagnosticadas con el virus del VIH. Además, la OMS estima que solo el 60% de la población VIH positivo conoce su estado serológico, es decir, el 40% restante, que asciende a 14 millones de personas en el mundo, no sabe que es portador del virus que la causa y, por consiguiente, no toma medidas preventivas para detener el contagio.

En Chile, en tanto, desde el inicio de la epidemia en 1984 hasta 2010, la tasa de notificación aumentó, de 0,1 a 4,1 casos por cien mil habitantes.

En 2015, según el ISP, la notificación de casos positivos ubicó a la Región Metropolitana en primer lugar, con 2.367 casos y, en segundo lugar, a la Región de Valparaíso, con 380 casos. Estos datos son alarmantes pensando que alrededor de un 40% de la población no sabe que es portadora de VIH. Es decir, no se ha realizado el examen para detectar la enfermedad y termina siendo un agente de contagio.

La población que se ve más afectada por este mal, según grupo etario, es la de 20 a 29 años, que concentró un 40,4% de los confirmados en el período de 2010 a 2015. Pero cabe destacar que, en el mismo período, en el grupo de 13 a 20 años aumentó de 6,8 a 9,8 notificados por cada cien mil habitantes.

En resumen, y pese a que en el sistema público de salud el test de detección y los tratamientos de esta enfermedad están disponibles y son gratuitos a través del plan GES, el VIH-Sida sigue cobrando vidas en nuestro país. Por eso no debemos confiarnos. Y debemos estar alerta ante el cambio de percepción de su gravedad. Modificar el actual sistema educativo y de salud es imperante para lograr cambiar las conductas de las personas, desde que inician su vida pre escolar, incorporando conceptos de autocuidado y responsabilidad ante la propia salud.

Danilo Zamorano Díaz

Docente Escuela de Obstetricia y Puericultura UV