Día de las Madres
De manera creciente, las mujeres se han podido desarrollar distintos ámbitos de la vida ciudadana: acceder a educación, espacios laborales, sociales, económicos y políticos, impensados para la mayoría de las mujeres de hace unas pocas décadas. Con los avances en el control de la natalidad, las mujeres han podido decidir con mayor libertad sobre sus vidas, dejando de ser la maternidad un único destino posible.
No obstante, eso no ha restado dificultades inherentes a las mujeres que han decidido ser madres. Todo lo contrario. Los contextos han cambiado y en la actualidad, muchas mujeres-madre tienen que lidiar con la multiplicidad de roles que les exige la sociedad. De una "buena" madre se espera la enorme habilidad de hacer más de una cosa a la vez, una gran capacidad amatoria, una tremenda capacidad de postergación y abnegación. Estar presentes en cada detalle de la vida de los hijos, así como la responsabilidad última en todo lo que les acontece.
La diversificación de los roles de las mujeres han venido a sumarse a este imperativo materno. Las mujeres son un pilar fundamental en el sostén económico de sus familias y del país, y también desean (y encuentran) satisfacciones y desarrollos personales fuera del ámbito de la crianza.
Esto, por un lado, es positivo y representa un gran avance para las mujeres. A su vez, conforma la posibilidad de la emergencia de una nueva concepción de madre; una nueva madre que visibiliza a la mujer que la porta.
Pero, esa nueva construcción aún está en desarrollo en nuestro país. Ser madre en Chile aún lleva a muchas a tener que lidiar a diario con la culpa, la sobre exigencia autoimpuesta, la sobrecarga de trabajo fuera y dentro de la casa, y con las sanciones sociales a las que se enfrentan si el cuidado del hogar o los hijos no queda completamente garantizado por ellas. Porque, concedamos, que cualquier cosa que suceda con los hijos -independientemente de la figura del padre- será para nuestra sociedad responsabilidad de la madre. Frases como "y, ¿dónde estaba la madre?", abundan en estos casos. Nunca escucharemos de manera espontánea la referencia al padre.
No obstante, estamos transitando. El cambio de contexto propiciado por el logro de derechos de las mujeres, ha permitido que surjan nuevas y diversas construcciones de familia, nuevas figuras de lo masculino y la paternidad, así como la conciencia progresiva de un trabajo más colaborativo y menos excluyente en el cuidado de los hijos. Aún es lento, pero avanza.
Por el momento, a todas las madres, un gran reconocimiento: a las que les surge más espontánea la tarea, a las más rebeldes que han mostrado que otra manera de ser madres es posible, a las que no pudiendo ejercer su maternidad han brindado a otras mujeres la posibilidad de serlo, a las que sin poder parir un hijo han sido igualmente madres, a aquellos hombres que han sido grandes madres, a aquellas y aquellos que ayudan en la tarea, a todas, feliz día de las madres.
Paula Sáez A.
Directora Escuela de Psicología, Unab