"Algún anuncio de aumentar la presencia de Carabineros en la región (…) sería muy bienvenido"
Ricardo Lagos Weber
Senador (PPD) y sus expectativas ante la cuenta pública del 1 de junio
"No podemos estar expuestos al descriterio de algún funcionario"
Lucas Machuca
Asesor de La Piedra Feliz, por cierre del local por parte de inspectores municipales
Una evidente asimetría se presenta en la inversión de los recursos correspondientes al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) en la zona de Valparaíso. Así lo establece un estudio de Piensa Transparente, Observatorio Regional de la fundación de ese nombre.
De los $ 74.000 millones de esos recursos asignados por el Gobierno Regional (Gore) el 83% fueron destinados a proyectos municipales y un 11% a iniciativas de otros organismos públicos. En los recursos consignados a las municipalidades se revela, de acuerdo al estudio, un alto centralismo.
Así, por ejemplo, Valparaíso recibió un 14% de los fondos, $10.112 millones; Quilpué el 8%, $5.811 millones; y Viña del Mar, un 6%, $4.156 millones. En el mismo recuento destacan los bajos porcentajes entregados a capitales regionales como Los Andes, $1.597 millones, o La Ligua, $1.236 millones.
Es cierto que las tres comunas mencionadas de la Provincia de Valparaíso tienen la mayor concentración poblacional de la Región; sin embargo, una mayor inversión en otras provincias puede contribuir a su crecimiento e incluso a un repoblamiento de áreas con baja densidad habitacional.
Además, se supone que desde el punto de vista del Gore, la mayor asignación de recursos se hace en mérito de cada proyecto, considerando, por ejemplo, su impacto social. Tal es el caso concreto de los $ 3.631 millones que recibió Valparaíso para la restauración del Mercado Puerto y los $ 2.373 millones entregados para la habilitación del Centro Cultural Estación -sin trenes de pasajeros- de Quillota.
Como consideración general se debe tener en cuenta la capacidad de cada comuna para generar proyectos que ameriten la entrega de los limitados recursos públicos. ¿Sería posible mantener un sistema de asistencia profesional que conduzca y explore iniciativas de efectiva proyección?
Es importante también la observación que formula Piensa Transparente cuando señala que la "municipalización" de los FNDR implica que el Gore no está generando proyectos de alto impacto intercomunal o regional, ni siquiera en materia de diseño.
Este punto es relevante, pues proyectos que cubran más allá de límites comunales significan integración, desarrollo conjunto y un mejor aprovechamiento de los fondos.
Además, hay que recordar que al quebrar el "centralismo regional" se está contribuyendo a derrotar el centralismo nacional que tiene costos humanos, económicos y sociales que frenan un crecimiento armónico de todo el país.
El estudio de Piensa Transparente es una advertencia y un aporte valioso que se debe tener en cuenta en las decisiones de inversión de los recursos públicos regionales, materia, insistimos, de proyección nacional.
No deja de ser consolador comprobar que la enfermedad de viruela no toma incremento en Valparaíso, a pesar de las malas noticias que nos están llegando de la capital y de San Felipe. El número de personas afectadas, de apestados, que tiene actualmente el lazareto de Playa Ancha no supera el número de ocho pacientes.
Protestas ha causado el rumor que la alcaldía de Quillota procederá enérgicamente contra la no colocación de canales de aguas lluvias en las casas. Dicha molestia nace de que el fierro está a un precio muy alto debido a la guerra europea y por tal causa, sólo al alcance de los ricos. Se pide que se postergue la medida, además que no hay tantas lluvias.
Dos nuevos destructores escoltas, que en breve pasarán a integrar los efectivos de la Escuadra, arribarán a las 16 horas de hoy a Valparaíso procedentes de los Estados Unidos, donde fueron adquiridos por la Armada Nacional, junto a otros dos similares que ya se encuentran en Talcahuano listos para ser sometidos a acondicionamientos necesarios.
Ya comenzamos a escuchar con más fuerza las diversas propuestas de quienes desean conducir nuestro país en el próximo periodo político. Palabras como cambio, revolución, democracia, economía, ecología, sustentabilidad, inclusión y muchas más podrían ser trending topic.
Lo que no se descubre fácilmente en los programas es lo relacionado con la apropiación de valores humanos que expresen un amor armónico por las creaturas y la creación; que acoja la diferencia como una oportunidad de diálogo y pluralidad; que anime a que cada habitante de nuestra patria -nacido aquí o llegado hasta nosotros- no sólo busque la satisfacción de sus propios intereses personales, sino también los sociales; que ponga límites al creciente poder de que dispone cada día en variados ámbitos; que apacigüe la sed de tenerlo todo, hacerlo todo y vivirlo todo, sin pensar en los demás.
Los problemas más íntimos que afectan a las personas y su entorno no se resuelven sólo con programas de gobierno; requieren un cambio más profundo y personal. La degradación del ambiente, la pérdida de la convivencia y del sentido de la vida son ejemplos que el ambiente humano se ha degradado; es imposible levantar el plano social si el nivel personal no se cultiva y no se le dan las herramientas de cambio. No bastan bellos programas de adelanto micro y macroeconómicos, porque es necesario otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua. Cuando somos capaces de superar el individualismo, realmente se puede desarrollar un estilo de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad.
Volvamos al inicio. Necesitamos de alternativas para poder elegir a nuestras próximas autoridades; ellas deben ocuparse de los problemas de la sociedad chilena, de sus habitantes y de promover valores individuales que nos permitan desarrollarnos humanamente. Una de las acepciones que presenta la RAE sobre el término 'revolución' es: cambio rápido y profundo en cualquier cosa. Si nos quedamos con este aspecto, podríamos sostener que necesitamos un cambio que nos permita el desarrollo de la persona humana desde lo profundo de su ser, anidando en ella los valores sublimes de la humanidad y, si se me permite, dinamizando un corazón que vele por lo propio y lo de los otros.
En este sentido, el corazón de la revolución será la revolución del corazón. Sin conversión profunda de corazón, sin una transformación en la intimidad de la intención de cada ser humano, no hay cambio que sea sustentable. No hay nada más transformador que un corazón transformado y humanizado que sirva libremente al desarrollo humano y social de un país… ¡Vamos por ese cambio! Y el resto se dará por añadidura.
Gonzalo Bravo
Párroco Iglesia La Matriz, Valparaíso