Suciedad en Valparaíso
Quisiera expresar mi preocupación por la falta de limpieza en las calles de nuestro puerto principal. Durante el fin de semana recién pasado, en el cual celebrábamos las Glorias Navales, con mi familia, al recorrer las calles y plazas de Valparaíso mientras avanzaba el desfile, pudimos contemplar con tristeza la falta de preocupación de las autoridades municipales y de sus habitantes por mantener una ciudad limpia y agradable de contemplar.
Las calles y plazas de Valparaíso están convertidas en un gran urinario. No hay árbol, poste o rincón de la ciudad donde la pestilencia por la orina existente no le dé un puntapié en la cara al turista. La cantidad de perros vagos y gente alcohólica en las calles son dignos de cuento del siglo XVIII.
Durante nuestro trayecto del 21 de mayo y acompañando a las fuerzas de presentación en su desfile, pudimos observar con tristeza y vergüenza cómo la capital de una región está dejada al abandono en su aseo y ornato. Sus monumentos sucios, sin brillo alguno, sus fuentes con agua mal oliente, las calles sin barrer o lavar, el excremento de perros vagos acompañándonos en cada cuadra del recorrido. Monumentos como el de Cochrane, el Arco Británico, la plaza Echaurren, tan solo distante a 2 cuadras de Plaza Sotomayor, están lejos, extremadamente lejos de representar dignamente a nuestra sociedad y menos a una ciudad declarada "Patrimonio de la Humanidad". Las calles sucias, sin lavar, basureros llenos de papeles y desperdicios sólo generan sensación de asco y ganas de abandonar la ciudad.
Cada cortina de protección correspondiente a un almacén, negocio o centro comercial se encuentra rayado o "garabateado" y pestilente a orina, ofreciendo una experiencia penosa para quien se atreve a realizar un paseo o reconocimiento de la ciudad. Los bellos dinteles y fachadas de edificios quizás patrimoniales, se pierden entre los horribles rayados que sólo reflejan una sociedad inculta.
Cristián Santelices Castillo
Expansión portuaria
"La relación entre el puerto y la ciudad en Valparaíso es como de amor y odio" (página16, de la edición del sábado 20 de mayo). Controversial declaración.
El puerto se construyó cuando los porteños contemporáneos no habíamos nacido. ¿Por qué odiar un puerto de insuperable diseño, inmejorable localización y reconocida calidad en su construcción, que definió con inteligencia un lugar preciso de transferencia de carga (sitios 1 al 8) y dejó abierta una hermosa costanera para que las personas disfrutasen de la vista y se integraran al mar? No existe odio, es sólo amor.
La desconformidad nace cuando se pretende localizar la necesaria ampliación del puerto en el sector costanera (T2), destruyendo innecesariamente los atributos de la ciudad, sin querer reconocer ni admitir que Barón-Yolanda es un mejor emplazamiento, pues admite construir allí un nuevo puerto que satisfará requerimientos del transporte marítimo por 100 años, dejando intacta la belleza de la ciudad.
Estamos a tiempo para iniciar estudios y construcción de Barón-Yolanda. El puerto actual (incluido sitio 3 alargado) atiende debidamente la carga actual. El nuevo puerto será requerido recién cuando el país vuelva a crecer (5%-6%) sostenidamente.
Jaime Salazar Rojas
Aeropuerto de Concón
La irrupción del low cost en nuestras líneas aéreas debería traer aparejado la apertura de nuevos servicios en otros aeropuertos nacionales e internacionales del país.
Entonces, es perfectamente posible considerar reactivar la base aeronaval de Concón como aeropuerto comercial, dado que existe la capacidad y condiciones operacionales para ello, ya que en el pasado fungió como destino.
Si el aeropuerto tuviese tarifas y servicios más baratos que los de Santiago, también podría servir a líneas aéreas internacionales que podrían considerarlo como destino final alternativo. En las grandes urbes del mundo existen aeropuertos alternativos que están a menos de 120 km el uno del otro y con buenas conexiones terrestres: ejemplos sobran.
El uso del aeropuerto traerá aparejadas otras actividades económicas, aparte de las turísticas, generando un área comercial y servicios al estilo de lo que ocurre con ENEA en Pudahuel.
Está en manos de las autoridades regionales y de las organizaciones sociales la de gestionar la manera de potenciar nuestro aeropuerto local y promover así la generación de nuevas actividades económicas que traerán trabajo a la región. Cuestión de imaginación, decisión y compromiso; incluso para ello, y tratándose de transporte, hasta los fondos espejo del Transantiago son aplicables.
Michael J. Heavey
Ruidos molestos
Existen colegios en barrios residenciales que han tomado la repetida costumbre de emitir música a todo volumen y ruidos estridentes para estimular a los alumnos. Infortunadamente, parecen no darse cuenta de las molestias que causan al vecindario, inclusive después de ser avisados por Carabineros reinciden en lo mismo.
Actúan como si el profesorado no conociese que sus derechos limitan con los de otros. Un colegio a los pies del cerro Castillo, en Viña del Mar, se distingue por lo que denuncio.
Juan Suárez