"Vemos en el T2 un peligro incluso más grave que el del mall Barón"
Mario Ferrada
Presidente de Icomos Chile
"Lo más lamentable es que son los pasajeros los que se ven más afectados"
Manuel Aránguiz
Gerente Comercial y de Servicio al Cliente de Merval, por rayados de encapuchados a convoy
Al sur de la estación del ferrocarril en Valparaíso, se ha trabajado una gran extensión de línea por la ribera del mar, que debe servir para desvíos de los carros de carga. A raíz de esto se ha visto que la obra de unir la estación con los almacenes fiscales por medio del tren por la playa, puede hacerse sin los graves problemas que estimaban algunos.
Ya están en Villa Alemana los fierros que reforzarán las defensas y barandas del Puente Negro de ese pueblo. Del tema se hizo cargo el inspector a cargo de la obra. No obstante, hay una cuestión que reiteraron las autoridades: los gastos del trabajo que se hará en dicho puente serán pagados por la Junta de Vecinos de Villa Alemana.
Un nuevo viaje a Juan Fernández hará esta semana la escampavía "Yelcho", de la Armada Nacional, de acuerdo con instrucciones de la Comandancia en Jefe de la Primera Zona Naval, para mantener comunicada a la isla Robinson Crusoe con el continente. Dicha tarea la realizaba hasta hace un mes la goleta "Falken", hundida en un temporal en Valparaíso.
La ingeniería busca generar soluciones a las distintas necesidades que van surgiendo a medida que vamos avanzando en el desarrollo de nuestra sociedad, mediante la aplicación del conocimiento científico y tecnológico, considerando limitaciones como las económicas, de tiempo, logísticas, legales, de seguridad y ecológicas. Por ello resulta fundamental promover la eficiencia en los recursos para lograr los resultados esperados.
El desarrollo de esta disciplina ha sido un motor transformador que ha permitido mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas, enfrentando los nuevos desafíos en relación al cuidado del medioambiente y adaptación al cambio climático.
Es por esto que no es casualidad que en el año 2009, la Presidenta de la República Michelle Bachelet haya decretado que el día 14 de mayo sea instituido con el Día Nacional de la Ingeniería. Las razones del porqué ese día tienen que ver directamente con nuestra historia como país. Se recuerda el hecho del gran terremoto acontecido el 13 de mayo de 1647, lo que demandó al día siguiente una inédita y monumental coordinación de recursos humanos y materiales, voluntades públicas y privadas, en pos de la reconstrucción y recuperación de las ciudades. Algo no muy distinto a lo que vivimos actualmente.
El Ministerio de Obras Públicas es el gran brazo armado en la generación de infraestructura pública para el desarrollo económico y social del país; sin embargo, los datos indican que la inversión en infraestructura MOP en Chile se ha estabilizado en los últimos años, entre US$2.000 y US$2.500 millones anuales, lo que en términos de nuevas inversiones representa menos de un punto porcentual del PIB. Por ello es necesario incrementarlo para el gran salto que requerimos. Es preciso, entonces, establecer metas ambiciosas de ejecución de iniciativas de inversión y de concesión de obra pública, para acortar brechas de inversión, fortalecer economías locales, reducir desigualdad territorial y liberar recursos fiscales para invertir en otros proyectos que de otra manera serían postergados.
Conforme lo anterior, el rol de la ingeniería resulta clave en la identificación de variables territoriales transversales orientadas a la provisión de infraestructura resiliente, sostenible y de calidad, con acceso equitativo para la ciudadanía, incluidos los territorios transfronterizos. Ello, con la finalidad de disminuir las vulnerabilidades de los asentamientos humanos ante desastres naturales, lo cual además de provocar escasez hídrica, ha intensificado la ocurrencia de otros fenómenos tales como inundaciones, marejadas y aluviones, lo cual requiere gestionar adecuadamente el riesgo hacia las personas y tomar las medidas correspondientes en la provisión de infraestructura.
Miguel Saavedra Lavanal
Seremi de OO.PP.
La reiteración de los rayados en los vagones de Merval es un hecho grave, pero más grave aún es que nos acostumbremos a estos hechos vandálicos que son, simplemente, actos delictuales. La rutina es la misma: encapuchados armados de latas de aerosol con pinturas de diversos colores rayan el exterior de un convoy detenido que muchas veces ellos mismos han paralizado accionando el sistema de frenos de emergencia.
Rayan, en ocasiones algunas consignas, y huyen. Generalmente son filmados, pero poco se hace con esas pruebas. El caso se denuncia, queda archivado, Merval retira los coches afectados y debe gastar varios millones pesos en repintarlos para borrar el daño. Sin embargo, en el ataque producido en la mañana del domingo en la estación de Peñablanca hay algunos hechos nuevos: dos detenidos y el ataque con lesiones a un pasajero que intentó contener a los vándalos.
A partir de esa realidad se debería emprender una acción consistente de investigación, sanciones contra los responsables y, avanzando más, ir tras la identificación de los grupos que actúan contra los trenes y las estaciones mismas de Merval, bienes que prestan un importante servicio como transporte público para miles de personas, pero que ven limitada su capacidad debido a los daños que obligan a retirar parte de los coches.
Por otro lado, sería procedente que las municipalidades de comunas atendidas por el Metro Regional, como representantes de la comunidad, iniciasen acciones judiciales contra los responsables de estas acciones que afectan, justamente, a gran parte de los residentes de esas localidades.
Todo lo anterior buscando sanciones a los responsables y el pago del daño causado.
Pero en lo general la sociedad no se puede acostumbrar a esta verdadera dictadura de los encapuchados, que un día rayan la ciudad y dañan el tan celebrado patrimonio; otro dañan los medios de transporte público o, protegidos por la oscuridad, atacan un templo, como ocurrió el sábado pasado en Santiago. Tras estos hechos se pueden encontrar múltiples y opinables explicaciones en la sociología y hasta en la psiquiatría, pero las teorías no pueden dejar a la comunidad, a sus instituciones, instalada en la indiferencia o la resignación.
Frente a una epidemia se aplican vacunas preventivas, pero a la vez se actúa ante las enfermedades en desarrollo.
Ante a estos reiterados ataques cabe una tarea de pedagogía social, pero también, en lo inmediato, la realidad exige una reacción disuasiva y ejemplarizadora. Lo peor de todo es acostumbrarnos a vivir con esa epidemia que significan vándalos encapuchados eternamente impunes.