Paola Passig
Cinco sesiones lleva trabajando la comisión especial de la Cámara que está investigando la crisis de la isapre Masvida, que mantiene a miles de afiliados en el limbo. Hasta ahora han escuchado al superintendente de Salud y las denuncias de los trabajadores de distintas isapres. El interventor ha rechazado las invitaciones. "El trabajo recién empieza", reconoce la diputada y miembro de la instancia, Karla Rubilar (Ind.), quien advierte que por el momento hay más dudas que certezas.
- La formación de la nueva isapre Masvida ha tenido un éxodo de 20 mil afiliados. ¿Cuál es el riesgo para los afiliados?
- Lo que pasa es que recuperar las confianzas siempre es extremadamente difícil en estas materias. Lo más riesgoso es que los que no tienen preexistencias terminen yéndose de la isapre, y se quede la gente que está imposibilitada de cambiarse y que siendo más cara, genera mayor carga sobre la isapre que se compensa con los más jóvenes. Al pasar esto se hace inviable cualquier isapre, en especial una que decide no subir los precios y que en el convenio de adquisición se comprometió a mantener los planes. Pero, además, sabemos que la isapre Nueva Masvida está teniendo problemas con los prestadores porque son los mismos que tenía la antigua Masvida. Y como no se les ha pagado los afiliados a Nueva Masvida están teniendo problemas con estos proveedores. Esto no se ha resuelto.
- La deuda con los operadores ascendería a 107 mil millones. ¿Es remontable?
- La verdad es que no tenemos ninguna claridad respecto a cuál es la deuda. Y lo más grave es que el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, tampoco sabe.
- ¿La cifra es sólo especulativa?
- Efectivamente, porque es muy sugerente que el superintendente, cada vez que se le ha consultado, siempre dice que no sabe, y que eso quedará claro cuando hagan el arqueo de los prestadores. Da muchas explicaciones de por qué no sabe, pero lo cierto es que no sabe. Y más allá de lo que salió en un medio de comunicación, con fuentes de la Superintendencia, en la comisión ha dicho que no sabe. Incluso ayer (miércoles) dijo que 'podía ser un poco más de 107 mil millones'. A mí me parece grave que no sepa, porque para saber si la isapre cumplía o no cumplía el límite de la garantía tenía que saber cuánta era la deuda. Y si él no sabe hoy cuánta deuda es, lo más probable es que el incumplimiento del límite a la garantía no se produjo en marzo sino que mucho antes y él nunca supo porque no tuvo claridad respecto a cuánto era la deuda o los pasivos de Masvida. Se ha llegado a plantear que la deuda podría llegar a los 137 mil millones y que a los prestadores se les podría cubrir su deuda en un 55% o hasta un 70% máximo lo que implicaría que quedaría un importante grupo de prestadores sin pagar. No hay claridad respecto a si la Superintendencia va a cancelar el registro de la isapre y posteriormente reintegrar las garantías.
- ¿Los beneficiarios afectados van a quedar con una suerte de Dicom de salud?
- Claro. Porque si no se les va a pagar a los prestadores y se van a mantener, van a seguir teniendo los mismo problemas. O sea, puede pasar que la gente entre a una nueva isapre que va a tener los mismos problemas de la antigua isapre. Si no tengo el entero de las garantías por el total de la deuda, voy a dejar a muchos prestadores después de cancelar el registro a la cola lo que va a terminar de perjudicar a los usuarios sí o sí. A menos que Nueva Masvida diga que los prestadores que quedaron en deuda dejen de ser preferenciales y los cambie. Pero no sé si la nueva Masvida está en condiciones de hacer eso. Insisto, desde el inicio el superintendente ha sido extremadamente errático, no ha ocupado todas sus atribuciones.
- ¿Por qué?
- Él tuvo una cantidad importante de advertencias. Se le avisó por parte de las clínicas de Chile, en marzo del 2016, que tenían dudas de que se estuvieran cumpliendo los límites de las garantías por parte de Masvida; se le avisó por parte del Colegio Médico que había un informe, en febrero del 2017, que hablaba de graves problemas de control y de registro de dinero; entiendo que Masvida cambió sus balances por lo que reconoció el director de fiscalización de la Superintendencia. Entonces tenían una gran cantidad de alarmas de que algo no estaba funcionado bien en la isapre. Más encima en agosto de ese año llega el informe, que ellos mismos encargaron, donde se reconoce que ahí ya tenían claridad de la vulnerabilidad, pero a pesar de eso el 8 de setiembre del año pasado aumentan la de garantías de tres mil millones a 24 mil millones.
- En medio de este escenario nada prometedor, ¿cuál debiera ser el objetivo final de la comisión?
- Nosotros tenemos que determinar las responsabilidades políticas. Pero, sin duda, que después de todo el análisis que hagamos, vamos a tener que pronunciarnos sobre la situación general del sistema y también sobre otras isapres que han sido consideradas al límite de sus garantía. Pero, sin duda, nos vamos a referir al aseguramiento privado para impedir que esto vuelva a pasar.
- O sea, hay que cambiar la legislación.
- Lo que pasa es que más allá de todas las responsabilidades del superintendente -que a mi juicio las tiene y que debiéramos dejar limitadas y no permitir que se trate de escudar en una falta de facultades que hoy día tiene y que no utilizó- hay que mirar el sistema de isapres en su conjunto porque no está siendo sólo un problema de Masvida. En ese mismo informe de agosto del año pasado se advertía que estaban también al límite de garantías Colmena y Consalud, y en consecuencia algo está pasando en el sistema en su conjunto que debemos enfrentar. La ausencia de legislación para cambiar el sistema, que el proyecto del Presidente Piñera esté dormido en el Senado hace años y que este gobernó tampoco impulsó o presento otro, aunque la Presidenta hizo una promesa en su primer mensaje del 21 de mayo, bueno todo eso desprotege a los afiliados del sistema que son tres millones de personas. El que crea que no legislar en esta materia significa hacerle daño sólo al sistema asegurador privado se equivoca. Si hubiésemos legislado en esta materia y se hubiera establecido un fondo de compensación por riesgo y, por lo tanto, las personas ya no eran discriminadas y se podían cambiar, los afiliados de Masvida habrían podido irse a otra isapre frente a problemas de gestión, financieros y otros que se están investigando. La posibilidad de una quiebra y tener que obligadamente emigrar a Fonasa era un riesgo latente; un riesgo que podría pasar nuevamente en cualquier isapre de no hacer cambios profundos en el sistema.
- ¿Cree necesaria una intervención estatal de urgencia?
- Es que este gobierno va de salida y no creo que tenga intención de hacer nada. El ministro de Hacienda nunca ha venido a hablar a la comisión de este tema lo que refleja que no hay interés. Esta es una materia que le corresponde ahora abordar a los candidatos presidenciales porque los afiliados no pueden seguir viviendo en este esta desprotección y que hemos visto reflejada dramáticamente en el caso de Masvida.
"La verdad es que no tenemos ninguna claridad respecto a cuál es la deuda. Y lo más grave es que el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, tampoco sabe""
"El ajuste del sistema es un tema que le corresponde abordar a los candidatos presidenciales, porque los afiliados no pueden seguir viviendo en esta desprotección""