Los nuevos umbrales del asombro regional
Detrás del crimen, accidente, o lo que sea que pasó en Olmué, subyacen crudas realidades que deben ser enfrentadas por toda la sociedad local. Por el momento, la chica sigue en riesgo vital en el hospital Van Buren, el proyectil no ha podido ser extraído ya que está alojado en un recoveco de dificilísimo acceso.
La increíble ausencia de debate tras la abominable postal de una niña olmueína de 14 años, con 21 semanas de embarazo, y un balazo en el cráneo, sin que nadie sepa aún el cómo, el cuándo y el por qué, debiera al menos hacernos reflexionar sobre qué tipo de sociedad hemos terminado construyendo en la Región de Valparaíso para que nada de esto nos asombre.
Cuesta entender que un país que últimamente rasga vestiduras por unos puntos más o unos puntos menos en las tasas impositivas, que juzga a cada uno de los candidatos presidenciales con el rasero más alto de los últimos cincuenta años y que les exige a las autoridades de turno -presentes o pasadas- ser capaces de resolver inmediatamente los problemas o quejas que se presenten, no tenga un minuto para detenerse y preguntarse por qué demonios ocurre un hecho tan horroroso como ése en un lugar como éste.
Por el minuto, pareciera que la única que se lo ha cuestionado es la alcaldesa de Olmué, Macarena Santelices, la jefa comunal de ese otrora paraíso terrenal, en el cual en pocos meses ajusticiaron a dos personas -en un crimen con marcadas señales de sicariato que aún no es resuelto- y mataron cobardemente a un comerciante. Fue ella la que levantó la voz para pedir que pusieran atención con la llamada movilidad delictual, que responde a planes de seguridad no mancomunados y que terminan bajando los índices de victimización de una comuna a costa de un aumento proporcional en otras localidades vecinas. Fue también ella, Santelices, quien puso el grito en el cielo cuando desde el gobierno central le dijeron que Olmué no era una comuna prioritaria en la estrategia regional del combate a la delincuencia y que esta semana completó una nueva dotación de Carabineros y retenes móviles para el Gran Valparaíso. Más allá de cierto oportunismo parlamentario e insistencias sobre el freno a la violencia en el pololeo, Santelices puso otro punto tremendamente delicado sobre la mesa al anunciar acciones legales en contra del novio de 20 años de la menor por el estado de gravidez que ella arrastra desde los 13.
Por el momento, la chica sigue en riesgo vital en el hospital Van Buren, el proyectil no ha podido ser extraído ya que está alojado en un recoveco de dificilísimo acceso y una nueva vida sigue increíblemente su curso con completa normalidad en su vientre, de acuerdo con los médicos que la atienden, lo que ahora plantea una compleja discusión ética en torno a qué vida priorizar en el caso de verse obligados a elegir.
La policía se apoya en varias tesis -para ser sinceros, en todas las posibles-, las cuales van desde investigar la responsabilidad del padre, la madre y el novio, hasta la peregrina, pero jamás descartable, explicación de una "bala loca".
A veces, al fragor del espanto, uno tiende a pensar que cosas como éstas jamás debieran pasar. Sin embargo, quizás estemos equivocados y tal vez lo que efectivamente importe siga siendo el informe de la Unesco, las firmas por Guillier o los archivos nazis del Departamento 50 de la PDI. Vaya uno a saber.