El registro civil y el registro universal de nacimiento
Existen muchos motivos para celebrar: Atención en 473 oficinas en todo el país desde Visviri a la Antártica chilena; 23 tipos registros a nuestro cargo y la emisión de documentos identificatorios que cumplen con estándares internacionales de uso y seguridad. El Servicio tempranamente ha incorporado TICs que permiten hoy disponer de una de las bases de datos más significativas del país, llevar registros, transmitir información y certificar en soporte electrónico, en consecuencia llegamos a nuestros usuarios con inmediatez. El desafío en los próximos años será aumentar la atención telemática y la interoperabilidad para la transferencia de información con los órganos del Estado, de modo tal que los usuarios no tengan que trasladar sus datos de una repartición a otra.
Pero, sin duda alguna, uno de los aportes más relevantes a nuestro país, en estos 133 años de vida, es el Registro Universal de Nacimiento, que implica que más del 99% de los niños nacidos en nuestro país se encuentran inscritos en el registro de nacimiento.
Si bien el Registro Civil nace para cumplir con la función clásica de acreditar los estados civiles y las relaciones patrimoniales que ellos generan, actualmente el derecho internacional humanitario le ha otorgado una posición central en la estructura de los Estados. Así el artículo 7º de la Convención de los Derechos del Niño establece el derecho a ser inscrito inmediatamente después de nacido, a tener un nombre y a adquirir una nacionalidad, tres derechos clave íntimamente ligados a la misión del Registro Civil. Estas garantías son fundamentales para alcanzar los objetivos de desarrollo, especialmente la erradicación de la pobreza, el acceso a la educación, la reducción de la mortalidad infantil y materna, entre otros.
Según datos del Banco Mundial, una de cada seis personas en el mundo no puede acreditar su identidad. En tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señala que en América Latina y el Caribe existen 3,2 millones de niños menores de 5 años no registrados e impedidos de acreditar su identidad.
Un niño que no se encuentra inscrito tendrá dificultades para el ejercicio de sus derechos, se afectará su derecho de acceso a la salud, a la educación y a la protección que debe proporcionar el Estado, quedando en una situación de desigualdad intolerable. La inscripción de nacimiento oportuna es un hito fundamental para asegurar el reconocimiento de una persona ante la ley, dar protección de sus derechos, permitir su integración y su participación en la sociedad.
Por su parte, para el Estado las personas no inscritas afectan la certeza de los datos, dificultando la adopción de decisiones eficientes respecto de la forma como debe financiar y proveer los servicios de salud, de educación y protección social. En este sentido el Servicio proporciona información de alta calidad que ha sido fundamental en el éxito de las políticas de desarrollo social, las que han permitido a nuestro país alcanzar altos estándares de desarrollo humano.
Chile es uno de los pocos países de la región, junto con Costa Rica y Uruguay, que ha alcanzado Registro Universal de Nacimiento fruto de un esfuerzo histórico sostenido, de una institución sólida, reconocida internacionalmente y valorada por la sociedad chilena.
Las claves del Registro Universal de Nacimiento están en el despliegue del Servicio en todo el territorio, suboficinas en los establecimientos hospitalarios, en la cultura de nuestros usuarios acerca de la importancia del registro de nacimiento oportuno, a la integración de los datos a través del número de RUN., que se asigna al momento de la inscripción y, sin duda, a la voluntad, motivación y dedicación de los funcionarios y las funcionarias del Registro Civil que, con su labor, han realizado un aporte sustancial a la construcción de un Estado moderno, más justo y equitativo.
Jorge Álvarez
Director Nacional del Servicio de Registro
Civil e Identificación