"Si estamos hablando de un muelle fijo (…), no me parece que ese valor sea una locura"
Claudio Nast
Gerente general de la operadora de cruceros Destination Managment Chile (DMC)
"Ya fue atendida por nuestra unidad de víctimas y testigos"
Claudio Uribe
Fiscal, por caso de agresión a mujer embarazada por parte de su pareja en la Clínica Valparaíso
Un comerciante, Pablo Oporto, afirmó haber sido víctima de más de 100 asaltos y, como consecuencia, haber matado a 12 personas. Durante algún tiempo recorrió diversos medios de comunicación contando esta historia, sin que nadie se encargara de verificar estas afirmaciones, que en muchos casos incluso llegaron a ser celebradas. Esto hasta hace un par de semanas, cuando se aclaró que todo se trató de un elaborado engaño.
Más allá de la irresponsabilidad y gravedad de la difusión de este hecho, lo realmente peligroso del caso Oporto es que no se trata de un suceso aislado, sino que es otro engranaje que ha ido configurando un auténtico "discurso de la inseguridad", en el que poco o nada importa la verdadera realidad del delito en nuestro país.
Al mirar las cifras de delitos de mayor connotación social durante el primer semestre de este año, observamos una baja de -3,8% en los casos policiales, lo que sitúa los delitos en el nivel más bajo de la última década. Más importante aún, esta baja se ha producido casi en la totalidad del territorio nacional en temas como el robo a cajeros automáticos y la clonación de tarjetas, donde el trabajo coordinado de las policías e instituciones público-privadas muestra resultados favorables.
Sin embargo, a la par de enterarnos de estas noticias, periódicamente sabemos de encuestas o estudios de connotados organismos privados que enfatizan en la inseguridad, a la vez que cada semana aparecen supuestas nuevas tendencias delictivas, basadas más en hechos aislados que en situaciones frecuentes.
Se trata de un debate que en pocas ocasiones tratamos con la suficiente seriedad: el impacto que tienen los medios de comunicación y otras instituciones en la generación de inseguridad.
Al revisar los datos de cualquier encuesta, vemos que una de las principales fuentes por las que la ciudadanía se entera de información delictual son los medios de comunicación. Aún más, en regiones con bajos niveles de victimización como Aysén y Magallanes, el porcentaje de personas que creen que serán víctimas de un delito es tan alto como en las regiones más victimizadas del país. Ejemplo de ello es la comuna de Aysén, donde hay preocupación por los llamados "portonazos" aun cuando no existen registros de esa modalidad de delito en la zona.
La inseguridad y el delito son temas serios y que tienen un tremendo impacto en la calidad de vida de las personas. Por lo mismo, autoridades, instituciones y medios de comunicación, debemos ser en extremo responsables al tratarlos y evitar a toda costa exagerar artificialmente estos fenómenos en uno u otro sentido.
Situaciones como las acontecidas con Pablo Oporto deben ser un fuerte llamado de atención. El combate al delito es una tarea país, donde la exageración y, sobre todo, el oportunismo no tienen cabida.
Óscar Carrasco
Subsecretario de Prevención del Delito
Ayer se montó otro cañón en el fuerte Williams y en la tarde trabajaban en conducir el cuarto desde los galpones de los arsenales. Algunos entusiastas espectadores, personas bastante decentes, se mezclaban con los marineros en las tiras de los aparejos para contribuir con sus fuerza a la más pronta conducción de la pieza.
El paro de los portuarios ha obligado a empresas navieras y de movilización marítima a usar todos los elementos disponibles en el puerto. Han hecho las descargas por el muelle fiscal, vapores de menor calado han tomado colocación en malecones y hasta han intentado usar el muelle del carbón, pero éste no tiene la utilería necesaria. No funciona.
A las 11 horas de hoy, con la presencia del Presidente de la República, Eduardo Frei, se llevará a efecto, en el patio principal del nuevo edificio de la Escuela Naval "Arturo Prat", la ceremonia de inauguración oficial del moderno inmueble que se levanta en Playa Ancha. La sede está en funcionamiento, en su mayor parte, desde hace un mes.
La muerte de un comerciante y el disparo que recibió en la cabeza una menor de tan sólo 14 años, y que además estaba embarazada, fueron los trágicos eventos que encendieron las alarmas en la tranquila comunidad de Olmué y que llevaron a su alcaldesa, Macarena Santelices, a tomar rápidamente cartas en el asunto. Así fue como la máxima autoridad comunal viajó a Santiago para reunirse con el ministro del Interior, Mario Fernández, y esta semana sostuvo conversaciones con carabineros de la Provincia de Marga Marga de manera de establecer una mesa de trabajo que permita aplicar acciones concretas para enfrentar el tema de la seguridad.
El resultado ya está a la vista. La policía uniformada se comprometió a aumentar las rondas y patrullajes en los distintos sectores de la comuna, incluyendo los fines de semana, días en que la población flotante crece. También se optimizarán las fiscalizaciones. "No diré los horarios por un tema de estrategia, pero se implementarán rondas periódicas", aseguró el prefecto coronel Carlos Cubillos, quien agregó que este tipo de citas se realizarán periódicamente para así ir evaluando los efectos que estén generando las medidas que se apliquen.
La alcaldesa Santelices agradeció la preocupación de Carabineros y acotó que "hay que tener en cuenta que no por hechos aislados que hayan ocurrido perdimos la tranquilidad que se vive en Olmué; por lo tanto, vamos a seguir preocupándonos de eso".
El tema de la seguridad, o inseguridad, que puedan percibir vecinos o quienes hayan sido víctimas de algún tipo de delito pasa necesariamente por la acción y de cómo se enfrenta -entre todos- este complejo tema. Está más que claro que la policía, ya sea uniformada o civil, no puede resolver estas situaciones sin el apoyo de la comunidad y sus autoridades. En este sentido, la labor que ha liderado la alcaldesa de Olmué va en la línea correcta. Nada se gana con criticar, sólo se logra avanzar con acción, iniciativa e involucramiento.
La ciudadanía debe entender que, más allá de adoptar resguardos en sus respectivas viviendas, también debe existir una proacción hacia el tema de la inseguridad. Las denuncias por venta de drogas, comisión de algún delito o el trabajo directo con Carabineros, entre otras acciones, son siempre el pilar inicial que permitirá esclarecer eventuales delitos o capturar a sus responsables. Insistimos, la crítica poco ayuda. Sólo sirve ser activos como vecinos.
Bien por Olmué que ha tomado la iniciativa. Ahora sólo queda seguir trabajando para que las medidas adoptadas en conjunto con la policía den resultados y esa comunidad no pierda la tranquilidad que la caracteriza.