Parquímetros en la Población Vergara; limitación de estacionamientos en los cerros; otorgamiento de patentes de venta de alcohol; usos del borde costero; obras en la Av. España; las victorias de Viña del Mar; cambios en planes reguladores… En fin, numerosas aspectos que tocan directamente la calidad de vida de las personas, sus actividades, sus patrimonios sobre los cuales las autoridades toman decisiones sin una efectiva participación ciudadana.
En muchos casos aparece la posición espontánea de los vecinos, pero esa posición, respaldada incluso con firmas, carece de una condición vinculante y la autoridad de turno no la considera.
Recientemente sobre el tema de obras portuarias en Valparaíso, el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar planteó, como solución simple, una consulta popular. Hubo reacciones diversas frente a esa posición que, más allá de lo técnico y de las sensibilidades de algunos grupos, tiene un sentido democrático pese a que el planteamiento podría ser considerado tardío considerando que el proceso ya está en marcha.
Apoyando esa propuesta, el alcalde de Quintero, Mauricio Carrasco, presidente de la Asociación de Puerto Concesionados, expresó, en relación a los plebiscitos, que "creo que todas las obras, y no sólo en el borde costero, que intervienen urbanísticamente y que con ello afectan la calidad de vida de los habitantes, deberían ser sometidas a esta consulta".
La idea de la consulta ciudadana está en el ambiente y aparece en materias como la formulación de los planes reguladores; sin embargo, no hay mecanismos para lograr una efectiva participación en materias que, insistimos, tocan directamente la calidad de vida de las personas, como ha sido el tema concreto, por ejemplo, de la venta de alcohol y el otorgamiento de patentes para la calle Cumming de Valparaíso.
Participación y transparencia son lindas y recurridas palabras, pero no tienen peso efectivo ni condición vinculante en materias locales realmente importantes.
Para dar efectivo contenido a la participación en temas y decisiones y cercanas a las personas es necesario contar con mecanismos confiables y expeditos de consulta ciudadana.
En los últimos tiempos hemos tenido avances importantes en el sistema democrático como el término del binominal en la elección parlamentaria, voto directo para consejeros regionales y se avanza hacia la elección popular de gobernadores.
Pero la democracia no se agota en esas decisiones de mayor alcance político, también se debe avanzar hacia la participación en aquellas materias que tocan directamente la vida diaria de las personas, cuestión ineludible que contribuye a dar mayor legitimidad a las medidas de las autoridades locales, que muchas veces llegan a sus funciones en elecciones de alta abstención.