Migrantes cuentan sus historias y cifran esperanzas en la nueva Ley
VALPARAÍSO. Distintas son las razones que impulsan a los extranjeros a radicarse en Valparaíso. Gran cantidad de ellos se reunieron ayer en la Parroquia de los Migrantes para celebrar su día.
"Chile no sería Chile sin los pueblos originarios y sin los pueblos migrantes. Valparaíso no existiría sin los migrantes". Fueron las palabras con las que el padre Pedro Nahuelcura comenzó la homilía de la misa que ayer se celebró en la Parroquia de los Migrantes Del Inmaculado Corazón de María, en Valparaíso, y que buscaba rezar por los extranjeros que han abandonado su país para ir en búsqueda de mejores oportunidades. Acto religioso realizado en el marco del Día del Migrante.
En la Ciudad Puerto, el obispado ha trabajado con migrantes por cerca de 20 años, buscando instaurar el concepto de movilidad humana el que, dice el seacerdorte, es más amplio que hablar de migraciones.
"El objetivo es proteger los derechos de los migrantes, tanto latinoamericanos, como los que vienen de otras partes. Tenemos una casa de acogida, un servicio jurídico, un equipo de salud, bolsa de trabajo, acompañamientos espiritual, cursos de idiomas, y otras maneras de apoyo", comentó el padre Nahuelcura, director de la Pastoral de Movilidad Humana del obispado de Valparaíso.
La iglesia actualmente acoge a migrantes de distintas nacionalidades, quienes dicen sentirse a gusto en Chile, aunque reconocen haber sufrido episodios de discriminación tras huir de situaciones complejas, algunas violentas, vividas en sus distintos países de origen.
George Evenson Elie es haitiano y desde hace un año vive en Chile junto a su esposa, con quien se trasladó a Valparaíso. Con un escaso español relata que en primera instancia llegó a Santiago, para luego trasladarse a la Quinta Región, donde ha podido obtener un trabajo de pintor en una empresa de Viña del Mar, sin estar ajeno a malos ratos.
"Tengo una vecina que tiene problemas con nosotros porque somos negros", dijo sin miramientos. A pesar de ello, aseguró que en general la recepción de parte de los porteños ha sido positiva: "Me siento muy bien en Chile, sólo la temperatura me afecta un poco y me falta un poco de vocabulario, pero es como estar en casa".
Similar situación vive Ángel Cerpa. Este oficial de la Marina Mercante llegó a Chile en abril pasado desde Venezuela, país que abandonó en el contexto de la que denomina la migración política que su país ha vivido durante los últimos años: "Al revelarme en contra del sistema empecé a ser perseguido, perdí mi empleo, me quedé sin el sustento de mi familia, por lo que decidí trasladarme hasta acá y llegar a esta Parroquia".
Tras 5 meses en tierra chilena, Ángel ya ha logrado regularizar su situación laboral, dedicándose al lavado de autos en un local establecido. "Ya tengo mi permiso de trabajo y mi residencia está en trámite", sostuvo Cerpa.
Agregó que "acá son diferentes conductas y costumbres, pues el caribeño es más alegre, uno tiende a saludar a todo el mundo y nadie te responde. Sin embargo he tenido una recepción muy buena". Aunque, según recordó, "sólo una vez, estando en la calle acá en Valparaíso, me escucharon el acento, dije que era venezolano y me gritaron fascista, porque estoy en contra del sistema. Me dijeron que todos los venezolanos que estábamos acá éramos fascistas, pero lo demás todo bien, me han recibido bien".
Carlos Santana es oriundo de Medellín, Colombia, y tiene dos hijos chilenos con su pareja, también colombiana. Tras vivir siete años en Estados Unidos, hoy está próximo a cumplir seis en Chile, donde se ha desempeñado como montajista eléctrico.
Carlos relata que su salida del país sudamericano se dio luego de violentos episodios vividos, donde incluso tuvo que lidiar con la pérdida de un ser querido. "Debido a tantos problemas que hubo en Colombia, debido a la violencia, la muerte de un hermano, caí en manos de ellos y me tuve que venir para acá", contó.
Y a pesar del tiempo transcurrido, dijo que "no me provoca ir para allá aunque tengo a mi familia allá, pero gracias a Dios ellos están todos bien y nosotros nos sentimos muy a gusto acá".
El mes pasado, la Presidenta Michelle Bachelet envió al Congreso el proyecto de Ley Migratoria, el cual se enfoca en cuatro ejes principales: no discriminación, migración segura, normas internas de regulación migratoria, y el libre tránsito de los migrantes. El proyecto tiene como objetivo modernizar la actual legislación y propone la creación de un Registro Nacional de extranjeros y de un Comité de Política Migratoria. Ante esto, el padre Nahuelcura manifestó estar agradecido de que se intente mejorar la estadía de los extranjeros en Chile.
"La traba estaba en los procesos de regularización en nuestro país. Tenía defectos. Recordemos que la ley migratoria que tenemos es del año 75, y era necesario renovarla para que los migrantes que vienen a trabajar puedan tener su documentación o para que no se estén vulnerando sus derechos", comentó.
Carlos Santana, en tanto, apeló a la necesidad de legislar una igualdad de derechos. "Yo creo que para este país lo más interesante es el apoyo de otros países que también tienen migrantes y que los migrantes podamos tener las mismas leyes que todos los ciudadanos chilenos. Todo migrante debe tener las mismas leyes".
Por su parte, Ángel Cerpa dijo que también tiene esperanzas de una mejor política migratoria, a pesar de considerar que la logística con la que se realizan los trámites en Chile es buena, aunque consideró que el sistema en Valparaíso está algo colapsado.
"En Valparaíso está bastante congestionado ahora, Santiago ni se diga, pero tienen muy buena logística con la atención al migrante. En la Intendencia me han atendido muy bien. En cuanto a las expectativas de la ley, si es en beneficio del migrante, pues excelente", concluyó.
"Debido a la violencia, la muerte de un hermano, caí en manos de ellos, y me tuve que venir para acá"
Carlos Santana, Migrante colombiano"
"Tengo una vecina que tiene problemas con nosotros porque somos negros (a pesar de ello) me siento muy bien en Chile"
George Evenson Elie, Migrante haitiano"