Abuso de benzodiazepinas se confirma por incremento de las incautaciones
ESTUDIO. Las intoxicaciones por Clonazepam constituyen los casos más frecuentes durante los últimos diez años. Test de saliva permitirá un rápido control y detección del consumo de estas sustancias.
Una química farmacéutica recientemente graduada de la Universidad de Valparaíso desarrolló una nueva metodología analítica que permite identificar y cuantificar, a partir de una pequeña muestra de saliva, las benzodiazepinas que más se usan en Chile, vale decir Clonazepam, Alprazolam y Diazepam.
La profesional Sonia Rojas, autora de esta investigación para optar al grado de Magíster en Bioactividad de Productos Naturales y de Síntesis, programa de postgrado que imparte la Facultad de Farmacia de la UV, afirma que el estudio también entrega información sobre el adecuado almacenamiento de las muestras.
La química farmacéutica, quien también es perito químico del Instituto de Salud Pública (ISP), innova en su estudio al indagar en un área poco explorada del análisis químico de esta familia de medicamentos psicotrópicos, dado que en la actualidad la identificación de drogas de abuso en un laboratorio se realiza a través de la muestra de sangre u orina del individuo -y no saliva-, modalidad que presenta, en algunos casos, desventajas en la toma de muestra y en la conservación de ésta para posteriormente ser analizada.
Ventajas
"Este trabajo presenta ventajas tales como la poca invasividad, el hecho que la puede tomar cualquier persona y la dificultad que hay para adulterar las muestras", sostiene.
El interés por realizar la investigación surge-explica Rojas- debido a que el uso de benzodiazepinas está relacionado con accidentes de tránsito y laborales. Además, se utiliza de forma ilícita, ya sea por automedicación o por su uso como sustancia de abuso.
"No obstante, cuando se utiliza de buena manera, es decir, cuando forma parte de un tratamiento cuyo diagnóstico clínico lo realiza el facultativo idóneo, se obtiene el éxito a través de sus propiedades farmacológicas, entras las que se encuentran ser anticonvulsivante, hipnótico y sedante", aclara.
Abuso y dependencia
En Chile la automedicación, el abuso y dependencia a las benzodiazepinas se identificó como un problema de salud pública desde la década de 1980, cuando se detectaron alarmantes prevalencias del consumo de estas sustancias sin indicación médica. Esto obligó a instaurar la política pública de adquisición de estas sustancias a través de la receta médica retenida, como condición de venta, de acuerdo al decreto supremo N° 15.069 del año 1993.
"El abuso de estas sustancias se puede confirmar de acuerdo a un estudio de los últimos 10 años realizado por el Laboratorio de Análisis de Drogas del ISP, que determinó un alza importante de las incautaciones producto del tráfico ilícito de benzodiazepinas en nuestro país, en el que el principal representante de este grupo es el Clonazepam", indica Sonia Rojas.
De acuerdo a la información publicada en el sitio web del ISP (www.ispch.cl), las incautaciones que llegan a sus laboratorios para ser analizadas, en virtud de la ley 20.000, dan cuenta de un preocupante incremento, el cual posiblemente se explique por un aumento del tráfico ilícito para su comercialización por internet o en ferias libres.
Del mismo modo, es posible avalar esta situación al considerar el número de llamados por casos de intoxicaciones producto de la administración de benzodiazepinas sin supervisión médica. Las intoxicaciones por Clonazepam constituyen los casos más frecuentes durante los últimos diez años, probablemente debido a que existe un mayor acceso de este derivado por sobre el Alprazolam y Diazepam.
"Una de las características preocupantes del abuso de estas sustancias consiste en la importancia que adquiere para una cultura y sociedad. En este contexto, es motivo de preocupación el fácil acceso que estas sustancias están teniendo y la disminución de la sensación del riesgo al consumirlas, que se da, además, al no percibir la dependencia como un tema importante entre quienes las consumen, considerándolo incluso menos dramático o grave que la dependencia a otras drogas, lo que da como resultado que muchas personas que las consumen no se ven a sí mismas, ni tampoco su entorno las ve, como adictas", asegura la autora del estudio.
Efectos del consumo
Entre los efectos que se dan por una utilización abusiva y sin supervisión médica de las benzodiazepinas está el desarrollo de tolerancia y adicción. Debe destacarse que su uso a largo plazo conlleva un riesgo indiscutible de producir dependencia.
"Aproximadamente el 35 por ciento de los pacientes que toman benzodiazepinas durante más de cuatro semanas tienden a desarrollar dependencia, situación que se evidencia por la aparición de síntomas de abstinencia si se reduce la dosis o se suspende el medicamento. Sin embargo, en el caso de las benzodiazepinas se presenta un efecto paradójico, que es más marcado en los pacientes ansiosos y pacientes jóvenes y que se caracteriza por producir excitación, aumento de la ansiedad, irritabilidad, hostilidad y estallidos de rabia, que incluso pueden conducir a un comportamiento violento", agrega.
Grupos de riesgo
Tal como lo señala la química farmacéutica, el mayor grupo de riesgo lo representan las personas que declaran un problema de salud mental y un problema físico. Los problemas de origen psiquiátrico más comunes en las personas que lo utilizan son ansiedad, depresión o ambos.
"Los menores de edad también se encuentran entre los grupos de riesgo, ya que en ellos se presenta un efecto paradojal de tipo estimulante, por lo que pueden llegar a realizar acciones que no harían si no estuvieran bajo los efectos de las benzodiacepinas", advierte.
vida y salud
Sonia Rojas, química farmacéutica y magíster en Bioactividad de Productos Naturales y de Síntesis de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso.