En los terremotos caen edificios, casas, puentes y también las personas. Y eso pasó el domingo pasado en que cayeron varios políticos históricos. Entre los damnificados está Andrés Zaldívar (DC), el hombre de la antigua cocina que desconocía la existencia del microondas. También están de la misma tienda y en nuestra Región, Ignacio Walker, que buscaba la reelección en el Senado, y Aldo Cornejo, diputado, que perseguía el ascenso a la Cámara Alta. Lily Pérez, de Amplitud, también perdió su cupo en el Senado, en tanto que Andrea Molina, diputada UDI, no logró escalar al grado superior del Congreso Nacional. Se quedaron en el camino al Senado nuestros viejos conocidos Nelson Ávila (PRSD) y Marco Antonio Núñez (PPD). Más al sur resultaron damnificados el socialista Osvaldo Andrade, diputado, que no fue reelecto, y Andrés Velasco, de Ciudadanos, exministro de Hacienda.
La lista es larga y la pregunta es si estos cansados luchadores estarán dispuestos a seguir peleando con entusiasmo por sus candidatos, si es que lo tienen, en la segunda vuelta presidencial. Importante materia; número más números menos, tienen sus seguidores.
Y volviendo al terremoto electoral de Valparaíso -46,77% de participación del electorado- destaca el impacto del Frente Amplio de Beatriz Sánchez, que en la disputa presidencial logró, contra la línea nacional, el segundo lugar, con un 25,83% de los votos. Precedido por Piñera, 34,56%, bajo el rango nacional, y con Alejandro Guillier tercero, con 21,12%. El FA también ganó un senador. Indudable es el efecto Sharp, quien a su vez había logrado la Alcaldía ante una cuestionada gestión del UDI Jorge Castro y frente al supuestamente popular DJ Méndez, de la Nueva Mayoría. Su juventud y entusiasmo claramente han sido el detonante de una realidad que tiene paralogizado a buena parte del mundo político, incluyendo su propio sector.
Y donde el funeral es de primera es en la DC. En Valparaíso, decía hace décadas un analista político, las guaguas nacen democratacristianas. Así, la flecha roja tenía en la zona dos senadores y cinco o más diputados. Hoy, debe conformarse con dos en la Cámara.
Pero donde la fiesta es grande es en RN, con un senador, Francisco Chahuán, reelecto con la más alta votación regional y nacional, quien en virtud de la añorada cifra repartidora, llevó al Congreso al almirante en retiro Kenneth Pugh Olavarría. En el cuadro nacional RN puntea en la Cámara con 36 diputados y en el Senado suma 6 escaños.
Pero ahora viene la carrera para el 17 de diciembre, segunda vuelta, mirando al vecindario supuestamente proclive, sin olvidar que los votos no son un cheque al portador, y también a los 7,6 millones de electores que el domingo no llegaron a las urnas.