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La dramática experiencia de Julieta Núñez nadando con orcas en las aguas de Chañaral

NATACIÓN. Conconina tuvo inesperado encuentro mientras realizaba una travesía en la Región de Atacama.
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Tomás Moggia C.

No todo había salido como estaba planificado, pero ya estaban allí y no quedaba otra opción que al menos intentarlo.

La idea inicial era nadar desde la isla Chañaral hasta la caleta Chañaral de Aceituno. Sin embargo, la noche anterior a la partida un pescador ya había advertido que el viento estaba cambiando para soplar en dirección norte-sur, no del sur hacia el norte como es habitual.

Así fue como el grupo de 11 nadadores, liderado por la conconina Julieta Núñez, se aprestaba a lanzarse al agua desde las cercanías de una lobera en la parte norte de la isla Chañaral. Desde allí, el objetivo era nadar unos 10 kilómetros hasta el continente.

Parte de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt junto a las islas Damas y Choros, la isla Chañaral es también una reserva marina dado el rico ecosistema que alberga. Allí habitan y se desplazan diversas especies, muchas de ellas con problemas de conservación, como es el caso del chungungo y el delfín nariz de botella. Hasta ballenas llegan hasta estas costas ubicadas en la zona sur de la región de Atacama. Pero lo que estaba por ocurrir no figuraba en los planes de nadie, menos cuando ya llevaban cerca de una hora y media nadando por las aguas de Chañaral.

"A los 3,5 kilómetros yo iba nadando y de repente escucho unos gritos. No entendía lo que me decían. Escuché algo como 'orcas' y miré para atrás y vi una aleta gigante a lo lejos (la aleta dorsal del macho puede llegar a medir poco más de un metro). Me subí al bote rápidamente, al igual que el resto, y después nos dimos cuenta que en total eran cinco orcas, tres grandes y dos chiquititas", recuerda Julieta Núñez, todavía impactada, casi sin poder creer lo que vivenció.

"Una de las (orcas) grandes llegó a mover el bote. Seguramente estaba mirando porque andaban cazando y había varios nadadores con mono aletas y todos con traje de neopreno, y quizá los confundieron con lobos marinos. De hecho, después los pescadores, que hacen paseos en botes a la isla, nos dijeron que tenían una masacre dándose un festín con los lobos", añadió la nadadora.

"Nunca me había pasado"

Una situación inédita, incluso para una mujer de la experiencia y recorrido de Núñez, quien ha nadado en aguas de prácticamente todo el mundo a lo largo de varios años.

"Yo vi orcas en la Antártica y focas leopardo comiendo pingüinos, con los iceberg rojos de sangre, pero en el agua jamás me había tocado, quizá porque en la Antártica siempre lo hacemos con mucha precaución. Nunca me había pasado algo así. Luego que se subieron los últimos al bote, las orcas deben haber pasado a los 40 segundos, ni siquiera un minuto después. Así de cerca estaban, si yo creo que nos estaban persiguiendo y de hecho se quedaron como 20 minutos alrededor de los botes dando vueltas", prosigue con su relato.

Claramente, después de eso la Armada no dio permiso para continuar con una travesía que incluso previo a la anécdota con las orcas estaba siendo complicada. Y es que las olas de 2,5 metros, en un mar movido y abierto, exigían al máximo a cada nadador.

"Los pescadores dicen que fue una mala suerte increíble, porque las orcas pasan entre dos a cuatro veces al año, y justo tenían que pasar cuando nosotros estábamos en el agua", se lamenta Núñez.

Sea como fuere, así se dio por finalizada una travesía que buscaba realizar el histórico primer cruce entre la isla y Chañaral de Aceituno. Y como se quedaron con las ganas, volverán a intentarlo en marzo del próximo año.

"Me fui a desestresar y fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida, aunque no logramos terminar, hicimos historia igual porque fuimos los primeros en intentarlo", valoró Núñez, agregando que "vamos a hacerlo de nuevo. Vamos a ir menos nadadores, y aunque nos cueste súper caro lo haremos con un bote cada persona, no vamos a permitir que vayan cuatro con un bote. Es para mayor seguridad. Nunca se ha sabido de un ataque de orcas a mar abierto, pero siempre puede haber una primera vez. No podemos estar experimentando a ver si nos atacan o no".

El nuevo emprendimiento de la conconina

La experiencia que la nadadora Julieta Núñez ha sumado a lo largo de los años la motivó a lanzar junto a un compañero el emprendimiento Patagonia Swim, el cual se especializa en llevar nadadores a ciertos lugares icónicos, encargándose absolutamente de todo. "Ahora vamos al Estrecho de Magallanes, al Canal Beagle y el Cabo de Hornos", explicó la conconina, agregando que "estamos vendiendo paquetes turísticos especializados en natación, con gente que paga para que los guiemos y hagamos todos los trámites, consiguiendo los permisos, los zodiac, alojamiento, comida. En fin, toda la logística".

"De repente escucho unos gritos. No entendía lo que me decían. Escuché algo como 'orcas' y miré para atrás y vi una aleta gigante a lo lejos"

Julieta Núñez, Nadadora conconina"

viñamarinos intentaron la travesía: Fernando Muñoz, Pamela Sepúlveda, Álvaro Esparza y Natally Cisternas 4

orcas se acercaron al grupo de deportistas cuando llevaban cerca de una hora y media nadando. 5