No son parches. Así lo aseguró Miguel Saavedra, seremi de Obras Públicas, al dar cuenta de la inversión que la cartera que representa está realizando en el borde costero. La inversión en curso llega a los 7 mil millones de pesos y comprende trabajos en 16 sectores entre Algarrobo y Maitencillo, puntos que han sido severamente afectados por las últimas marejadas.
El daño, por otra parte, refleja la antigüedad de algunas obras costeras, como es el caso de los enrocados de la Avenida Perú de Viña del Mar, ejecutados durante la alcaldía del doctor Carlos Cuevas Fernández, en 1943. Han pasado muchos años, el tiempo hace lo suyo y también los cambios de las condiciones del mar afectan las defensas costeras.
Informa el seremi de Obras Públicas que los trabajos de reparación se realizan con altos estándares de ingeniería para poder enfrentar en mejores condiciones las recurrentes marejadas. Afirma que "no son reparaciones parche, sino que se rehabilitan las estructuras para que estas tengan un mejor desempeño en el tiempo".
Del total de las 16 intervenciones 9 se han iniciado este año, por una inversión de $3.000 millones. Entre otras, en Viña del Mar partieron obras de recuperación del anfiteatro de la Playa del Deporte, destruido por las marejadas de junio pasado. La inversión es de $462 millones y consta de muros de hormigón y acero, de siete metros, enterrados en la arena. Esta consistencia, de acuerdo a cálculos de ingeniería, podría resistir fenómenos marítimos de gran fuerza. Los trabajos se prolongarán por 150 días y no afectarían a la playa misma en la temporada de verano.
También algunos que benefician la actividad pesquera artesanal, como son las obras emprendidas en las caletas El Membrillo y Portales, en Valparaíso, Algarrobo, Higuerillas y Horcón. En el caso de las caletas hay altas inversiones, como la emprendida en Horcón, por $863 millones. Y no se trata únicamente de defensas, sino que también de instalaciones para la protección de las embarcaciones y el desembarque de productos del mar.
Insistiendo en el tema pesquero se deberían considerar áreas de cultivo y medios de protección ante la contaminación. Todas estas inversiones que se vinculan con la protección misma del entorno, la seguridad de las personas y sus actividades en turismo, pesca o los servicios en general son social y económicamente rentables.
Por ello es necesario estricto control de calidad durante su ejecución y la aplicación, por parte de las autoridades locales y ministeriales, de una política de mantención que se ocupe de la reparación oportuna de las obras, previniendo así daños mayores que suponen alta inversión.
"Dentro de estos trabajos hay algunos que benefician la actividad pesquera artesanal, como obras en caletas El Membrillo y Portales, en Valparaíso, Algarrobo, Higuerillas y Horcón