Flor Arbulú
Los pintores Pedro Lira, Juan Francisco González, Alfredo Valenzuela Puelma y Alberto Valenzuela Llanos tuvieron marcadas diferencias estéticas, sin embargo, comparten el haber revolucionado la historia el arte nacional al abandonar el academicismo en pos de una mayor sensibilidad en torno a las nacientes vanguardias. De allí que sus nombres figuren en el selecto grupo de los maestros de la pintura chilena.
"Ellos fueron cuatro personalidades autónomas e independientes. Se relacionaron entre ellos, pero no como grupo, y cuando se hizo el estudio de la pintura chilena, el primer gran estudio de (Luis) Alvarez Urquieta y después de Antonio Romera, ellos dijeron estos son los grandes maestros de toda la pintura chilena, porque estaban ubicados en medio de la pintura de los precursores y las tendencias modernas", explica el crítico de arte Carlos Lastarria.
Y detalla que "cada uno hizo una obra tan potente, tan individual que quedaron consignados como figuras relevantes y eso fue lo que los consolidó, porque son cuatro artistas con destinos totalmente distintos; cuatro personalidades muy avasalladoras que impusieron su estilo artístico, entonces por eso quedaron consignados como los grandes maestros".
Denominación que hasta ahora sigue vigente y es respetada por todos los historiadores de Arte, según dice Lastarria, quien agrega que todos ellos -salvo Valenzuela Puelma-tuvieron discípulos.
Puntapié inicial
El Museo de Bellas Artes - Palacio Baburizza tiene el privilegio de contar en sus colecciones con 21 cuadros de estos pintores: uno de Pedro Lira ("El capataz"), dos de Valenzuela Llanos, cuatro de Valenzuela Puelma y 14 de Juan Francisco González.
Precisamente estas obras son parte del libro "Los cuatro maestros de la pintura chilena", trabajo realizado por el equipo del recinto -encabezado por el propio Lastarria y Javier Muñoz, historiador del arte y encargado de mediación del museo-, y financiado por Fondo 6% FNDR.
"Es una descripción razonada de cada una de las obras, más una biografía de cada uno de los autores. Lo hemos hecho en un lenguaje simple, coloquial de tal manera que sean distintos públicos los que puedan leerlo y entender quiénes eran estos autores, dónde nacieron, dónde se formaron, cómo ocurrió su vida, a qué se dedicaron", describe Rafael Torres, director ejecutivo del Baburizza.
Javier Muñoz comenta, por su parte, que "nosotros año a año siempre tratamos de optar a la concursabilidad pública del FNDR, del Fondart y siempre estamos tratando de hacer este tipo de productos para potenciar los proyectos educativos que lleva adelante el área de educación del Museo".
Añade que "a propósito del curso que hicimos el semestre pasado de la historia del arte europeo llegamos hasta las vanguardias, y nos dimos cuenta que las vanguardias chilenas estaban representadas por estos cuatro artistas, entonces fue súper relevante hacer una investigación en torno a ellos. La investigación nació con esas motivaciones, como dar el puntapié inicial de una investigación sobre toda la historia del arte de aquí en adelante".
Debido a que cuenta con financiamiento público, los libros serán entregados a diferentes instituciones como la Dirección de Cultura del municipio porteño, así como su Corporación Municipal; además de la Dibam y el programa Gerópolis de la Universidad de Valparaíso, así como algunas instituciones que se dedican al quehacer cultural.
Sin embargo, Torres no descarta lanzar prontamente una edición "que se pueda vender". "Pero lo más importante para nosotros como museo es generar un nuevo material de difusión de nuestros artistas, que es poner en valor las colecciones y el recinto, y ese es el objetivo que sentimos que hemos logrado con esta publicación", sostiene el director ejecutivo.
Para él, además, este libro "claramente es un punto de partida de un proceso que tiene otro caminos". "Nosotros somos una línea de tiempo de la pintura chilena. Tenemos los extranjeros precursores, los grandes maestros, las diferentes generaciones. Así que la idea es que cada año, por lo menos, tengamos un libro relativo a generaciones de artistas o grupos de artistas referenciales para la pintura chilena presentes en nuestras colecciones", finaliza.
"Lo más importante para nosotros como museo es generar un nuevo material de difusión de nuestros artistas, que es poner en valor las colecciones y el recinto, y ese es el objetivo que sentimos que hemos logrado con esta publicación"
Rafael Torres, Director ejecutivo del Baburizza"
Relación con Valparaíso
De los cuatro artistas reconocidos como los maestros de la pintura chilena, Valenzuela Puelma fue el único que nació en Valparaíso y no sólo eso, sino que también fundó el primer museo de pintura de la ciudad con algunas de sus propias obras. Pero no fue el único que tuvo relación con el Puerto, según cuenta Lastarria, Valenzuela Llanos tras regresar de Europa, en su última etapa de vida, pintó Valparaíso; González vivió y pintó en Valparaíso, e incluso hizo clases en el Liceo Eduardo de la Barra; y Lira "venía a los concursos, a los primeros salones de pintura".